SAMUEL B. BECKETT
Irlanda, 1906 |
BIEN BIEN HAY UN PAÍS
bien bien hay un país
donde el olvido donde pesa el olvido
dulcemente sobre mundos sin nombre
allí a la cabeza se le hace callar la cabeza es muda
y se sabe no nada se sabe
muere el canto de las bocas muertas
sobre la arena de la playa hizo el viaje
no hay nada que llorar
mi soledad la conozco vamos la conozco mal
tengo tiempo eso es lo que me digo tengo tiempo
pero qué tiempo hueso hambriento el tiempo de un perro
del cielo que palidece sin cesar mi grano de cielo
del rayo que trepa ocelado temblando
sobre micras de tinieblas de años
queréis que vaya de A a B yo no puedo
no puedo salir estoy en un país sin huellas
sí sí es algo hermoso lo que tenéis ahí es algo hermoso
qué es no me hagáis más preguntas
espiral polvo de instantes qué es lo mismo
la calma el amor el odio la calma la calma

Antorcha viviente de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 81x60 cm.
CANCIÓN
Vejez es cuando a un hombre
arrimado al fuego de la chimenea
temblando a causa de las brujas
para poner el cazo sobre el lecho
y traerle su ponche
viene ella en las cenizas
quien amada no pudo ser vencida
o vencida no amada
o alguna otra aflicción
viene con las cenizas
como en esa luz vieja
el rostro en las cenizas
aquella vieja luz de las estrellas
en la tierra otra vez. |

Los minutos felices de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 92x73cm.
QUÉ HARÍA YO
SIN ESTE MUNDO
SIN ROSTRO SIN PREGUNTAS
qué haría yo sin este mundo sin rostro sin preguntas
en el que ser dura sólo un instante en el que cada instante
se vierte en el vacío en el olvido de haber sido
sin esta ola en la que al fin
cuerpo y sombra se sumergen juntos
qué haría sin el silencio fosa de los murmullos
jadeando furioso hacia el socorro hacia el amor
sin este cielo que se eleva
sobre el polvo de sus lastres
qué haría yo yo haría como ayer como hoy
mirando por mi tragaluz si no estoy solo
dando vueltas errando lejos de toda vida
en un títere espacio
sin voz entre las voces
encerradas conmigo
qué haría yo sin este mundo sin rostro sin curiosidad
en el que ser sólo dura un instante en el que cada instante
vierte en el vacío la ignorancia de haber sido
sin esta ola en la que al fin
cuerpo y sombra se sumergen juntos
qué haría sin este silencio donde los murmullos mueren
los jadeos los delirios hacia el socorro hacia el amor
sin este cielo que se eleva
sobre polvo de lastre
qué haría yo yo haría como ayer y anteayer
mirando por mi tragaluz buscando a otro
que errase como yo dando vueltas lejos de los vivos
en un convulso espacio
sin voz entre las voces
que llenan mi interior
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