SUMARIO
Editorial
Roberto Juarroz
X. 24
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Carilda Oliver Labra
Canción para decirme en marzo
Alfonsina Storni
La caricia perdida
Roberto Juarroz
Levantar el papel donde escribimos
Así como no podemos
Cada uno tiene su pedazo de tiempo

León Felipe

Sé todos los cuentos
Bertold Brecht
Soy una anciana
Johann W. Goethe
La fuerza de la costumbre
Ocean Vuong
Rompe hogares
Dylan Thomas
Tumbados en la arena
Silvia Plath
Soy vertical pero preferiría ser horizontal
Nichita Stanescu
Emoción de otoño
No hay
Germán Pardo García
Pausas de amor 2. A una mujer
Pausas de amor 6. A una mujer
Vicente Aleixandre
No te conozco
Miguel Oscar Menassa
Tres amores
Aforismos
Agenda Grupo Cero

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Silvia Plath

Estados Unidos, 1932

SOY VERTICAL,
PERO PREFERIRÍA SER HORIZONTAL

Soy vertical.
Pero preferiría ser horizontal.
no soy un árbol con las raíces en la tierra
absorbiendo minerales y amor maternal
para que cada marzo florezcan las hojas,
ni soy la belleza del jardín
de llamativos colores que atrae exclamaciones
de admiración
ignorando que pronto perderá sus pétalos.
Comparado conmigo, un árbol es inmortal
y una flor, aunque no tan alta, es más llamativa,
y quiero la longevidad de uno y la valentía de la otra.

Esta noche, bajo la luz infinitesimal de las estrellas,
los árboles y las flores han derramado sus olores frescos.
Camino entre ellos, pero no se dan cuenta.
A veces pienso que cuando estoy durmiendo
me debo parecer a ellos a la perfección-
oscurecidos ya los pensamientos.
Para mí es más natural estar tendida.
Es entonces cuando el cielo y yo conversamos con libertad.
Y así seré útil cuando al fin me tienda:
entonces los árboles podrán tocarme por una vez,
y las flores tendrán tiempo para mí.


Empobrecimiento de los dioses de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 50x50 cm.

Nichita Stanescu

Rumanía, 1933

EMOCIÓN DE OTOÑO

Ha llegado el otoño, por favor,
cúbreme el corazón con alguna cosa,
con la sombra de un árbol, o mejor con la tuya.
A veces tengo miedo de no verte más,
que alas afiladas hasta al cielo me van a crecer,
que tú misma vas a esconderte en un ojo ajeno
y que va a cerrarse con una hoja de ajenjo.
Y entonces me cerco de piedras y me callo,
llevo todas las palabras y las ahogo en el mar,
silbo la luna, la levanto yo mismo y la convierto
en un gran amor.

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NO HAY

No hay la primera guerra mundial
de los caballos.
No hay una Hiroshima
de los caballos,
concebida por los caballos,
realizada por los caballos
exactamente y en el momento adecuado
contra los caballos,
para proteger los caballos
de sus pares.
No hay, no hay.
¡Especies diabólicas,
estos caballos!

 

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA