SUMARIO
Editorial
Miguel Oscar Menassa
Para habitar estos nuevos infiernos
Notas de dirección
Carmen Salamanca
Germán Pardo García
Elegía a Lídice
Rafael Alberti
New-York

Guajiras burlescas
de los banqueros
alegres y desesperados
de Wall Street

Raúl González Tuñón
Los niños muertos
Vicente Aleixandre
Oda a los niños de Madrid muertos por la metralla
Leopoldo de Luis
La esperanza
Toco a tientas
Eterna voz
El sabor de la sangre
Charles Baudelaire
Canto de otoño
Recogimiento
El hombre y el mar
El enemigo
LV. Conversación
El muerto alegre
Frescores
El modernismo (I)
Socios de honor
Poesía y Flamenco
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RAFAEL ALBERTI

España, 1902

GUAJIRAS BURLESCAS
DE LOS BANQUEROS
ALEGRES Y DESESPERADOS
DE WALL STREET

1

Mi sangre es un yacimiento
de emisiones petroleras,
que por mis manos ligeras
circulan sin miramiento.
Yo soy el tanto por ciento
de un crédito hipotecario,
la lumbre del sol bancario
resumido en mi corbata,
que es una mina de plata
al cuello de un millonario.

2

Por rayos de mi cabeza
yo muevo un cañaveral,
un loro verde, un turpial,
dulceros de mi tristeza.
Como signo de grandeza
sin sombra de sacarina,
mi real escudo ilumina,
bajo lombrices y flores,
la herencia de mis mayores:
“Tengo azúcar en la orina”.

3

Guerra en el Extremo Oriente,
y de los ferrocarriles,
miles y miles y miles
de millones de excedente.
Perdido en tierra caliente,
pienso, pues que estallará
la estrella que anunciará
que el mundo se desmorona,
comprar yo solo la Zona
del Istmo de Panamá.

www.grupocero.org

 


Instantes de la forma de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 41x33 cm.

4

El desarrollo bancario
de Venus, Saturno y Marte
me impone ser arte y parte
del Trust Interplanetario.
Como anuncio extraordinario
e inicial, yo colgaría,
lustrando la astronomía
que va del cielo al infierno,
un Jehová, sempiterno
rey de la banca judía.

5

Reembolsos de mis empresas,
intereses devengados,
consorcios acumulados,
todo pavesas, pavesas.
Excedente, ¡cuánto pesas
en el chaquet del banquero!
(chaquet que por un sendero
camina de rama en rama,
pidiendo al fin a la grama
servir de sepulturero).

6

Materias primas me cantan
mi cartera de caimán.
Los empréstitos se van
dragándome la garganta.
Si el comunismo me espanta
como un insondable abismo,
que se lleve el comunismo
todo cuanto ahora poseo.
Y en un yate de recreo
naufrague el imperialismo.

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA