POEMA A MIGUEL OSCAR MENASSA
A LOS 74 AÑOS
Vive enamorada de tu escritura
la fuerza del tiempo.
Latitud que anida en tu pintura,
arma de futuro.
Sobre 74 caballos poderosos,
más bella que nunca,
la inteligencia de la poesía
es tu cuerpo de carne
tu amor de palabras
tu enseñanza de amor.
Jugar será vivir.
Jugar, hasta proyectar las sombras.
Aquí sella
la promesa
empecinada
del poema.
El beso con la muerte
del que nacen
nuevas vidas.
Siembra sus versos.
Siembra sus silencios.
En la Tierra
que ríe
bajo el sol de un pueblo vivo.
Virginia Valdominos

Teorema de amor de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 55x46 cm. |
¿VEN LO QUE ES UN HOMBRE?
A Miguel Oscar Menassa en su 74 cumpleaños
En un solo hombre,
la humanidad entera
se desgrana en versos
que el destino contempla
ansioso por conquistar.
En él, confluyen
el misterio de la escritura y del amor.
Páginas de papel mujer
ahogadas en tintas universales
para que nadie eluda su existencia.
Ella habla, miscelánea,
y él escucha.
¡Ella habla y él escucha!
Ella habla
y él, escucha el latido constante
de un mundo todo por hacer.
¿Ven lo que es un hombre?
74 veces puntuado
y permanece firme, constante,
abierto al misterio.
Magdalena Salamanca
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A MIGUEL OSCAR MENASSA,
MAESTRO, EN SU 74 CUMPLEAÑOS
Tu letra, raudal de humanidad,
se vuelca sobre nuestros cuerpos atravesando sombras,
desvaneciendo ilusiones en el centro de la verdad.
Tu sigiloso paso avanza sin piedad y tu mirada,
daga vital del amor, escruta los espacios invisibles del
tiempo.
Tu canto el aire agita y los sueños rompen la cárcel del
silencio
para en una frase producir la vida.
Rota la armonía del latido de un corazón primitivo,
rota la envidia y la ambición por alcanzar lo inalcanzable,
construimos un sueño, un destino sin fin, interminable.
La creación, el amor y las alianzas, nuestra posibilidad y
nuestro futuro,
brillo del mordisco de la espuma del mar sobre tu pelo,
magia de la palabra, huella del escalador de la más alta
montaña,
pescador de tempestades,
tambor en el que ruge el mundo y las mareas
que no son de amor u odio, sino de versos.
Dulce abrir de las estrellas, insaciable ala salvaje del
destierro,
una fuerte promesa nos anima, tu cuarta juventud, tu deseo.
Susana Lorente |