SUMARIO
Editorial
Blas de Otero
Pido la paz y la palabra
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Ernesto Guevara
Amor
Miguel Hernández
Eterna sombra
Edith Södergran
El dolor
¿Qué habrá mañana?

Walt Whitman

Poetas futuros
Paul Celan
Tú con la palabra que yo dije
María Eugenia Vaz Ferreira
Único poema
Oliverio Girondo
El tren expreso
Gloria Fuertes
Autobigrafía
Gabriela Mistral
Mariposas
Charles Baudelaire
La pipa
Miguel Oscar Menassa
Y si no habremos de morir hoy, precisamente, amor
Le pregunté si la vida era nuestra
Aforismos
Agenda Grupo Cero

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Miguel Oscar Menassa

Argentina, 1940

Y SI NO HABREMOS DE MORIR
HOY, PRECISAMENTE, AMOR

Y si no habremos de morir, hoy, precisamente, amor,
déjame besarte los labios, hundir mis manos en tus tripas,
colgarme de tus tetas como del infernal columpio de mi niñez.
Entre tus piernas, déjame ser alado pez, iluminado pez austral.

Y si no habremos de morir, hoy, precisamente, amor,
podríamos dar alguna vuelta por el jardín, regar las rosas,
detenernos en reflejos del sol sobre los ojos de algún niño.
Bailar, podríamos apretarnos, uno contra el otro, para morir.

Bailando, hundiéndome en vagas melodías y tu cuerpo,
tranquilizado por la música y altas vibraciones de tu sexo,
perdido entre tus jugos, abierta la inmensidad de lo negro.

Y si no habremos de morir, hoy, precisamente, amor,
déjame cabalgar indefenso esta inmensa llanura de paz,
déjame arrancar de tu cuello de cisne, gemido animal.

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LE PREGUNTÉ
SI LA VIDA ERA NUESTRA

Le pregunté si la vida era nuestra.
¿De quién, querida, era la vida?
¿De quién este cerebro partido en mil?
¿De quién estos amores truncos, caídos?

La miré, largamente, a los ojos
y, enamorado, volví a la carga:
¿Tus ojos, por ejemplo, son mis ojos?
¿La abierta luz de tu mirada es mi luz?

Y así le pregunté hasta el fin, hasta la madrugada.
¿A quién pertenecemos, a quién pertenece nuestro amor?
¿Quién es el amo, el señor, el patrón de mis versos?

Ella, amable bestia, no contestaba.
Su silencio, la muerte en su silencio,
cerraban las últimas cadenas sobre mí.

 

AFORISMOS

-Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes. (Isaac Newton)

-Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz. (Albert Einstein)

-No basta con hablar de paz. Uno debe creer en ella y trabajar para conseguirla. (Eleanor Roosevelt)

-Si no estamos en paz con nosotros mismos, no podemos guiar a otros en la búsqueda de la paz. (Confucio)

-Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor. (Antoine de Saint-Exupéry)

-La paz es para el mundo lo que la levadura para la masa. (El Talmud)

-La paz exige cuatro condiciones esenciales: Verdad, justicia, amor y libertad. (Juan Pablo II)

-La paz más desventajosa es mejor que la guerra más justa. (Erasmo de Rotterdam)

-En asuntos internacionales, la paz es un período de trampas entre dos luchas. (Ambrose Bierce)

-Todos quieren la paz, y para asegurarla, fabrican más armas que nunca. (Antonio Mingote)

-Más vale una paz relativa que una guerra ganada. (María Teresa I de Austria)

-Incluso la paz se puede comprar a un precio demasiado alto. (Benjamin Franklin)

-Si quieres la paz, no hablas con tus amigos. Hablas con tus enemigos. (Moshe Dayan)

-Hasta que quienes ocupan puestos de responsabilidad no acepten cuestionarse con valentía su modo de administrar el poder y de procurar el bienestar de sus pueblos, será difícil imaginar que se pueda progresar verdaderamente hacia la paz. (Juan Pablo II)

-La primera condición para la paz es la voluntad de lograrla. (Juan Luis Vives)

-La paz obtenida en la punta de la espada, no es más que una tregua. (Pierre Joseph Proudhon)

-La paz no puede mantenerse por la fuerza. Solamente puede alcanzarse por medio del entendimiento. (Albert Einstein)

-Que más vale pobreza en paz, que en guerra mísera riqueza. (Lope de Vega)

 

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA