TÚ CON LA PALABRA QUE YO DIJE
Tú con la palabra que yo dije,
tú con tu silencio,
tú contigo misma
en el mundo su-
bi-
da,
tú mi amor:
perdida, extra-
viada, una
y otra vez
regresada en el dolor: es
tarde.
Ayúdame,
ayúdate,
ayuda.
El camino de horas anduvo lo que callé.
Anduvo y anduviste,
por lo infinito anduviste,
hacia delante y hacia atrás,
hacia ninguna parte, hacia la palabra, hacia allí.
Deja.
Un nombre se te abre,
otro:
quédate.
Versión de José Luis Reina Palazón 
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María Eugenia Vaz Ferreira
Uruguay, 1875 |
ÚNICO POEMA
Mar sin nombre y sin orillas,
soñé con un mar inmenso,
que era infinito y arcano
como el espacio de los tiempos.
Daba máquina a sus olas,
vieja madre de la vida,
la muerte, y ellas cesaban
a la vez que renacían.
¡Cuánto hacer y morir
dentro la muerte inmortal!
Jugando a cunas y tumbas
estaba la Soledad…
De pronto un pájaro errante
cruzó la extensión marina;
“Chojé… Chojé…” repitiendo
su quejosa marcha iba.
Sepultóse en lontananza
goteando “Chojé… Chojé…”;
desperté, y sobre las olas
me eché a volar otra vez.

Escondite de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 50x50 cm.
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