FEDERICO GARCÍA LORCA
España, 1898 |
CANCIÓN DE LA MUERTE PEQUEÑA
Prado mortal de lunas
y sangre bajo tierra.
Prado de sangre vieja.
Luz de ayer y mañana.
Cielo mortal de hierba.
Luz y noche de arena.
Me encontré con la muerte.
Prado mortal de tierra.
Una muerte pequeña.
El perro en el tejado.
Sola mi mano izquierda
atravesaba montes sin fin
de flores secas.
Catedral de ceniza.
Luz y noche de arena.
Una muerte pequeña.
Una muerte y yo un hombre.
Un hombre solo, y ella
una muerte pequeña.
Prado mortal de luna.
La nieve gime y tiembla
por detrás de la puerta.
Un hombre, ¿y qué? Lo dicho.
Un hombre solo y ella.
Prado, amor, luz y arena.

Herida abierta, de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 46x55 cm. |
HENRI MICHAUX
Bélgica, 1899 |
EN LA NOCHE
En la noche
En la noche
Me he unido a la noche
A la noche sin límites
A la noche.
Mía, hermosa, mía.
Noche
Noche de nacimiento
Que me llenas con mi grito
Con mis espigas
Tú que me invades
Que haces olas olas
Que haces olas alrededor
Y humeas, eres harto densa
Y muges,
Eres la noche.
Noche que yace, Noche implacable.
Y su fanfarronería, y su playa,
Su playa en lo alto, su playa por todas partes,
Su playa bebe, su peso es rey, y todo cede bajo él
Bajo él, bajo algo más delgado que un hilo
Bajo la noche
La Noche

La mujer del remolino, de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 73x60 cm.
|