VICENTE HUIDOBRO
Chile, 1893 |
DESPERTAR DE OCTUBRE DE 1917
Redoblan los tambores de la sangre
Y el dolor de los tiempos se levanta con los puños erguidos
Toca a diana el clarín de los siglos
Sobre las tierras y los mares
Despertad proletarios sacudid las melenas de león
Como el ramaje iracundo de las olas
O como esa bandera que palpita en el cielo
Esa bandera color de corazón
Un mundo se derrumba y otro se yergue
Una procesión camina lenta hacia la muerte
Y otra marcha cantando hacia la vida
Una es el pasado que se esconde
La otra es el mañana que se despierta y que vibra
Como el ala del día
Los planetas renacen los ríos se detienen
Cambio toda mi vida por esa estrella nueva
Las flores dicen versos las colinas escuchan
Cambio por vuestros puños los gritos de mi boca
Cambio vuestro sudor por mis palomas
Volved a las grutas funerarias
Enemigos del hombre y su destino
No queremos ver vuestros rostros de yeso
Ni oír vuestros pasos de lobo en el camino
Fantasma del pasado yo no fui tu pastor
Yo no aplaudí tus días ni conté tus diamantes
Yo no nutrí tus pájaros ni agrandé tus montañas
Cuida tus cabellos debajo de la tierra
Cuida tu carne que gusta a las raíces
Serás útil al fin en el silencio de la tumba
Tu sangre será savia
Tus brazos serán ramas
Y tus dedos perdidos serán frutas
Hombre eres hombre y no lo sabías
Tuya es la tierra y el cielo que dominas
Tuya la inmensa curva de los mares
Como es tuyo tu esfuerzo
Y el humo de tus fábricas escaleras del aire
Y el trigo de tus surcos amado por el viento
Hombre eres hombre y no lo sabías
Pero hoy los clarines rojos te lo dicen
Te lo gritan los árboles
Te lo cantan los mares
Despierta de tu sueño ya no eres más esclavo
Eres hombre sal de ti mismo sal de tus profundidades
muéstrate al sol
Liberta tus fuerzas despliega tus energías
Eres hombre eres hombre
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IMPOSIBLE
Imposible saber cuándo ese rincón de mi alma se
ha dormido
Y cuándo volverá otra vez a tomar parte en más fiestas
íntimas
O si ese trozo se fue para siempre
O bien si fue robado y se encuentra íntegro en otro
Imposible saber si el árbol primitivo adentro de tu ser
siente todavía el viento milenario
Si tú recuerdas el canto de la madre cuaternaria
Y los grandes gritos de tu rapto
Y la voz sollozante del océano que acababa de abrir
los ojos
Y agitaba las manos y lloraba en su cuna
Para vivir no necesitamos tantos horizontes
Las cabezas de amapola que hemos comido sufren
por nosotros
Mi almendro habla por una parte de mí mismo
Yo estoy cerca y estoy lejos
Tengo centenares de épocas en mi breve tiempo
Tengo miles de lenguas en mi ser profundo
Cataclismos de la tierra accidentes de planetas
Y algunas estrellas de luto
¿Recuerdas cuando eras un sonido entre los árboles
Y cuando eras un pequeño rayo vertiginoso?
Ahora tenemos la memoria demasiado cargada
Las flores de nuestras orejas palidecen
A veces veo reflejos de plumas en mi pecho
No mires con tantos fantasmas
Quiero dormir quiero oír otra vez las voces perdidas
Como los cometas que han pasado a otros sistemas
¿En dónde estábamos? ¿En qué luz en qué silencio?
¿En dónde estaremos?
Tantas cosas tantas cosas tantas cosas
Yo soplo para apagar tus ojos
¿Recuerdas cuando eras un suspiro entre dos ramas?
Yo, antes de conocerlo de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 60x60 cm.
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