SUMARIO
Editorial
Gabriel Celaya
La poesía es un arma cargada de futuro
Notas de dirección
Carmen Salamanca
Vicente Huidobro
Despertar de octubre de 1917
Imposible
Charles Baudelaire
El vampiro
Carilda Oliver Labra
El mar
Germán Pardo García
Aire divino
Rafael Alberti
Canción 17
Canción 7
Canción 19
Canción 29
Giuseppe Ungaretti
La muerte meditada
Soy una criatura
Federico García Lorca
Nocturno del hueco
Enrique Molina
Nada de nostalgia
Ninguna esperanza
Carmen Conde
Visión de los ángeles
Raúl Gustavo Aguirre
El inundado
Octavio Paz
La calle
Primavera a la vista
Jacques Prévert
Para hacer el retrato
de un pájaro
Roberto Juarroz
Segunda poesía vertical Nº 69
Joyce Mansour
El ritmo del dinero
He mentido querido asno cuando te he cerrado los ojos
Margaret Randall
Danzando con la cierva
Oscar Cerruto
Cuerda en el vacío
El agua que nos sigue
Gonzalo Vázquez Méndez
Este darse de golpes
César Vallejo
Dos niños anhelantes
Adelanto del libro
“ANTOLOGÍA POÉTICA”
de Miguel Oscar Menassa
El amor existe y la libertad
Flamenco, Tango y Poesía: Soy el cantor
Recital poético de Miguel Oscar Menassa
 
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Adelanto del libro

“ANTOLOGÍA POÉTICA”

de Miguel Oscar Menassa

EL AMOR EXISTE Y LA LIBERTAD

Fui un hombre
amante de la libertad
y los venturosos días por venir.
Después cayeron sobre mí,
la guerra y sus estragos.

La libertad,
se fue poniendo negra entre mis brazos
y aquel bello rostro de los recuerdos infantiles,
su rostro,
se evaporó lentamente entre los ojos de la muerte.

Gritos desesperados saliendo a borbotones,
llamándola por última vez y, ella,
alta y desnuda, ráfaga inalcanzable de cielo,
ordena matar.

II
No sabemos, todavía, no sabemos:
¿Quién está vivo y quién está muerto?

III
A nuestro alrededor
la libertad seguía volando libremente
y volando,
se hablaba de ella en otros mundos
y volando,
había un reino más allá del cielo,
donde la libertad,
entre los soles de las galaxias superiores,
reinaba,
siempre intangible y serena,
la vida de los hombres.

IV
Para vivir, fue necesario
llenarse la cabeza y el alma de ilusiones.

Para vivir, fue necesario,
dejar de vivir.

V
De un ser despedazado hicimos escritura.
Una escritura hambrienta de porvenir,
libertad a los cuatro vientos,
amor, loco y vivaz, entre las letras.

Una escritura desesperada,
desenfrenada buscadora de amor.
de libertad, de humanidad.
Todo lo que no existe.

VI
Tiempo donde toda la música,
era el quejido de los moribundos.
Tiempo donde toda la alegría,
era recuerdo.

VII
Entre los bramidos de la muerte
me hundí en mi propio interior.
Quise encontrar sentido al universo
en el centro de mis tripas.
Hice de mi corazón,
un breve y opulento palacio de cemento.
Puse alambre de púas en mi piel,
me rodeé de fosos,
levanté los puentes levadizos
y puse cadenas a mi alrededor
y cadenas
y reflectores contra el sol
y dejé de escribir, porque temía,
que mi escritura transformara mi vida.

VIII
SILENCIO
era lo único que pedían.

IX
GRITAR
fue el único deseo.

X
Gritando y enmudeciendo para no morir.
Recordando y olvidando todo para no morir.
Levantando y agachando la cabeza para no morir.

XI
Quise volar como los pájaros, gruñir como las bestias.

Quise ser Dios
y me moría de hambre con los hambrientos.
Quise ser millones
y lloraba con los desesperados porque llorar,
es un recuerdo del hombre inolvidable.

La alegría me caló los huesos cuando le opuse
mi primer verso a la muerte.

XII
QUERIDA MUERTE,

a tu pesar,
a mi pesar,
la vida continúa.

XIII
Grotescas olas, cataclismos inesperados,
retorcimiento visceral.
Torturas
y hambre
y pequeños pecados solitarios,
que el tiempo castiga con la muerte.

Un tiempo que todo da lo mismo.

XIV
Un tiempo,
un viento,
un opaco murmullo,
te parte la vida en mil pedazos.
Después, un hombre es lo que es.

XV
Después de la catástrofe escribo versos
y hago el amor porque el amor,
también hace la guerra.

Hablo a mis hijos del movimiento de los astros:
es posible hablar de las estrellas sin tocarlas
y nos quedamos mirando, tranquilamente, la luna,
el vuelo borracho de alguna abeja entre las flores
y nos distraemos con cualquier tontería de la tarde
porque les hará bien, me digo,
que vayan olvidando el nombre de los muertos.
Y sueño todas las noches un futuro brillante
y me levanto buscando un sol que hoy tampoco estará
y busco entre los hombres con quién hacer la guerra,
porque la guerra, también, hace el amor
y escribo versos.

XVI
Creciendo contra todo,
ambicionando todo lo que pronuncio,
le fui poniendo alas,
bujías electrónicas,
motores supersónicos a mi canto.
Y creciendo hice versos
y mis versos creciendo,
fueron mi vida.
Miguel Oscar Menassa
De “El amor existe y la libertad”

 

AFORISMOS

-Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno. (Jorge Luis Borges)

-El cielo se gana por favores. Si fuera por méritos usted se quedaría afuera y su perro entraría. (Mark Twain)

-El que busca el cielo en la tierra se ha dormido en clase de geografía. (Stanislaw Lec)

-La música es la armonía del cielo y de la tierra. (Yuel-Ji)

-¡Alabad el árbol que desde la carroña sube jubiloso hacia el cielo! (Bertolt Brecht)

-El hombre nunca mira al cielo porque siempre lo tiene a la vista. (Jean de Monet)

-El verdadero paraíso no esta en el cielo, sino en la boca de la mujer amada. (Théophile Gautier)

-¿Has cumplido con tu deber? Confía en el Cielo que no te abandonará. (Félix María de Samaniego)

-Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso. (Gustavo Adolfo Bécquer)

-Todas las guerras son santas, os desafío a que encontréis un beligerante que no crea tener el cielo de su parte. (Jean Anouilh)

-Mis palabras suben volando, mis pensamientos se quedan aquí abajo; palabras sin pensamientos nunca llegan al cielo. (William Shakespeare)

-La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie. (José Martí)

-La imaginación abre a veces unas alas grandes como el cielo en una cárcel grande como la mano. (Alfred de Musset)

-Dios es la plenitud del cielo; el amor es la plenitud del hombre. (Victor Hugo)

-Ciertos hombres de mal corazón creen reconciliarse con el cielo cuando dan una limosna. (Georg Christoph Lichtenberg)

-¿Qué hace falta para ser feliz? Un poco de cielo azul encima de nuestras cabezas, un vientecillo tibio, la paz del espíritu. (André Maurois)

-El amor es una fuente inagotable de reflexiones: profundas como la eternidad, altas como el cielo y grandiosas como el universo. (Alfred Victor de Vigny)

-En el Cielo dicen Aleluya, porque en la Tierra han dicho Amén. (San Agustín)

-El mejor destino que hay es el de supervisor de nubes, acostado en una hamaca mirando al cielo. (Ramón Gómez de la Serna)

-Cuando todos los días resultan iguales es porque el hombre ha dejado de percibir las cosas buenas que surgen en su vida cada vez que el sol cruza el cielo. (Paulo Coelho)

-El amor es la última filosofía de la tierra y del cielo. (Francisco de Quevedo)

-Un cuerpo sano es cosa buena; pero un alma sana vale más que todo lo que el hombre pueda desear; un alma sana es lo más hermoso que el cielo pueda concedernos para hacer feliz esta pobre tierra nuestra. (Thomas Carlyle)

 


Pájaro azul de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 61x38 cm.

 

www.miguelmenassa.com

 

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA