JORGE GUILLÉN
España, 1893 |
DE SENECTUTE
(4)
¿Es triste envejecer? “De senectute”,
Circunloquios, argucias y floreos
Se desviven negando la evidencia:
Esta limitación que, silenciosa,
Nos reduce su círculo y se impone
Como el menos cruel de los finales,
Esta conciencia del final... Los días,
Oscuros o radiantes, nos sitúan
Como un espectador, actor a veces,
Junto a los ríos que nos enamoran.
(5)
Viejo, viejo, viejo,
Alegres los ojos,
Ávido el deseo.
Viejo, viejo, viejo.
Ligeras las barbas
Y sabios los huesos.
Viejo, viejo, viejo.
Parlanchín aún
Cerca del silencio,
Final.
(7)
Esta anciana que ha sido tan hermosa
-Hermosura ya envuelta en su leyenda-
Es hoy un personaje de otro imperio
Con la más natural metamorfosis,
Degradación no altera tal decoro.
La voz mantiene su poder intacto.
Caprichos pasajeros de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 50x50 cm.
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Pájaros de madrugada de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 50x50 cm.
Luce en ojos serenos la mirada
Con una autoridad de señorío.
Fue Venus.
(10)
Las horas del amor habrán pasado...
Mientras, ay, la vejez mantiene en medio
De círculos estrictos a quien sigue
Fiel a su juventud, jamás extinta
Dentro de esa prisión que le circunda,
Ajena al yo central más entrañable.
(19)
La edad me pesa en el silencio unánime
De la noche tranquila, grande, sola.
Accidente no hay que me distraiga
De ese mar que tendiendo va su ola.
(20)
Como un buen aventurero,
Cuando muera
Quiero saber que me muero.
Quiero conocer la historia
Verdadera:
Un instante en la memoria.
(24)
Vejez.
Y recordó con su memoria,
Fiel a una esencia que era ya fragancia,
Las horas -muchas, muchas- tan felices
De trabajo, de amor. Y conmovido,
Sintió: ¡qué importa el resto!
-No. Me importa.
(25)
Y mientras sigan átomos danzando
Quedará un Sí triunfante,
Más fuerte que los nones de ese bando
Perdido a cada instante.
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