LA COLUMNA
siempre he tenido la necesidad de
eludir lo inexplicable.
así que aquel día de 1942
tenía 21 años y
estaba sentado en el banco de un parque
con los otros vagabundos,
igual que ellos
cuando los carros de la guerra
pasaron por delante
soldados camino de
la guerra
y los soldados me
vieron,
me odiaron,
empezaron a gritarme y
a maldecirme
a preguntarme qué coño
pensaba que hacía allí.
era el único vagabundo joven
en todo el parque.
los soldados querían que fuese
con ellos.
la columna entera
me gritó y me
maldijo.
a su
paso.
luego la columna
desapareció y el viejo vagabundo
a mi lado
me preguntó: -¿cómo es que
no te has alistado,
hijo?
me levanté y me fui
a la biblioteca.
entré,
busqué un libro y
me senté
a una mesa.
empecé a leer
el libro.
el significado era
demasiado profundo
para mí,
entonces.
de modo que
lo dejé otra vez en la estantería
volví a salir
y esperé.