SUMARIO
J.C. Friedrich von Schiller
Tres palabras de fortaleza
Oda a la alegría
Reminiscencia
Amor y apetito
Friedrich Nietzsche
Solitario
La ciencia alegre
Virgilio
Libro I (fragmento)
Garcilaso de la Vega
En tanto que de rosa y azucena
Soneto IV
Soneto VIII
Heinrich Heine
Mar del Norte
1er ciclo catarsis
2º ciclo preguntas
El regreso
A la espera
¿Dónde?
Degeneración
Canciones de la creación
Anexo
Primavera nueva
Intermezzo lírico
Autoría incierta
En extraña tierra I
En extraña tierra II
En extraña tierra III
Lord Byron
Tinieblas
Estrofas para la música
"Avanza su belleza..."
 
32ª Feria del Libro de Buenos Aires
 
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HEINRICH HEINE

Alemania, 1797

MAR DEL NORTE

1er CICLO
CATARSIS

Quédate en las profundidades,
sueño demencial.
Durante tantas noches
me atormentaste con falsas dichas
y ahora, cual fantasma marino,
me amenazas incluso de día.
Quédate ahí eternamente,
y te echaré, para que te hagan compañía,
todos mis dolores y pecados
y la gorra de bufón
cuyas campanitas tintinearon tanto tiempo
alrededor de mi cabeza
y la fría y brillante piel de serpiente
de la hipocresía
que atenazó mi alma tanto tiempo,
mi alma enferma
que renegaba de Dios y de los ángeles,
alma desdichada:
¡Huy, huy, ya llega el viento!
¡Izad las velas, ved cómo se hinchan!
Sobre la superficie engañosamente serena
vuela la barca.
Jubilosa se expande el alma libre.

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2º CICLO
PREGUNTAS


En una noche como el mar bravío
un joven, medio niño, medio hombre,
con el pecho en pena y la mente en duda
triste y solo interroga a las olas:

"Resolvedme el enigma de la vida,
el doloroso y ancestral enigma
que tantas cabezas se empeñaron en desentrañar,
cabezas con mitra jeroglífica,
magos con birrete, con peluca, con turbante,
y mil cabezas más, pobres, humanas,
bañadas en sudor.
Decidme: ¿Qué significa el Hombre?
¿Dónde está nuestro origen? ¿Adónde vamos?
¿Quién vive más allá de las doradas estrellas?"

Las olas susurran lo de siempre
y el viento sopla y las nubes pasan.
El firmamento está indiferente, frío,
y un necio aún espera respuesta.

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EL REGRESO

XXXVI

¡Eh, tú!, no te mofes del diablo,
pues breve es el camino de la vida,
y la perdición eterna es
mejor no tomarla a chanza.

¡Eh, tú!, paga ya tus deudas,
pues largo es el camino de la vida,
y aún has de volver a pedir,
como otras veces, de prestado.

 

A LA ESPERA

I

Me pregunto al levantarme:
¿vendrá mi adorada hoy?
Me lamento al acostarme:
tampoco ha venido hoy.

Por la noche, atormentado
y sin sosiego estoy,
durante el día, soñoliento,
deambulando voy.

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¿DÓNDE?

¿Dónde podrá decir el trotamundos
que halló por fin su último descanso?
¿En el sur, frente al mar, bajo palmeras?
¿O bajo tilos junto al Rin, tan manso?

¿Qué extranjero me hará la caridad
de una tumba, y en qué desierto extraño?
¿O quedaré tirado en una playa
de aún no sé qué mar del desengaño?

¡Qué más da! Caiga donde caiga
ha de haber cielo, y estará estrellado.
Además, como yo ya no seré mi cuerpo,
el dónde me trae sin cuidado.

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DEGENERACIÓN

¿También la naturaleza desmerece,
adoptando defectos humanos?
Las plantas y animales, me parece
que ahora mienten como todos.

No creo ya en el casto lirio
con el que la mariposa está retozando.
La muy fatua lo besa, y por último
se lleva su inocencia volando.

De las modestas violetas
no tengo tampoco mejor opinión.
Te seducen con su perfume coqueto,
mas las guía su secreta ambición.

Incluso dudo de que sienta
lo que canta el ruiseñor:
exagera, solloza y trina
sólo por rutina, creo yo.

La verdad se va de la tierra,
también la fidelidad murió.
Los perros apestan y mueven la cola
pero fieles ya no lo son.


La ruta del conocimiento. Óleo sobre lienzo 60 x 60 cm. de Miguel Oscar Menassa
NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA