SUMARIO
Editorial
Francisca Aguirre
Última nieve
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Carilda Oliver Labra
¿Así que ya hace un año?
Edgar Morisori
Tierra que sé
Horacio Armani
A Dylan Thomas
Lo inalcanzable
Recuerdo un mediodía
Dispuesto al cambio
No saber
David Hervert R. Laurence
Sombras
Adelanto de la "Antología Poética" de Miguel Oscar Menassa
A los cuarenta y cinco años
El hombre vuela,
se hace nostalgia, vuela
Aforismos
Agenda Grupo Cero

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HORACIO ARMANI

Argentina, 1925

A DYLAN THOMAS

Qué sé de él, de ese raro
buhonero borracho
que enrarecía el aire con estremecimientos
parecidos a imágenes;
qué sabré nunca de su enconado existir frente al mar,
azorado por gritos y visiones,
lanceado por su deseo
de asir la paz de los desesperados?

Ni siquiera comprendo
bastante su poesía, ese idioma
que se rompe en chasquidos lúgubres cuando lo intuyo.

Como a tantos otros que se rebelaron
contra la costumbre,
predecesores o contemporáneos, lo veo
naufragando en la inutilidad,
la mano perdurante abrazada al madero,
la mirada extendiéndose
en una perspectiva donde abunda la muerte.

Reposa, gris, fuergo, acechante poeta:
descansa en este libro como en la nube hallada
un día de noviembre, recitando tus versos
para nadie, sabiendo que tu nombre
condenado a la moda
ingresaría decorosamente
en el vacío del saber cotidiano.

Sé lo que quieras, ahora que tu vida
asume esa leyenda que abrillanta tus versos
con agrios halos de alucinaciones,
donde no estás, ni está la vaharada de desgracias
que heredaste sin querer, desplegándola
en una correría desbocada
de inocencias culpables.

Si sobrevives aún en esa noche
donde encienden sus fuegos
los desechados, vuelve los ojos,
la impaciencia, el aullido
a esta voz mía que se hunde
con remota delicia
en el rabioso coro de los otros oscuros fracasados,
los ínfimos,
los amargos que nacieron sin mito.

LO INALCANZABLE

¡Qué importa
ese absoluto desprendimiento!
Qué importan los deseos,
la inalcanzable
nada,
las escoriaciones que la memoria
se complace en atesorar.

He visto
países lejanos, algunas cosas
he conocido,
y sobre todo una sombra
que se demoraba
sobre redes tendidas
y resacas
y pescados agonizantes.

Qué importan los viajes,
esa lúgubre fantasía.

Hay otras regiones
rodeadas por la niebla:

el desamparo se extiende
con remotas posibilidades
donde las palabras y las imágenes tiemblan
y descienden
con alas perniciosas
hacia un escarnio delicado,
desventuradamente perdido.

Qué importan las distracciones
ante ese alrededor de miedo.

Piénsate como algo
que vive fuera de ti mismo,
fuera del mundo,
más allá de todos los mundos.

Qué queda.

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA