SUMARIO
Editorial
Gloria Fuertes
No perdamos el tiempo
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Rafael Alberti
Sonetos corporales
Alejandra Pizarnik
Quien alumbra
Gioconda Belli
Incomunicados
Preguntas
Secreto de mujer
Gabriela Mistral
Noche de metales
Enrique Molina
El paso de los días
Fernando Pessoa
Si te quieres matar, ¿Por qué no te quieres matar?
En las plazas del porvenir -tal vez las mismas que las nuestras-
Carilda Oliver Labra
Palabras perdidas
Oliverio Girondo
Persuasión de los días
Aforismos
Adelanto de la "Antología Poética" de Miguel Oscar Menassa
Ahora harán conmigo el monumento al pene
 
Estudia psicoanálisis. Temporada 2018-2019

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Adelanto del libro "ANTOLOGÍA POÉTICA"
de Miguel Oscar Menassa

AHORA HARÁN CONMIGO
EL MONUMENTO AL PENE

Querida:

Te lo dije en silencio,
no sueltes las amarras,
la libertad no existe.

Existe el desatino, las sombras,
la tonta esclavitud, del hombre,
por sus ocupaciones, por sus sexos.
Una colección de ultramodernos,
pequeños animalitos y grandes maricas.

Soy, te lo dije en silencio,
el último padre de occidente,
el último amante,
el fin del amor.

Entre la muerte y el deseo hablo la vida.

Te nombro amada, te nombro
y no me alcanza con nombrarte.

Recuerdo, cálidamente,
tu sangre sobre mi piel,
aquel delirio celular,
tu cuerpo en mi cuerpo.

Hablamos y dijimos: es imposible ser.
Recuerdo, sin embargo, bien amada,
argucias, históricas, inesperadas,
contra la propia vida de los hombres.

Tu carne, amada, esplendorosa carne,
racimos de humanidad por todas partes.
Llagas, heridas por doquier. Sangres,
entre nosotros, recordando la muerte.

Ahora, me lo digo, no va más.
Soy un artista.
Una catástrofe del alma.
Una fe destrozada por la historia,
del hombre una fatal encrucijada.

Estar al lado mío, para mí, sería suficiente.

Un hombre que a nadie pertenezca,
con sus propios sentidos, amores,
una cadena de palabras, vida, deseo,
goce inagotable.

El pene, te lo dije, era una imperfección.

Deseo del hombre que deseaste,
que te quedes conmigo, detenida,
quieta en el alma, conversando.

Quisiera confesarte que soy un solitario.

Desde el principio de los siglos,
entre fieras, vivo carnes y hartazgos.

Soy el poeta,
en mi cuerpo profundo y milenario,
al borde de los abismos de la locura,
escribo, lentamente, mis versos y miro,
tu desenfrenada carrera hacia la muerte.

Haciendo el amor el tiempo siempre sobra,
somos millones y millones, miles de siglos,
compartiendo mi pan y mis venenos y, aún,
mis tontas preocupaciones por el hombre.

Esta vez se trata de gozar, vivir.
Basta de experimentos, basta de ser,
deseo que desees,
no te necesito,
hagamos el amor.

De “Poemas y cartas
a mi amante loca joven poeta psicoanalista”


Deseo de nada, de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 46x33 cm.

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA