SUMARIO
Miguel Oscar Menassa
Cumplir 60 años. Prisionero
Rafael Alberti
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Casi son

Balada de los dos hermanos
Estáis de acuerdo
De los álamos y los sauces
Olga Orozco
Mutaciones de la realidad
Densos velos te cubren, poesía
Continente vampiro
La imaginación abre sus vertiginosas trampas
Aforismos
Presentación de "Alas de Libertad "
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RAFAEL ALBERTI

España, 1902


El alquimista de Miguel Oscar Menassa. Óleo sobre lienzo, 60x50 cm.

BALADA
DE LOS DOS HERMANOS

Dos caminos,
hermano,
dos caminos:
el derecho,
el izquierdo.
Míralos.

Pero tú te marchaste con los santos,
las engañadas vírgenes
y los hombres extáticos.
El oro imaginario de los cielos
se convirtió en el oro de los Bancos.
Las alas de los ángeles se volvieron cuchillos
y tú,
hermano,
un rico militante reaccionario.

Que la Iglesia te premie,
que te premie tu Estado,
que el Papa
ponga su pie al alcance de tus labios;
que los obreros y los campesinos
te cuelguen de una estaca como un espantapájaros.
Así tu muerte hará crecer sus trigos.

Dos caminos,
hermano:
el derecho,
el izquierdo...
Hacia ti avanzo yo desde este lado

www.miguelmenassa.com

 

 

CASI SON

... negro tienen muerto.
Félix Lope de Vega

Negro, da la mano al blanco.
Blanco, da la mano al negro.
Mano a mano,
que Cuba no es del cubano,
que es del norteamericano.

¿Ves, ves, ves?
El negro va a cuatro pies,
el negro baila la rumba,
y aunque se vuelva tarumba
del derecho o del revés,
¿ves?
el negro va a cuatro pies.

Mano a mano
que Cuba no es del cubano.

Digo, dice, dice, digo...
digo que el cañaveral
sabe muy bien que el Central
muele con viento enemigo.

Te lo dice un negro amigo:
Blanco, ¿tú no ves
que el negro va a cuatro pies?
¡Tú, tan listo, y no lo ves!

Los yanquis vienen volando,
urracas azucareras,
urracas que urraqueando
hasta nos están llevando
el aire de las palmeras.

Negro, da la mano al blanco,
dala ya,
dásela ya.
Blanco, da la mano al negro,
dala ya,
dásela ya.
Y al yanqui que viene y va,
negro, dale ya,
negro y blanco, dale ya.

Mano a mano,
contra el norteamericano.
Negro, mano a mano,
blanco, mano a mano,
negro y blanco, mano a mano,
mano a mano,
mano a mano.

(Por el mar Caribe me bajaba el cielo
la voz firme y pura de Juan Marinello,
la desconocida de Pedroso y el
recuerdo mojado de José Manuel.
Diez era de mayo cuando el “Siboney”
zarpó de la palma cubana al maguey
que el mar mexicano citó a recibirme,
las dagas abiertas, gentil, para herirme.)

www.editorialgrupocero.com

 

 

125.001 ejemplares: NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA