SUMARIO
Editorial
Mary Oliver
Gansos salvajes
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Piedad Bonnett
El comienzo de las cosas
Las cicatrices
Los imperturbables
Charles Bukowski
El genio de la multitud
Manuel del Cabral
Sexo cumpliendo
Luis de Góngora
¿No me bastaba el peligro...?
E. E. Cummings
La mentira del no
Herman Hesse
Lobo estepario
Gabriel García Márquez
Soneto matinal a una colegiala ingrávida
Silvia Plath
Aprensiones
Charles Baudelaire
La giganta
Raúl González Tuñón
Baudelaire
Julio Cortázar
El encubridor
Adelanto del libro
“ANTOLOGÍA POÉTICA”
de Miguel Oscar Menassa
Puesta en escena
Aforismos
Agenda Grupo Cero

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Charles Bukowski

Alemania, 1920

EL GENIO DE LA MULTITUD

Hay suficiente traición, odio, violencia y necedad en el ser humano corriente
como para abastecer cualquier ejército o cualquier jornada.
Y los mejores asesinos son aquellos
que predican en su contra.
Y los que mejor odian son aquellos
que predican amor.
Y los que mejor luchan en la guerra
son al final aquellos que predican paz.
Aquellos que hablan de Dios necesitan a Dios.
Aquellos que predican paz no tienen paz.
Aquellos que predican amor no tienen amor.
Cuidado con los predicadores
cuidado con los que saben.
Cuidado con aquellos que están siempre leyendo libros.
Cuidado con aquellos que detestan
la pobreza o están orgullosos de ella.
Cuidado con aquellos de alabanza rápida
pues necesitan que se les alabe a cambio.
Cuidado con aquellos que censuran con rapidez:
tienen miedo de lo que no conocen.
Cuidado con aquellos que buscan constantes
multitudes; no son nada solos.
Cuidado con el hombre corriente, con la mujer corriente,
cuidado con su amor.
Su amor es corriente, busca lo corriente.
Pero es un genio al odiar
es lo suficientemente genial
al odiar como para matarte, como para matar a cualquiera.
Al no querer la soledad
al no entender la soledad
intentarán destruir cualquier cosa que difiera de lo suyo.
Al no ser capaces de crear arte
no entenderán el arte.
Considerarán su fracaso como creadores
sólo como un fracaso del mundo.
Al no ser capaces de amar plenamente
creerán que tu amor es incompleto
y entonces te odiarán.
Y su odio será perfecto
como un diamante resplandeciente
como una navaja
como una montaña
como un tigre
como cicuta.
Su mejor
ARTE.

Manuel del Cabral

República Dominicana, 1907

SEXO CUMPLIENDO

Digitales delicias gobiernan superficies.
El lecho cruje,
cruje de pueblo fabricado a besos.
De pronto un sudor blanco roba el futuro en gotas,
y un sabor hay de mar que busca no ser agua,
sabor de ropa derrotada a clima,
a ternura de plumas prisioneras,
a mañana que anda por su cuerpo,
por su aluvión de tibia nieve a sueldo:
censo precipitado, derretido,
pequeña muerte desprendida viva.
Desprendida,
invadiendo dominios de líquidas raíces,
y a ocultos empujones azules, por sus venas:
nadadores extraños, materiales secretos
que galopan cruzándose de vida;
un resbaloso mundo de minutos con siglos,
un semental tumulto que anónimo prepara
espacios dolorosos,
números obligados a levantarse como héroes…
Sin embargo, gomas hay ataúdes,
redes para mariscos terrenales,
se coagulan sus ángeles sin puerta,
cielo de caucho eunuco los ahoga,
mata sus puros empujones blancos,
mata sus furias de humedad reunida.
Pero terca,
toda la zoología se le sube a su cuerpo,
por sus manos elásticas como palabras,
por el valiente oficio de pan que hay en los senos,
anda un blando, anda un suave,
anda un dulce silencio de leopardo.
Y la materia tiembla,
tiembla sobre boticas y birretes,
sobre encuadernadores de siglos educados,
y como un dios que entra
apartando trigales enlutados,
sólo su clima sólido de súbito
abre auroras profundas, vigiladas,
para poner de pie cada año a la tierra.

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA