SUMARIO
Editorial
Miguel Oscar Menassa
Adiós, pues
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Mujer y Poesía
María Chévez
Mujer americana
Hoy es un día interesante
Presencia de la Guerra
Buenos Aires, aún te amo
Avatares
Lucía Serrano
Lo que siento es amor
Fue en la cárcel
¡Oh Bestia!
Cura de humildad
Bestia Iluminada
Adelanto de la "Antología Poética" de Miguel Oscar Menassa
Jubilación
En el mismo momento
Aforismos
Convocatorias
Flamenco, Tango y Poesía
Estudia Psicoanálisis

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MUJER Y POESÍA

MARÍA CHÉVEZ

HOY ES UN DÍA INTERESANTE

es un día interesante.
Hoy cumplo años.
Y aquí estoy, entre lo que permanece.
Ha sido una semana formidable
muchos me olvidaron
muchos me amaron, y en otros muchos no existí.
Un mundo de poesía es el que esta noche acude a mi mesa.
Me acuna y me canta.
Tenazmente, me señala este tiempo
ni peor ni mejor,
con simplicidad corre
cual arroyuelo montañés y escarpado,
vida regalada, dada de beber.
El sabor acre de días algo amargos entorpece mi lengua
intenta llegar hasta mis labios.
Segundos después acuden resonancias
de un universo
vacío y anegado.
Y yo
contando, sumando, deshollinando
imágenes de extraterrestres en la arena.
Mil veces en un día me encuentro en tiempos
complejos, extraplanetarios.
Mil veces en un día me sumerjo en las trastocadas
historias del mundo en que respiro.
Decadentes imperios se desploman
las aguas se llevan trozos enteros en Nueva Orleans.
Todos los días nos vigilan
-metralletas o bombas en la mano-
desde pantallas reflejantes de una realidad
cada minuto escamoteada.
Y este año no confieso.
Quizás haya ofensas que no olvide.
O amores extraordinariamente amados.
O promesas pronunciadas.
A lo mejor hay algunos a los que protejo,
seres infinitos y maravillosos que llevo
enlazados a mi propia piel.
También ¿quién dice que no?
Intereses, proyectos y consolidaciones
extendiéndose como mantos, como mansiones
como viento casi huracanado,
por los confines del planeta,
por ahora mi universo.
Y sin embargo,
me abriré
al esplendor
del invierno
como esas flores intensas y pasionales cultivadas
a cubierto, sin cambio climático.
Porque habrá un momento donde mi cuerpo
como un traje me abandone
y yo desaparezca
para hallar
el eco viviente de mi voz.

 

PRESENCIA DE LA GUERRA

Es que hoy
los muertos
se amontonan sobre mi mesa y cada veta, noble caoba,
adquiere contornos de magullones, huesos quebrados,
vísceras sangrantes tornándose óxido de aire.
Y no la aguanto, vida,
cuando latiéndome desde muy adentro
me señalas compromisos y dones
favores y también barrigas llenas.
Creerán que es culpa esta tensión violentando mi alma
y es rabia
cuerpo destrozado
impotencia
vagina sollozante de frialdad.
Es que hoy
tengo llena de mutilación y osamentas esta imaginación
calenturienta con que tú, mi vida, me has dotado.
Hoy
no pacto
contigo ni con nadie.
Hoy
muero
con éstos, mis muertos semejantes.
No me atraen espacios ni sonidos
ni tus guiños tiernos, vida mía
hoy
extenderme con este osario que cubre el universo.
y hoy sobre todo
no aparto de mis ojos
estas lágrimas que vierte mi ceguera.
Hoy ni canto ni aúllo
ni bailo ni sueño.
Hoy te arrojo cuerpo mío
a la podredumbre
a los cadáveres
a las fosas comunes
a las pieles reventadas
de tortura.
Hoy no amo.
Hoy me lanzo
al desconocido campo de batalla
como un misil maligno olfateando rastros,
angustia entre los soldados
cubiertos e imantados de las más grandes palabras
monedas gastadas de lo más sagrado
donde la venganza y la codicia copulan y matan. Geografías
donde el tiempo vomita hedores mortíferos y hambre
sobre la carne gloriosa
en cada mujer, en cada hombre
entre los niños y los ancianos.
Es que...
esta presencia abrasante de la guerra
-más que triste-
me pone en la boca un sabor amargo
y me quedo quieta, vacía,
detrás de mis labios
cerrados.

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA