PARA EL VEINTICINCO DE OCTUBRE
DE 1828
Si quieres vivir bien y solazarte,
del pasado no debes preocuparte,
y si algún menoscabo padecieres,
no te apures y sigue en tus quehaceres.
Despierta en la mañana cada día,
cual un recién nacido, y sin porfía,
aguarda que él te trace su dictado,
que cada día tiene su cuidado.
Aunque tu propia obra te complazca,
harás por apreciar lo que a otros plazca;
procura sobre todo a nadie odiar
y deja que Dios ponga lo demás.
* * *
Fija el poeta los ojos en el vulgo
y ve a los hombres, presa de sí mismos,
tan pronto alegres como tristes, mustios,
pero el poeta persigue su designio.
Para lograrlo, su camino propio
de seguir trata y se lo muestra el prójimo:
luego baja la frente ante su sino.
* * * * *
Mocito, señala a tiempo
alto blanco a tu saeta;
que las Musas acompañan,
mas no guían al poeta.
Johann Wolfgang von Goethe
|
El calendario chino data del siglo XIV a.C y se sabe que fue creación del emperador chino Huang Di, conocido popularmente como el 'emperador amarillo'. El calendario creado en esa época se caracterizó por ser de tipo lunar, estableciendo cinco ciclos de doce años de duración.
Este año 2019, el año nuevo chino se celebra el 5 de febrero, que inaugura el año del cerdo. Las características de este signo son nobleza, sociabilidad, honestidad y el gusto por disfrutar de la vida. Son muy trabajadores, excelentes amigos y organizadores de la comunidad, por naturaleza. En general no están dispuestos a engañar o hacer política detrás de la escena.
Sabemos que en nuestra cultura la palabra cerdo no tiene esas connotaciones, más bien al contrario, es un insulto o, como mínimo, una mala calificación de quien se hace acreedor de ella.
Esto nos da que pensar en las múltiples diferencias entre los habitantes de este mundo, que se muestran en la concepción del bien y del mal, la belleza, la suerte. Es ingenuo pensar en un bien común para la humanidad, en un sistema que satisfaga a todos y que colme las necesidades y expectativas de cada uno.
A lo más que podemos aspirar es a utilizar el lenguaje de la mejor manera: aprender a dialogar, a escuchar al otro y ceder en algo nuestras demandas para llegar a un acuerdo. Y no es poco.
Viendo los conflictos que nos aquejan, que no queremos solucionar (aunque digamos lo contrario), que acaban hiriendo gravemente la convivencia y enquistándose en la sociedad, deberíamos replantearnos nuestros métodos.
Volviendo al comienzo, quizá no nos vendría mal ser un poco cerdos, en el sentido chino del término. Feliz año.
Carmen Salamanca
Directora
Y allí comprenderéis, de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 38x46 cm.
|