SUMARIO
Editorial
Stéphane Mallarmé
Angustia
Notas de dirección
Carmen Salamanca
Germán Pardo García
Los crepúsculos del silencio (I)
Los crepúsculos del silencio (II)
Vicente Huidobro
El paso del retorno (I)
El paso del retorno (II)
Monumento al mar (I)
Monumento al mar (II)
Miguel Oscar Menassa
Adelanto del libro
"Antología Poética"
Soy el fino perfume de una tierra perfectamente helada
Somos el fruto maduro de una estación lejana
Socorro no puedo detener mis palabras
La patria del poeta
Balbucear
Frescores
Norma Menassa
El decadentismo (II)
Recital de Poesía
Día de la Mujer Trabajadora
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Adelanto del libro
“ANTOLOGÍA POÉTICA” de Miguel Oscar Menassa

BALBUCEAR

Balbucear
cuando ya no queda otro camino
balbucear
aunque poco de a poco
ir diciendo.

Primero una palabra solitaria
después de la palabra
vendrá el recuerdo
y las palabras del recuerdo
que nos recuerden la palabra.

Temblando
llorando
llenos de miedo
no dejar de decir.

Me fui cayendo
y por una artimaña del destino
me veía caer.

A veces
iba cayendo como la nieve
lentamente
más que caer
el verdadero juego era volar.

Olímpico hielo algodonoso
me posaba sobre las almas
y en la oscura pasión
de los encuentros
un instante era yo
luego otra cosa.

A veces volar era caerse
violentamente
contra la nada
contra la tierra
contra una mujer.
Piedra
granizo serpenteante
caía sin parar.
Calor endurecido
vértigo de llegar al final
atravesaba todos los confines.
Bestia condenada a morir
atravesaba el alma.

Fui libre todo lo que quise.

 


Cuidando el vuelo de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 50x50 cm.

De tanta libertad
me fui llenando las manos
y los ojos
de violentas miserias.

La soledad y el hambre
en cada libertad
se apoderaban de mi mente
y rumiaba la libertad
como si la libertad
fuera un pasto salvaje
y yo una fiera.

Libertad inútil libertad
y mordía una vez más ese vacío
y salía a la calle
y los mercaderes me miraban
con malos ojos
y algunos amigos me decían:

Estás adelgazando
seguir así
te llevará al silencio
alguna tarde morirás.

Muerto
yo los miraba
entontecido sin comprender.
Envolvieron mi cuerpo
con delicadas prendas
como nunca nadie me había visto
y se gritaban unos a otros:

La libertad vivía en él.
La libertad ha muerto.

Miguel Oscar Menassa
Del libro “La poesía y yo

 

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA