SUMARIO
Editorial
Miguel Oscar Menassa
Notas de dirección
Carmen Salamanca
Novedades 2012
Los secretos de un psicoanalista
Poética del exilio
Cielos olvidados
Sentimientos desde el corazón
El fantasma rapero
Letras y más números
La brevedad del silencio
Medicina Psicosomática II
Alicia en el País del Psicoanálisis
La mujer del siglo XXI
Grafittis en el cielo
Mi traje jardín
Los papelitos secretos del Estado de ánimo
Tu cuerpo es el amor
Psicoanálisis.com
Quisiera...
Esquizofrenias y otras pasiones
Mejor hablar
Poetas del fútbol
Aprendiendo a escuchar en la empresa
Socios de Honor
Frescores
Césare Pavese
De una nueva literatura
Aforismos
Descargar nº 134
en PDF

TU CUERPO ES EL AMOR
Miguel Oscar Menassa

Nací cuando tuve que nacer, después crecí todo a su tiempo: los dientes, el gateo, mis primeros pasos, mis primeras palabras. Lo único desmedido fue tomar el pecho hasta los quince meses. Yo mismo cogía una silla pequeña y la arrastraba hasta donde estaba mi madre, me sentaba en la silla y le decía:

-Ven, dame la teta, que hoy no te voy a morder.

Lo recuerdo como si fuera hoy: un churrasquito y la teta, un vasito de vino y la teta, una larga conversación con el padre, de por qué los niños tienen que crecer y eso es una mierda, y la teta.

Una mañana, cerca de mediodía, me quedé sentado en el patio al sol y no arrastré la silla y no le dije nada a mi madre. Me puse a jugar, pensativo, con unas hojas secas de malvón.

Mi madre comenzó a llamarme desde la cocina:

-Miguelito, MigueLITO, MIGUELITO...

Después la vi venir caminando hacia mí con tres botones de la blusa desabrochados y la turgencia de sus pechos, amenazantes, clavados en mi boca. Con voz de tonta, asombrada, me dijo:

-El nene no quiere tomar la teta. ¿Qué le pasa? ¿Nene malo está enojado con la mamá buena?

Yo la miraba desesperado, golpearla, ya la había golpeado varias veces y no servía de nada. Se trataba de pronunciar una frase, decir alguna palabra que contuviera ese volcán.

Ella insistía, allí donde mujer y donde madre, varón por fin, “a éste no se lo lleva nadie” y desabrochaba con crueldad el cuarto botón de la blusa y por ese tajo se desprendían sus pechos de geranios, maduros de leche y de sonrisas y, ahora, daba otro paso más y con voz de tonta, asombrada por mi silencio:

-No me come más, mi nene, no me habla más, seguro que no me quiere más. A ver mi pijita dulce. Mi MACHO.

-Termínala mamá.

-Termínala tú, estúpido, ¿acaso no te gusta la teta?

-Sí, me gusta, pero...

-Y, entonces, por qué hace renegar a su madre. A ver, ¿qué es lo que su madre tendría que ponerse a hacer si usted deja de tomar la teta? Usted deja de tomar la teta y ¿qué quiere, que me vuelva a acostar con el asqueroso de su padre?

-¡Pero mamá!

(...)

PVP: 15 € (112 págs.)

 

PSICOANÁLISIS.COM
Amelia Díez Cuesta

SESIÓN SESENTA Y CUATRO

JORGE: Cuando lo que es fácil me resulta difícil es porque hay una manera de pensar que tiene que cambiar en mí, una manera de pensar el hacer o el no hacer... tengo por costumbre o tenía porque si lo puedo hablar ya no me pasa eso que me pasaba... tenía por costumbre mirar hacia el pasado buscando lo no hecho, podría decir que el pasado era una de las fuentes de mi remordimiento, re–morderse, morderse y morderse, mi alto grado de narcisismo en lugar de estar legislado en la organización de un proyecto se saciaba en mí mismo, me perdía gran parte del mundo, mi relación con los mayores, con lo hecho por otros, el mundo de mis compañeros y el mundo que nace después de mí... en definitiva, el perdido era yo, el mundo me perdía y yo era lo perdido... me alegra haberme encontrado... en este mundo... en esta vida... en este análisis... hoy no quería venir, y ¡no me pregunte cómo lo sabía! No es algo que pensé o sentí o se me ocurrió, es una frase que digo ahora y tiene su sentido ahí donde la he dicho...

PSICOANALISTA: ¿Tal vez no quería venir a ese tema?

JORGE: He llegado a aceptar a los otros, eso es verdad, pero no quiero saber nada de ello... del ello que se juega en mí cuando hay otros, cuando esos otros marcan con su pulsión su frase, cuando...

Suena un teléfono...

PSICOANALISTA: ¿Continuamos la próxima?

JORGE: ¿Si el teléfono es más importante que yo?

PSICOANALISTA: En todo caso es tan importante como su sesión... pero también es cierto que usted, a veces, se pone delante de sus cosas.

JORGE: Menos mal que, al menos, logré arrancarle una interpretación.

PSICOANALISTA: Las interpretaciones se producen... no son mías.

JORGE: ¡Ah! Eso quiere decir que tampoco son mías... bueno lo serán si las hago mías. Gracias por atenderme. Pienso que me ha atendido pudiendo haberme suspendido la sesión desde el comienzo.

Jorge caminaba hacia su coche con una alegría imprevista y pensó “estoy crecido, psicoanalíticamente hablando, puedo lo que no imaginaba poder”.

PVP: 15 € (176 págs.)

 

www.indiogris.com

 

QUISIERA
Nuria García-Rollán

PALABRAS

Revelaré de tu boca palabras,
esas palabras de amor
que tanto me gusta escuchar
y sentirlas de corazón.
Cada latido es un sentimiento,
cada palabra es un flechazo.
Y así es el amor cuando
dos están enamorados y se
quieren de corazón.
Con esas palabras que
me dejaste y que las guardaré
en este verso de amor.

SUEÑOS

Quisiera sentir el más dulce
despertar de un beso de amor
en esta mañana
de verano donde el sol
se confunde con nuestros labios
y quema como una llama
que devora y
que consume
apasionadamente en esta mañana
de verano,
donde los sueños son sueños y
hasta que amanece los sueños serán
besos, hasta la mañana siguiente.

PVP: 10 € (49 págs.)

 

www.elblogmaravilloso.com

 

ESQUIZOFRENIAS Y OTRAS PASIONES
Norma Menassa

A MANERA DE PRÓLOGO

Un recorrido dando cuenta de mis lecturas, donde todas las voces sin confundirse, completan un decir que fue tomando forma en el tiempo de producción de este libro, como si la conjugación de todos esos tiempos fuesen la antípoda y alguna posible respuesta a la atemporalidad en que se inscribe la psicosis.

La magnificencia de la especialización médica queda relativizada por la pluralidad usada en el título: “Esquizofrenias y Otras pasiones”, que tan sólo es indicativo de que son distintas versiones que giran alrededor de un rigor científico que no termina de concluir como si fuesen formas de un decir sin ninguna certeza.

Fueron canales abiertos por los que pude ingresar a un mundo donde la memoria profesional fue dejada de lado, para que éstas diversas lecturas fueran las encargadas de abrir un sistema alejado de la cronicidad y de la cosificación a los que pueden ser condenados ciertos casos clínicos donde la alienación despliega su abanico entre las producciones del lenguaje, de lo familiar, de lo institucional, de lo social, de la política, y que también guió los pasos de aquellos que tenían como misión leer e inscribir a las psicosis dentro de las diferentes nosografías que padecían el sometimiento de las épocas.

Tuve que anclarme a estas lecturas de escrituras que otros antes que yo habían realizado y construir con ellas esta realidad, que me permitió diferenciar la producción conceptual de la producción psicótica, e interrumpir ese parelelismo que a veces observamos entre algunas elaboraciones conceptuales nuevas y por lo tanto innovadoras, verdaderos inventos o aperturas científicas y artísticas que pueden ser verificables y que tienen un grado de utilidad para la sociedad, de la problemática general que plantea la psicosis, como producciones que llevan implícitas la promesa de una inmortalidad que transcurre en plena libertad, sorda a los gritos que nadie escuchó cuando Nietzsche decía: “Dios ha muerto”, y que derivaron en el psicótico en una falta de autoría en los juegos de palabras, porque no había distancia entre el que está sujetado al lenguaje, que se transforma en un ser para la muerte, y aquél que deja de ser representado por un nombre para ser invadido por un lenguaje que con mucha crueldad habla en un idioma que él no comprende.

Mi agradecimiento a S. Freud, J. Lacan, P. Rivière, M. Foucault, Deleuze, Guattarí, P.L. Assoun, Rudinesco, G. Bataille, M.O.Menassa, y a todos los otros autores que leí, que me permitieron realizar esta construcción.

PVP: 15 € (144 págs.)

 

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA