Todo está bien y todo está mal.
La mujer,
el hombre,
debate su ser entre las pocas palabras que conoce.
Una especie de pequeña oración en medio del tumulto.
Un pequeño dios a punto de morir,
contra la inmensidad de las partículas atómicas,
creciendo por doquier.
El sangrante búfalo de plata a punto de extinguirse,
última manada de luz,
al borde del fusilamiento.
Al borde propio de pronunciar sus primeras palabras:
Estamos.
Fuimos lo que muere del hombre.
La soledad.
Y un resumen
es también un pacto con alguien.
Una conciliación de la letra con la política.
Yo es cero,
no tiene explicación.
No se puede reducir a nada que termine.
Tampoco, al universo.
Candado de apertura,
yo es cero
es
puesta en escena de lo que recién comienza.
Estamos en la época del temblor.
El que habla tiene una prenda.
El que escribe es un solitario.
Estamos en una edad,
donde lo verdadero se confunde con la acción,
el resto por ahora,
debemos saberlo,
psicoterapias para las almas inexpertas,
para los que aún,
sin quererlo,
y como soportando una desgracia,
sostienen la ideología dominante.
La Gran Ideología,
la que viene impresa en las proteínas de la leche.
Y acción querrá decir, entonces,
transformación radiante,
verificable en el campo de las relaciones sociales,
donde ya dijimos,
se desarrolla
la ética de los poderosos.

PVP: 15 € (160 págs.)

CIELOS OLVIDADOS
Carmen Salamanca Gallego

LA CARNE

Al cumplir 49 años.

Esta vez, sí ha pasado el tiempo.
Una hendidura divide mi pecho
entre la exuberancia de las manos
y matrices de hembras, que alguna vez fui.

Nunca trepé por mi historia,
más bien, me complacía en exasperar
preguntas y remachar el presente,
como si jamás hubiese perdido nada.

Bajo la idolatrada piel,
caparazón omnipresente de mis despojos,
estrella de idas y venidas a lo infinito,
se destapaba, ahora, mi carne en titulares.

Había intentado esquivarla
ignorando su voracidad imprevisible.
Exenta de circunloquios, esa carne
exigía un lugar en mi alma.

Algo aturdida por el encuentro,
busqué en los archivos de mi ser
útiles precisos para desmenuzar
tamaña invasión sobre mis huesos.

Hubo siglos de incertidumbre
donde ella apenas existía,
humillada, desaparecida, ausente
de aquella estructura de fibra y metal,

hebra y sarmiento, que se retorcía
sobre sí misma a espaldas del volumen.
Fueron tiempos de afilado perfil:
hasta mi sombra, alucinaba su extinción.

Después, el cosmos trituró proporciones,
pesos y medidas fueron alterados
bajo el capricho de los dioses que, impunes,
ensayaban su sarcasmo a mi alrededor.

Hoy, en el límite exacto de tu nombre,
quiero firmar la paz: compartiremos
cuerpo y palabra, sin tiranía,
hasta que el tiempo diga: se acabó.

PVP: 10 € (72 págs.)

QUIERO

Las dudas ofenden
los celos duelen
el silencio daña.

Por eso quiero:

Una vida sin dudas
un amor sin celos
una casa sin silencios.

PAZ

Que dejen de sufrir
las gentes de mi tierra.
Que los niños puedan
jugar, estudiar y reír.
Que los abuelos puedan
pasear sin miedo y sin temor.
Que los hombres puedan
estar en sus casas.
Que las mujeres dejen
de lavar ropa ensangrentada.
Que tú puedas ser mi hermano.
Que yo pueda ser tu hermana.
Sin color
sin raza
sin religión.
¿Qué más da de qué país o nación?

Quiero dejar de oír
las balas sobre mi cabeza.
Quiero escuchar
el canto de los pájaros.
Quiero dejar de ver
los aviones de caza
surcando el cielo.
Sólo quiero ver
el sol y las estrellas.
Quiero
PAZ
ALEGRÍA
Y FELICIDAD.

PVP: 10 € (80 págs.)

EL FANTASMA RAPERO
Víctor Fernández Saínza

¿POR QUÉ NO TE CALLAS?

Voy a hacer un partido
para que me votes,
y si salgo elegido
a chupar del bote.

Van a ser pronto las elecciones,
tengo que darme prisa
y nos vamos a llamar
el partido de la risa.

Pegaremos carteles
en las vallas,
y si no te gusta
¿por qué no te callas?

No nos pelearemos en el congreso,
los de izquierdas y derechas
nos daremos besos.

Y los diputados
estarán contentos
y contarán chistes en el Parlamento.

Y podréis ir todos gratis a las Fallas,
y si no te gusta
¿por qué no te callas?

Si me votas pondré
a mi amiga Marisa
Ministra de la risa,

y a un primo mío que vive en Granada
le haré ministro de la carcajada.

Pegaremos carteles
en las vallas,
y si no te gusta
¿por qué no te callas?

Y podréis ir todos gratis a las Fallas,
y si no te gusta
¿por qué no te callas?

PVP: 10 € (52 págs.)