SUMARIO
Editorial
Edgar Bayley
Es infinita esta riqueza abandonada
Notas de dirección
Carmen Salamanca
Miguel de Unamuno
Incidentes domésticos (III)
Veré por ti
En estas tardes pardas
Ni mártir ni verdugo
Vuelven a mí mis noches
En horas de insomnio
A mi buitre
Para matar el tiempo
Cancionero
Louis Aragon
El autor levanta la voz
Libros

Poesía y Psicoanálisis
(1971-1991)

La cosa de la carne (II)
Aforismos
Promoción especial para estudiar psicoanálisis
Curso 2011-2012
Descargar nº 131
en PDF

LOUIS ARAGON

Francia, 1897

EL AUTOR LEVANTA LA VOZ

Se han ido Escucho morir los pasos sobre la carretera les sigo
Me quedo parado como un tren en un túnel de hollín
Se diría una señal interminablemente en la noche que suena
Nadie nadie nadie
Me parece haber escuchado en alguna parte esta canción
Antigua antigua antigua
Aunque no se vea ni gota hay que tomar las cosas como son

Y nosotros a los veinte años delante de nosotros qué veíamos
de la carretera
Nosotros qué teníamos que decir al fin y al cabo

Escucho los pasos morir escucho
A lo lejos morir a los jóvenes
Desgraciadamente no es hablar por metáfora
Aquellos mismos que no mueren algo en ellos se apagó
Algo que se muere en ellos sin ni siquiera esperar a la mañana
Oh pálido cigarrillo de las palabras que estrellea un último
esfuerzo

No hay sólo fuegos artificiales para quemarse los dedos
Primero uno se dice que es un juego nada es tan bonito como
las llamas
Y como los demás primero se creía hacer lo que se debe
El diablo no devuelve su juventud a aquellos a quienes les
robó el alma
Los que vuelven marchitos y los que no vuelven
Nosotros también aprendimos a los veinte años a marcar el
paso

Hay siempre para vosotros jóvenes una guerra adonde partir

Partir uno se dice es partir y poco importa cómo
Ya que tanto vivir o morir uno como otro no tiene sentido
Se trata de estar ebrio o correr por este mundo cruel y
demente
A mí la demencia en las palabras me parecía ahí
una inocencia
Y entiendo a los que se hacen una boca de oscuridad
Hoy son a su vez lo que fuimos ayer


Volcánica luz de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 40x40 cm.

Hay siempre para vosotros jóvenes una guerra adonde partir

De una vez sentir como nadando su locura
Ir hasta el final de su fuerza tan lejos como se pueda en el mar
Cómo uno descubre el placer cómo se hunde en él
y se olvida ahí
Hacer una vez más el amor aunque uno se muera por volver
a hacerlo
Vergüenza para quien encuentra su límite a quien su límite
basta
Prudentemente quien retoma su apuesta y rechaza el desafío.

Hay siempre para vosotros jóvenes una guerra adonde partir
Todo era para vosotros una gran risa en el umbral de un país
desconocido


Una vez más de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 100x73 cm.


Yo pecador de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 100x73 cm.

Llevabais en vosotros este poder que los ojos no pueden ver
Teníais la edad triunfante que marca todo con su pie desnudo
Este sol de dentro de vosotros a vuestros gestos ponía su
gloria
Los muros se han hecho para saltarlos Nunca se corre lo
bastante lejos
Cuando uno rompe los espejos qué hermoso color tienen los
puños
Hay siempre para vosotros jóvenes una guerra adonde partir

Cuando viene el anochecer sobre vosotros con la memoria del
día que ha sido
Que os sentáis pesadamente dentro de vuestras piernas sobre
la tierra
Esta arena en vuestra garganta ¿es acaso el orgullo de
vuestros rechazos?
Qué os da la mirada de los que prefieren callarse
¿Podéis hablar de otra cosa con este fusil en vuestras manos?
Alrededor vuestro la noche madura profundamente palabras
humanas

Hay sin embargo siempre para vosotros una guerra adonde
partir

Primero uno se servía de las palabras como de los huevos los
chorros de agua
Después han tomado en la palma de la mano un calor vivo
Nosotros también pensábamos que había que esperar
doblegarse
Me acuerdo de otra guerra y he aquí la guerra siguiente
Y claro duele lo que encontramos parecido
Y que haya entre las cosas y las palabras ese lazo
ensangrentado

Hay siempre para vosotros jóvenes una guerra adonde partir

El bien el mal quién ya no sabe distinguirlos se aturde
Si la guerra es el honor del hombre así como se decía antaño
Pesad vuestras palabras hombres que nacéis al hombre. Os lo
digo
Bueno que la hagan pero que sea en honor suyo esta guerra
Que sea al menos una guerra vuestra Hijos de la Patria
Donde no se pueda entre la cosa y la palabra honor elegir

Hay siempre para vosotros jóvenes una guerra adonde partir

Hay un mundo por conquistar de otra manera que con el
cañón
Un mundo donde tirar alegremente vuestro guante en la
balanza
Un mundo donde se puede nombrar a todas las cosas por su
nombre
Hay un mundo a la medida del hombre y de su violencia
Donde todas las palabras del hombre entre la vida y la muerte
eligieron
Reclamo en este mundo el lugar de la poesía.

Traducción: Claire Deloupy


Recuerdo tu nombre de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 100x73 cm.

Libros de Miguel Oscar Menassa

A la venta en e-libro.net

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA