ESPAÑA POR FIN ES MI PAÍS
MADRID MI CIUDAD
El último vals
Hay un decreto ley,
del 26 de agosto,
donde se me promulga
para toda España
ciudadano español
casi nativo
casi
con todos los derechos
con todos los deberes.
Oriundo de un Sur
donde las cosas
más que suceder
se sueñan
al principio no podía
creer lo que pasaba.
El señor Juez me dio la mano y me dijo:
Obediencia y serenidad y obediencia.
La secretaria del Juez bailaba
con las dos bellas mujeres
que siempre me acompañan
una danza Inca
para festejar el milagro
de mi nacionalización.
Pensar que estaba otra vez delirando
era prematuro y, sin embargo, el Juez
detuvo la danza para pedirme
800 pesetas prestadas
para unos sellos en mi trámite
y, luego, todavía,
las tres mujeres se mataban
unas a otras
para poder besar
los labios del Juez.
Mis mujeres hembras de luz
alternativamente
besaban y mordían
los labios del Juez.
Después bajaron corriendo
las escaleras
gritando:
Somos la nueva España.
Somos la nueva España.
Saludaron al policía de la puerta
con un movimiento a dúo de caderas
y escaparon por la calle
ciegas
plenas de libertad.
Yo trataba
de explicarle al Juez
que en mi trabajo
habíamos descubierto
que ciertos procesos interiores
se parecen
a ciertos procesos exteriores
y, entonces, expliqué:
Yo quería ser español y, ahora, lo soy.
¿Se da cuenta lo que le quiero transmitir?
Cuando las fantasías se hacen realidad
es cuando, a veces, se parte el corazón.
Comprendo, dijo el Juez,
usted quiere morir entre mis brazos
como mueren los pájaros sedientos
como mueren los hombres desesperados
los hombres que como usted
lo han conseguido todo.
¡Defínase! Menassa. Olvide su pasado.
Ahora, usted, es español
serénese,
escuche cómo su corazón
late alborozado
de tener una nueva Patria
a quien deberse.
Espere, señor Juez,
la mili no la puedo hacer.
Tengo cuarenta y dos años
y seis hijos
y siete mil pensamientos
girando todo el tiempo
en mi cabeza
y trabajo de médico
todo el día
y pinto algún cuadrito
y escribo
algún poema miserable
y hago el amor
con esas dos fieras
que, usted,
alucinó hace un instante.
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