LA POLÍTICA
[1] Sólo se puede gobernar un pueblo ofreciéndole un porvenir. Un jefe es un vendedor de esperanzas.
[2] Es necesario emplear el tono conveniente para que los pueblos obedezcan, y obedecer, en general, es temer.
[3] Hay que presentarse ante los enemigos y ponerles buena cara; si no, creen que se les teme y eso les hace intrépidos.
[4] Gobernar por un partido significa, tarde o temprano, depender de él; ¡a mí no me cogerán! Soy nacional.
[5] En toda gran operación, siempre nos vemos obligados a dejar algo al azar.
[6] Un gobierno nuevo tiene que deslumbrar y sorprender; cuando deja de brillar, cae.
[7] Mi política consiste en gobernar a los hombres como la mayoría quiere ser gobernada. Creo que ésa es la manera de reconocer la soberanía de un pueblo.
[8] Actúo en política como en la guerra: distraigo a un flanco para batir al otro.
[9] La buena política consiste en hacer creer a los pueblos que son libres.
[10] Los grandes oradores que dominan a las asambleas por el esplendor de sus discursos son, en general, políticos mediocres; su fuerza está en la imprecisión, la práctica los mata.
[11] En la guerra, como en política, la oportunidad perdida nunca vuelve a presentarse.
[12] Todo el secreto de gobernar consiste en saber cuándo es necesario quitarse la piel de león para ponerse la de zorro.
[13] El gobernante debe tener energía sin fanatismo, principios sin demagogia y severidad sin crueldad.
[14] Es más fácil dejar de hablar de política que moderarse.
[15] La imprecisión en los principios es al gobierno lo que la parálisis al movimiento de las extremidades.
[16] La debilidad del poder supremo es la desgracia más horrible que puede padecer un pueblo.
[17] En política, un absurdo no siempre es un obstáculo.
[18] Sólo hay un agente de gobierno, la política; hoy aconseja una cosa, mañana otra. Tiene remedios distintos para males semejantes.
[19] La alta política no es otra cosa que el sentido común aplicado a los asuntos importantes.
[20] La política no tiene corazón, le basta el juicio.
[21] Es necesario que la moral y las ideas políticas de la generación que está formándose dejen de depender de la noticia del día o de las circunstancias del momento.
[22] Se gobierna mejor a los hombres por sus vicios que por sus virtudes.
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