SUMARIO
Editorial
Rafael Alberti
Los ángeles mudos
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Louis Aragon
Poemas de capa y espada
Silvia Plath
Amabilidad
Gonzalo Rojas
Naturaleza del fastidio
Maxime Alensandre
Una mañana
Los saltimbanquis
César Vallejo
Va corriendo, andando, huyendo
Audre Lorde
La amenaza morena o poema a la supervivencia de las cucarachas
Linda Pastan
¿Por qué son tan oscuros tus poemas?
Anciana
Nichita Stanescu
Seña 10
Hojarasca
Seña 12
Antonio Machado
Mi padre en el tiempo
Caminos
Vladimir Holan
Nieve
Kathleen Raine
El instante
La hoja
Adelanto del libro
“ANTOLOGÍA POÉTICA”
de Miguel Oscar Menassa
Consejo I
Consejo II
Consejo III
Aforismos
Agenda Grupo Cero

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César Vallejo

Perú, 1892

VA CORRIENDO, ANDANDO,
HUYENDO

Va corriendo, andando, huyendo
de sus pies...
Va con dos nubes en su nube,
sentado apócrifo, en la mano insertos
sus tristes paras, sus entonces fúnebres.

Corre de todo, andando
entre protestas incoloras; huye
subiendo, huye
bajando, huye
a paso de sotana, huye
alzando al mal en brazos,
huye
directamente a sollozar a solas.

Adonde vaya,
lejos de sus fragosos, cáusticos talones,
lejos del aire, lejos de su viaje,
a fin de huir, huir y huir y huir
de sus pies -hombre en dos pies, parado
de tanto huir- habrá sed de correr.
¡Y ni el árbol, si endosa hierro de oro!
¡Y ni el hierro, si cubre su hojarasca!
Nada, sino sus pies,
nada sino su breve calofrío,
sus paras vivos, sus entonces vivos...


Pedazos de azul de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 35x27 cm.

Audre Lorde

Estados Unidos, 1934

LA AMENAZA MORENA
O POEMA A LA SUPERVIVENCIA
DE LAS CUCARACHAS

Llámame
tu ansia más honda
de supervivencia
llámame
y a mis hermanos y hermanas
en el fuerte olor del rechazo
llámame
cucaracha y presuntuosa
pesadilla en tu blanca almohada
tu gusanillo de destruir
la parte indestructible
de ti mismo.

Llámame
tu propia determinación
en la forma más detestable
puedes hacerte
amigo de tu propia imagen
dentro de mí yo soy tú
tu pesadilla más profundamente abrigada
escabulléndose por grietas pintadas
que creas para dejarme
entrar en tu cocina
tus terribles noches
tus valores a mediodía
en tus lugares más secretos
odiando
aprendes a honrarme
por imitación mientras yo me adapto
a tus ávidas preocupaciones
a tus guerras de cocina
a tu nocivo rechazo
para sobrevivir.

Para sobrevivir.
Para sobrevivir.

 

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA