SUMARIO
Editorial
Edgar Bayley
La mano
Notas de dirección
Una revista singular (Las 2001 Noches) por Leopoldo de Luis
Blaise Cendrars
Prosa del transiberiano y de la pequeña Juana de Francia
Raul Gustavo Aguirre
Alguna Memoria III
Aforismos
Miguel Oscar Menassa
Octavio Paz
Luis Cernuda
Luis Cernuda
La gloria del poeta
Desolación de la quimera
A sus paisanos
Aforismos
Juan Carlos de Brasi
Aforismos
Heráclito de Efeso
Miguel Oscar Menassa
Hoy, de vivir, mi padre, hubiese cumplido 75 años

AFORISMOS

Miguel Oscar Menassa

-Algunos de nuestros versos,
alguna vez,
alterarán el ritmo de alguna historia.

-Vivir, te dije, c como el canto de un pájaro que ya pasó hace mucho tiempo y todavía es canto.

-En el ejercicio de las formas, un hombre puede llegar a ser Dios.

-Antes de ser color entre tus brazos, era luz.

-Palabras abiertas como manantiales. Poesía. Efímera luz y al mismo tiempo, eternidad marítima. Pulpo estremecido en todas direcciones. Perfecto plan para el hastío. Incompletud. Imperfección. Casi sublime impotencia de ser.

Y por eso, precisamente, a nadie pertenece. Ella es universal, atlética y deforme.

Inexperta e impune a la vez, marca definitiva en un destino.

Desvío definitivo en una locura.

Entre sus brazos, todo es carne volcánica. Tiempo de sobre- pasar también el tiempo. Un fin de siglo, nos imaginamos, a caballo de la POESIA.

-Atacar sin fuerzas no es atacar, es entregarse.

-Ser amado por varias personas a la vez, significa también ser enviados por varias personas a la vez.

-Atentar, hay que atentar contra todo, también contra nuestra propia manera de atentar.

-Derrotar, derrota sublime.

Si esto es la etapa superior del capitalismo, ni quiero pensar lo que debe haber sido la inferior.

-Un pobre hombre contando sus dineros, es tan pobre como el que sólo tiene para contar sus sueños. en los dos casos la pobreza reside en la compulsión a contar.

-Soy un iluminado, moriré en manos de algún crítico.

-Hiroshima no se recuerda ni se olvida. Se padece.

- Caballero de la poesía
monto en pelo
a lo indio,
una yegua con alas.

 

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OCTAVIO PAZ

México, 1914

LUIS CERNUDA

Ni cisne andaluz
ni pájaro de lujo

Pájaro por las alas
hombre por la tristeza
Una mitad de luz Otra de sombra
No separadas: confundidas
una sola substancia
vibración que se despliega en transparencia
Piedra de luna
más agua que piedra
Río taciturno
más palabra que río
Arbol por solitario
hombre por la palabra
Verdad y error
una sola verdad
una sola palabra mortal
Ciudades
humo petrificado
patrias ajenas siempre
sobras de hombres
En un cuarto perdido
inmaculada la camisa única
correcto y desesperado
escribe el poeta las palabras prohibidas
signos entrelazados en una página
vasta de pronto como lecho de mar
abrazo de los cuatro elementos
constelación del deseo y de la muerte
fija en el cielo cambiante del lenguaje
como el dibujo obscenamente puro
ardiendo en la pared decrépita

Días como nubes perdidas
islas sepultas en un pecho
placer
ola jaguar y calavera
Dos ojos fijos en dos ojos
ídolos
siempre los mismos ojos
Soledad
única madre de los hombres
¿sólo es real el deseo?
Uñas que desgarran una sombra
labios que beben muerte en un cuerpo
ese cadáver descubierto al alba
en nuestro lecho ¿es real?

Deseada
la realidad se desea
se inventa un cuerpo de centella
se desdobla y se mira .
sus mil ojos
la pulen como mil manos fanáticas
Quiere salir de sí
arder
en un cuarto en el fondo de un cráter
y ser bajo dos ojos fijos
ceniza piedra congelada

Con letra clara el poeta escribe

sus verdades obscuras
Sus palabras
no son un momento público
ni la Guía del camino recto
Nacieron del silencio
se abren sobre tallos de silencio
las contemplamos en silencio
Verdad y error
una sola verdad
Realidad y deseo
una sola substancia
resuelta en manantial de transparencias

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA