SUMARIO
Editorial
Miguel Oscar Menassa
Estoy contento de tanto haber amado
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Vladimir Maïakovski
De niño
Suele ser así
¡Oíd!
Robert Desnos
Identidad de las imágenes
Una hoja
La primera calle a la derecha
Como una mano
Cuento de hadas
Infinitivo
Oliverio Girondo
El tren expreso
Siesta
Yoyeo
A mí
Juana de Ibarbourou
El dulce milagro
Adelanto del libro
“ANTOLOGÍA POÉTICA”
de Miguel Oscar Menassa
La venganza del nautrino
Aforismos
Agenda Grupo Cero

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Robert Desnos

Francia, 1900

IDENTIDAD DE LAS IMÁGENES

Lucho furiosamente contra animales y botellas
Desde hace poco tiempo quizá diez horas una después
de otra
La hermosa nadadora que tenía miedo del coral esta mañana
se despierta
El coral coronado de acebo llama a su puerta
¡Ah! otra vez el carbón siempre el carbón
Te conjuro carbón genio tutelar del sueño y de mi soledad
déjame déjame seguir hablando de la hermosa nadadora
que tenía miedo del coral
No dictamines más sobre este tema seductor de mis sueños
La hermosa nadadora descansaba en un lecho de encajes y
de pájaros
Los vestidos sobre una silla al pie del lecho iluminados por
los fulgores
los últimos fulgores del carbón
Llegado éste de las profundidades del cielo de la tierra
y del mar
estaba orgulloso de su pico de coral y de sus grandes
alas de crespón
Durante toda la noche él había seguido divergentes entierros
hacia cementerios suburbanos
Había asistido a bailes en las embajadas y dejado su rastro
en una hoja de helecho de los vestidos de raso blanco
Se había erguido terrible en la proa de los navíos y los
navíos no habían vuelto
Ahora agazapado en la chimenea acechaba el despertar
de la espuma y el canto de las marmitas
Su paso resonante había turbado el silencio de las noches
en las calles de adoquines sonoros
Carbón sonoro carbón amo del sueño carbón
Ah dime ¿dónde está la hermosa nadadora que tenía miedo
del coral?
Pero precisamente la nadadora se ha vuelto a dormir
Y me quedo frente a frente con el fuego y me quedaré toda
la noche para
interrogar al carbón con alas de tiniebla que insiste
en proyectar sobre mi camino monótono la sombra
de su humareda y el reflejo terrible de sus brasas
Carbón sonoro carbón despiadado carbón.

Versión de Aldo Pellegrini

UNA HOJA

Érase una hoja, con sus líneas
Línea de la vida
Línea de la suerte
Línea del corazón
Érase una rama justo al borde de la hoja
Línea salvaje, símbolo de vida
Símbolo de suerte
Símbolo del corazón
Érase un árbol justo al borde de la rama
Un árbol digno de vida
Digno de suerte
Digno de corazón
Corazón grabado, perforado, reperforado
Un árbol que nadie ha visto jamás
Éranse raíces justo al borde del árbol
Raíces viñas de vida
Viñas de suerte
Viñas del corazón
Al borde de las raíces estaba la tierra
Solamente la tierra
La tierra redonda
Solamente la tierra a través del cielo
La tierra.

....................................

LA PRIMERA CALLE A LA DERECHA

Tú tomas la primera calle a la derecha
sigues el muelle
pasas el puente
golpeas la puerta de la casa.

El sol brilla
el río corre
en una ventana se estremece un tiesto de geranios

Un vehículo pasa por la otra orilla
te vuelves sobre el alegre paisaje
sin advertir que la puerta se ha abierto detrás de ti
la huésped está en el umbral
la casa está llena de sombras.

Pero sobre la mesa se advierte el reflejo
el reflejo del día sobre una fruta o una botella
sobre un plato de loza o sobre un mueble
y quedas allí sobre el umbral entre
el mundo lleno de semejantes a ti mismo
y tu soledad zumbadora
del mundo entero.

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA