LÚAS DO DESERTO / LUNAS DEL DESIERTO
José Ramón Fernández Morgade
PVP: 10 € (58 págs.)
SEXTA LUNA - CUARTO CRECIENTE
Y me encuentro en las viñas
vendimiando amor para destilar
el elixir de la esperanza,
ese licor que ofreceré
a las maltratadas,
a los maltratados del mundo,
para brindar por el resurgimiento de la palabra,
para embriagarme con LA LUNA
que eclipsa a la barbarie
mientras su otra cara ilumina
a esa mujer que baila
al ritmo de las melancólicas notas
compuestas por pluma cargada de silencio,
donde un canto estremece a los oídos
de los muros de las lamentaciones.
Mas la carne mía resiste a quedarse fría,
a morir en la agonía del desencanto,
porque aún hay mujeres que luchan,
IRMA, QUICA, MALALA,
y todo un ejército que no calla,
que no consiente,
que no se amilana,
que no quiere quedar con el recuerdo
de cuando nuestros padres comían flores
y las vomitaban a golpes de fusil;
porque cada dolor tiene su sitio,
y cada sitio su horror;
porque nada ocurrió antes del ruido,
pero el ruido impávido
segó las gargantas para esclavizar
hasta el ruido de las bombas.
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OURENSE DE PEDRA E AUGA
Varios autores
PVP: 10 € (44 págs.)
ADVERTENCIA PREVIA
Si has llegado a esta página, amigo lector, y no te la has saltado como la mayoría de mortales hace con el prólogo de un libro, debo al menos tratar de no decepcionarte; por ello, trataré de ponerte en antecedentes sobre lo que te vas a encontrar de aquí al final de esta obra. Pero permíteme que lo haga a mi manera.
Por poca sensibilidad musical que tengamos, cuando una interpretación destaca sobre la media hasta rozar lo sublime no podemos por menos que conmovernos, y más cuando los intérpretes están apenas en el amanecer de sus vidas y el ta-lento se da la mano con la ilusión para crear pura belleza. ¿Quién no se ha extasiado escuchando a los Niños Cantores de Viena, la Escolanía de El Escorial ó la de Covadonga? En esos momentos la sensación unánime es que, si los ángeles cantaran, seguramente lo harían así…
Y eso es precisamente lo que te espera en las próximas páginas, lector, un cántico a veinte voces, voces infantiles cantando con voz límpida y sincera como solamente pueden cantar los niños ó los ángeles, cantando a su ciudad, a su pequeño mundo, con esa visión auténtica, sin contaminaciones ni condicionamientos, que para los que ya hemos rebasado con generosidad el límite de lo que suele considerarse juventud es algo nebuloso que se encuentra en algún lejano confín de la memoria. Eso es lo que nuestros niños, tus niños, te ofrecen: la interpretación pura y fresca de la ciudad que les hemos legado, el que redescubras de su mano lo que tiene de mágico saltar sobre las piedras del río, caminar pisando cada charco mientras la lluvia te empapa el rostro o buscar nidos de dragón entre el vapor misterioso de las fuentes termales. Eso… y mucho más.
Pero no esperemos más, lector, sigue adelante y descúbrelo por ti mismo.
Javier González Roiz
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