SUMARIO
Editorial
Jorge Guillén
La sangre al río
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Silvina Ocampo
Al rencor
La visión
Juan Ramón Jiménez
Yo no soy yo
Ida Vitale
Fiesta propia
Elizabeth Azcona Cranwell
Nostalgia
César Vallejo
Quédeme a calentar la tinta en que me ahogo
Los mineros salieron de la mina
Oliverio Girondo
Rata - Sirena - Fáustica
Dónde
Silvia Plath
Lady Lázaro
Blanca Varela
Canto Vilano
Gabriel García Márquez
Si alguien llama a tu puerta
Adelanto del libro
“ANTOLOGÍA POÉTICA”
de Miguel Oscar Menassa
A mí la poesía me lo permite todo
Aforismos
Agenda Grupo Cero

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Juan Ramón Jiménez

España, 1881

YO NO SOY YO

Yo no soy yo.
Soy este
que va a mi lado sin yo verlo,
que, a veces, voy a ver,
y que, a veces olvido.
El que calla, sereno, cuando hablo,
el que perdona, dulce, cuando odio,
el que pasea por donde no estoy,
el que quedará en pie cuando yo muera.

 

Ida Vitale

Uruguay, 1923

FIESTA PROPIA

Sí, cantar es alegrarse,
como el aire se alegra en la mañana
por cada cosa que a la vida vuelve.
Cantar, dichosa entrega
a vivísimos vientos,
a ráfagas regidas por la gracia
o la lenta paciencia.
Tenderse e ir nombrando
las cosas, los sucesos,
la ardiente zarza del abrazo,
el odio, la seda que en las noches
el sueño pone sobre las frentes
como un llanto.
Porque entonces el tiempo
se detiene y aguarda,
deja a la voz que nombre,
que se gane a sí misma
o que se pierda,
a la medida del olvido ajeno,
a la medida de la propia fiesta.

 

Elizabeth Azcona Cranwell

Argentina, 1933

NOSTALGIA

Hay un día en que las cosas son un hondo precipicio
conozco el rostro húmedo y las manos que nunca me
abandonan
la noche que se abre
como un pueblo de alondras disperso en la tormenta.

Yo he escuchado a mi amor desde lejos en una lengua
extraña
mientras la nostalgia murmuraba sus frases de curiosa
hechicera
ella alargaba sus caricias en las ventanas del insomnio
como una huésped cuya mano asolaba el relámpago.

Porque ella no era el día
y tampoco era el ángel sediento de palabras
mi propia voz la nombra como a una desterrada
desabrigada madre, de pechos dulcemente vacíos.

Más allá de la noche donde se enciende la ternura
más allá de la calle donde el viento deshace la forma de los
pasos
sé que hay un país nuevo, cansado de las sombras.

Una música fija
un tiempo de colores intensos como dioses desnudos.
Pero mi corazón sigue clavado para siempre en los sitios
imposibles.

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA