LA ARMADURA
Mujer: tú la virtuosa, y tú la cínica,
Y tú la indiferente o la perversa;
Mirémonos sin miedo y a los ojos:
Nos conocemos bien. Vamos a cuentas.
Bajo armadura andamos: si nos sobra
El alma, la cortamos; si no llena,
Por mengua, la armadura, pues, la henchimos:
Con la armadura andamos siempre a cuestas.
¡Armadura feroz! Mas conservadla.
Si algún día destruirla pretendierais,
Del solo esfuerzo de arrojarla lejos
Os quedaríais como yo, bien muertas.
Alfonsina Storni

El aroma de tu sexo de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 100x81 cm.
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Marzo es un mes que, actualmente, se identifica con lo femenino, con las reivindicaciones respecto a igualdad de derechos y salarios de las mujeres.
El Día Internacional de la Mujer, que empezó a conmemorarse por la ONU en 1975 y dos años más tarde fue proclamado por su Asamblea, encuentra sus orígenes en las manifestaciones de las mujeres que, especialmente en Europa, reclamaban a comienzos del siglo XX el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos.
Pero sabemos que las cosas no ocurren de la noche a la mañana, y las mujeres llevan siglos luchando para participar en la sociedad en igualdad con los hombres. Por nombrar algún ejemplo, en la antigua Grecia, Lisístrata empezó una huelga sexual contra los hombres para poner fin a la guerra; en la Revolución Francesa, las parisienses que pedían "libertad, igualdad y fraternidad" marcharon hacia Versalles para exigir el sufragio femenino.
El 8 de marzo de 1875, varios centenares de mujeres de una fábrica textil de Nueva York se manifestaron en protesta por la desigualdad salarial respecto a sus compañeros varones. La represión policial acabó con 120 trabajadoras asesinadas.
Después, en 1910, se celebró el segundo Encuentro Internacional Socialista de Mujeres, en el que se propuso fijar ese día, el 8 de marzo, como día de la mujer trabajadora.
Hoy nos parece normal y natural que las mujeres acudan a las urnas, estudien en la universidad o accedan a cualquier tipo de trabajo. Al menos en la sociedad en la que vivimos. No podemos obviar que hay países en los que estos derechos se niegan al sexo femenino.
Más allá de estas cuestiones sociales y políticas, sería conveniente revisar nuestra ideología personal, nuestros comportamientos diarios y las relaciones con los demás. Son cuestiones muy sutiles, por lo que, si tenemos dudas, siempre podemos recurrir al psicoanálisis para aclararlas.
Y para liberarnos de estereotipos, este número de la revista trae a poetas de ambos sexos, porque se trata de sumar, no de dividir.
Feliz lectura.
Carmen Salamanca. Directora
carmensalamanca@grupocero.info

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