
LA MÁQUINA DEL TIEMPO
Carlos Fernández del Ganso
PVP: 10 € (122 págs.)
CLÍNICA DE LA VIDA
La calma del naufragio serena toda ambición ciclópea.
Los peces mutilados son carnaza en el desembarco.
Las naves que se quemaron no portaban las leyes del volver.
Nuestros cuerpos hablan encuadernados
en humildes celdas de ébano y cartón.
Custodia esa lejanía el faro de la humanidad.
Las mazmorras, de donde robamos la piel que nos acaricia,
conservan el lenguaje de las piedras y
en la bisectriz de la holgura
dejamos la saliva de nuestra identidad.
El horizonte es una vertical amada
y esa arenilla en los zapatos,
son los recuerdos futuros de la ausencia.
¡Ojalá pueda escribir el sorteo desigual
de las propinas con el humor sencillo del resbalón
frente al incierto muro de la ignorancia divina!
Antes de morir,
deja pañuelos con las iniciales bordadas
de la sonrisa en el testamento verídico de la materia.
Cierra los ojos después, tranquilamente, y
podrás leer en la memoria del invernadero
los placeres cercanos de la amistad.

DESNUDA OCASIÓN
Norberto Demarco
PVP: 10 € (72 págs.)
DE COLOR VIOLETA
Hay exiguas charlas solares
donde se adentran
goces amurallados.
Flores nocturnas
demostrando
su propia historia,
de color violeta.
A la interrogación le alcanza
la farsa.
Vuelta del amor,
piel del semejante,
acción inagotable.
Piadosa conexión
para la verdad,
desconocido rumbo
del explorador.
INTRUSOS HUECOS
Vigilando la cosa.
Aullar,
hablar,
descubrir.
Saberes de la vida.
Enseñar,
gozar,
idealizar.
Intrusos huecos.
Muertes infiltradas
rechazando marcas
no respetadas.
Voces enigmáticas
–saludan–
una presencia mortal.
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ESPEJOS SIN MEMORIA
Hernán Kozak
PVP: 10 € (70 págs.)
ERA TARDE PARA PREGUNTAR
Y los paraguas de madera,
los días de lluvia,
se escondían en mi cuello,
pues la multitud desesperada
buscaba refugio.
Era tal el desconcierto
que las tardes dobladas de amianto
no podían saltar los charcos
que el desamparo
había heredado.
Barcos del tamaño de un continente
arrodillados frente a un prejuicio.
Cárceles líquidas y puertas de bronce
pidiendo limosna en el eco de un sentimiento.
LAS MARAVILLAS DEL UNIVERSO
Fugaz como una bala
que no fue disparada,
herida como una costumbre
que levanta sus brazos
para atrapar
una nube de nostalgia.
Decente, distraída,
del otro lado,
intentando,
algo de humanidad.
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