SUMARIO
Editorial
Miguel Hernández
Para la libertad
Notas de dirección
Carmen Salamanca
Miguel Oscar Menassa
Buenos Aires, la reina del Plata, adiós
I
II
III
IV
V
VI
VII
VIII
IX
X
XI
XII
Madrid, 1976
Carta para las fiestas de fin de año -I-
Madrid, 1976
Carta para las fiestas de fin de año -II-
Madrid, 1976
Carta para las fiestas de fin de año -III-
Madrid, 1976
Carta para las fiestas de fin de año -IV-
Madrid, 1976
Carta para las fiestas de fin de año -V-
Madrid, 1976
Carta para las fiestas de fin de año -VI-
Madrid, 1976
Carta para las fiestas de fin de año -VII-
Lo digo antes de que me lo pregunten
Poema dedicado al gobierno español
Para que algo nazca, algo tiene que dejar de vivir o La nueva ley de extranjería
Después nací a la libertad
Frescores
Norma Menassa
El realismo (II)
Exposición de Pintura en Las Rozas "Obra reciente" de Miguel Oscar Menassa
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FRESCORES

EL REALISMO

Hay una realidad que se revela inmediatamente al contacto de los sentidos: la realidad de lo inmediato, de lo momentáneo, de lo fenoménico. ¿La apropiación de esa realidad será el objetivo del arte?

Sin embargo debajo de ella laten otras capas que la completan, le dan significado y valor. La realidad no se agota en su manifestación exterior, ésta le otorga sólo su apariencia, que en muchos casos es contradictoria con su esencia y que siempre es su imagen incompleta, en la medida en que se la contempla de forma estática, sin relación con sus propias contradicciones.

El arte, forma parte del proceso humano de apropiación de la realidad, que tiene que realizarse de manera totalizadora, que debe aspirar a eliminar las parcialidades, y a aprehender ese complejo mundo objetivo y subjetivo, en el que individuos y grupos, sociedad y naturaleza actúan recíprocamente, como una totalidad. Esta apropiación de objetividad sólo se puede llevar a cabo como "momentos de la realidad" ya que la misma posee una infinita geografía, que no es estática, sino que tiene una variabilidad que se va constituyendo como apariencias nuevas que se suceden en su diversidad. Es de esta manera como el realismo se separa netamente del mecanicismo y del idealismo, y la historia del arte se va a enlazar con la historia del trabajo social de hombre, con su lucha por la libertad, por el fin de la alienación y con la intención de instalar una nueva forma de riqueza que será la búsqueda de su propia realización.

Del mismo modo que todo pensamiento tiene su origen en la realidad, aunque a menudo la contradiga, el arte no se explica sin la presencia de ella. Éste será uno de los fundamentos de la praxis artística, y será considerado como el método propio del arte, aunque queda otro aspecto que hay que precisar que es el realismo como tendencia artístico-cultural, enfrentando a otras tendencias.

Como tendencia artístico-cultural, el realismo se va nutriendo de todas las conquistas humanas. Por lo tanto no va a estar impuesta por ningún modelo estético, sino que surge del seno de la realidad de su tiempo.

Todo hombre posee una determinada concepción del mundo, una determinada serie de valores que fijan su relación con la realidad, que ordenan su contacto con otros hombres, que le dan sentido a su actividad. Siempre hay un núcleo intelectual, determinado por la cultura, que preside las acciones de los hombres frente a la realidad. Y el artista debe trabajar con toda la realidad, una realidad cuyo sentimiento y cuya conciencia se revelarán el él como forma, como organización de determinadas relaciones que serán los contenidos en los que estará presente su visión del mundo.

Cesare Pavese decía: "la poesía es la imagen clara de aquello que en la experiencia nos pareció oscuro, misterioso problemático." Es que frente a una realidad que aparece como caótica, el artista realiza el proceso de aprehensión a través del lenguaje de una cosmovisión que descifre, dé nombre y sentido a las cosas, mediando sus valores. Y esta experiencia no es parcial como en las ciencias, sino que es totalizadora de la actividad humana.

La condición del artista es saber dar el nombre adecuado a las cosas; el poeta es finalmente un nombrador, y ya que la palabra es su vehículo, el triunfo estará dado por su capacidad de descubrir relaciones, perfiles, matices secretos en las cosas, que antes de él no éramos capaces de percibir. Pavese precisó esta luminosidad del oficio de poeta: "Todo poeta se ha angustiado, maravillado y ha gozado. La admiración por un gran pasaje de poesía no se dirige nunca a la pasmosa habilidad del poeta, sino a la novedad del descubrimiento que contiene. Inclusive cuando sentimos un latido de alegría al encontrar un adjetivo acoplado con felicidad a un sustantivo (sin que uno y otro se hayan visto antes juntos), no nos asombramos por la elegancia de la combinación, por la habilidad técnica del poeta o su presteza de ingenio, sino nos maravillamos por la nueva realidad que ha sido iluminada." Un artista debe renacer como artista creador frente a cada nuevo contenido. "Son raros, dice Pavese, los creadores que saben hacer coincidir la profunda exigencia formal, implícita en la huella de su más remoto contacto con el mundo y los medios expresivos provistos por la cultura a toda una generación."

El producto artístico se impone entonces como acto, como "presencia", como totalidad. Durante el proceso que concluye en la obra de arte, ha participado la integridad vital del creador, entendida como su relación con una cultura determinada. Sin embargo las mediaciones deben desaparecer y todo lo mediato fundirse en una inmediatez primitiva, natural. La forma, es decir el producto artístico, es así "Retorno a lo inmediato, al contenido, a lo que éste tenía de inicial y fundamental. Es una inmediatez reencontrada". Por eso el arte, aunque como producto intente redescubrir la realidad tal cual es, no puede limitarse a la copia inmediata de esa realidad. Porque no hay esencia ya que es sobre las base de mediaciones que se van organizando los contenidos. El reencuentro con lo inmediato que el arte propone, supone el enriquecimiento de la captación de lo real por dicha elaboración de este primer contacto sensible y natural. Pero al finalizar esta elaboración, el producto debe ser también sensible y natural, porque debe actuar como presencia que impacta en lo emocional y no debe confundirse con otros aspectos del conocimiento humano.

Norma Menassa
Psicoanalista
normenassa@hotmail.com

NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA