SUMARIO
Miguel Oscar Menassa
Poema Cero
Dame tu pan
Alejo de mí
Todo ruído me recuerda el pasado
¿Dónde estará el amor?
Recuerdo la última vez
Rechacemos la guerra
Sueño y el amo...
Verdad hiriente
¿Sabías que volvía?
Vicente Huidobro
Ecuatorial (I)
Ecuatorial (II)
Raúl González Tuñón
La luna con gatillo
Poema en la muerte de una librería de lance y un librero
Donde todo termina
Muerte del héroe
Rafael Alberti
El cuerpo deshabitado
Socios de Honor
La Bella de Día y Jesús
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VICENTE HUIDOBRO

Chile, 1893

Y otro llevaba al hospital del puerto
Un ruiseñor desafinado

Aquel piloto niño
que olvidó su pipa humeante
Junto al volcán extinto
Encontró en la ciudad
los hombres de rodillas
Y vio alumbrar las vírgenes encintas

Allá lejos

Allá lejos

Vienen pensativos
los buscadores de oro
Pasan cantando entre las hojas
Sobre sus hombros
Traen la California

Al fondo del crepúsculo
Venían los mendigos semimudos

Un rezador murmullo
inclinaba los árboles
Sobre los mares
Huyó el estío

QUÉ DE COSAS HE VISTO

Entre la niebla vegetal y espesa
Los mendigos de las calles de Londres
Pegados como anuncios
Contra los fríos muros

Recuerdo bien
Recuerdo

Aquella tarde en primavera
Una muchacha enferma
Dejando sus dos alas a la puerta
Entraba al sanatorio

Aquella misma noche
bajo el cielo oblongo
Diez Zeppelines vinieron a París
Y un cazador de jabalís
Dejó sangrando siete
Sobre el alba agreste

Entre la nube que rozaba el techo
Un reloj verde
Anunciaba el año

1917

LLUEVE

Bajo el agua
Enterraban los muertos
Alguien que lloraba
Hacía caer las hojas

Signos hay en el cielo
Dice el astrólogo barbudo
Una manzana y una estrella
Picotean los búos
Marte pasa a través de
Sagitario

SALE LA LUNA

Un astro maltratado
Se desliza

Astrólogos de mitras puntiagudas
De sus barbas caían copos de ceniza

Y heme aquí
entre las selvas afinadas
Más sabiamente que las viejas arpas

En la casa
que cuelga del vacío
Cansados de buscar
los Reyes Magos se han dormido

Los ascensores descansan en cuclillas

Y en todas las alcobas
Cada vez que da la hora
Salía del reloj un paje serio
Como a decir
El coche aguarda
mi señora
Junto a la puerta viva
El negro esclavo
abre la boca prestamente
Para el amo pianista
Que hace cantar sus dientes

Esta tarde yo he visto
Los últimos afiches fonográficos
Era una confusión de gritos
Y cantos tan diversos
Como en los puertos extranjeros

Los hombres de mañana
Vendrán a descifrar los jeroglíficos
Que dejamos ahora
Escritos al revés
Entre los hierros de la Torre Eiffel

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Llegamos al final de la refriega
Mi reloj perdió todas sus horas

Yo te recorro lentamente
Siglo cortado en dos
Y con un puente
Sobre un río sangriento
Camino de Occidente

Una tarde
al fondo de la vida
Pasaba un horizonte de camellos
En sus espaldas mudas
Entre dos pirámides huesudas
Los hombres del Egipto
Lloran como los nuevos cocodrilos
Y los santos en tren
buscando otras regiones
Bajaban y subían en todas las estaciones

Mi alma hermana de los trenes

Un tren puede rezarse como un rosario
La cruz humeante perfumaba los llanos

Henos aquí viajando entre los santos

El tren es un trozo de la ciudad que se aleja

El anunciador de estaciones
Ha gritado

Primavera
Al lado izquierdo
30 minutos

Pasa el tren lleno de flores y de frutos

El Niágara ha mojado mis cabellos
Y una neblina nace en torno de ellos

Los ríos
Todos los ríos de las nacientes cabelleras
Los ríos mal trenzados
Que los ardientes veranos han besado
Un paquebot perdido costeaba
Las islas de oro de la Vía Láctea

La cordillera Andina
Veloz como un convoy
Atraviesa la América Latina

El Amor
El Amor
En pocos sitios lo he encontrado
Y todos los ríos no explorados
Bajo mis brazos han pasado

Una mañana
Pastores alpinistas
Tocaban el violín sobre la Suiza

Y en la estrella vecina
Aquél que no tenía manos
Con las alas tocaba el piano

Siglo embarcado en aeroplanos ebrios

A DÓNDE IRÁS
Caminando al destierro
El último rey portaba al cuello
Una cadena de lámparas extintas

Y ayer vi muerta entre las rosas
La amatista de Roma

ALFA
OMEGA
DILUVIO
ARCO IRIS

Cuántas veces la vida habrá recomenzado

Quién dirá todo lo que en un astro ha pasado

Sigamos nuestra marcha
Llevando la cabeza madura entre las manos
.../...

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125.001 ejemplares: NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA