Luis Miguel Seguí, en plena actuación.

 

Menassa, probándose el sombrero que le habían
«regalao» ante la sonrisa de Antonia.

      

Menassa, a lo Carlos
Gardel.
Antonia se emocionó
leyendo a Lorca

Festejando la próxima boda entre la actriz y directora
Antonia San Juan y el actor y productor Luis Miguel Seguí,
el próximo 4 de octubre de 2002, donde eligieron como
padrino a Menassa.

El matrimonio Ámez.

CUMPLIR 60 AÑOS
PRISIONERO

Prisionero soy de una larga condena
porque la palabra no otorga libertad.
Digo huella y huella se hace carne en mí,
arrugas con el tiempo, dolores del amor.

Huella, te digo y existen los caminos,
huella de mí y, al menos, en soledad
algún sendero, algo, habré conocido
algún paso habré dado al comenzar.

Huella del alba anuncia que el sueño terminó.
Que viene el universo, la mujer y el hombre,
que el mundo todo viene para hacer poesía
y la vida, ahí, viene la vida que se terminará.

Digo árbol y el verde forja toda mi realidad.
Verdea el corazón de las mujeres ancianas,
pone en el centro del corazón de mi amada,
la esmeralda perdida que brilla en el silencio.

Y cae, hasta llegar a su verdad de musgo,
verde que se detiene para que el mundo,
se piense florecido, húmedo, inquietante,
verde de amor muriendo sobre la hierba.

Digo decir y a borbotones de cataratas,
de mundo, se hacen plenas las palabras.
La mujer que nada en mí veía, al hablar,
vio de pronto sólo una luz en mi mirada.

Mirada de fiera, selva acorralada de luz.

Mujer, decir mujer, abrir ese destino:
ennoblecer el llanto, encumbrar el amor,
poner gacelas en el andar del caminante,
sonidos de agua y pájaros en su cantar.

Violín herido subiendo entre tus piernas.

Digo violín, amada, digo violín herido
y un aullido espectral hace del alma,
callada y quieta melodía desesperada,
abre tus ojos al agudo vacío del amor.

Digo ferrocarril y viajo sin detenerme nunca
haciendo siempre ruido desde el oriente al sur.
Y máquinas y obreros y fiestas de vendimias
y muertes que su destino nunca encontrarán.

Tren del Oeste digo y crujen las praderas,
una bala de plata atraviesa los ojos de la noche
un caballo blanco muere de sed en el desierto
y la mujer de los rizos dorados muere de amor.

Caballos, ¡imaginad! caballos atados a sí mismos,*
atrapados por la velocidad de liberarse y volar,
caer como las piedras de la montaña al río,
llegar al fondo de las cosas sin dejar de caer.

Digo cerdo, lombriz, serpiente y pájaro
y el sexo se deslumbra de sí mismo,
abre las piernas, abre las piernas y habla,
dice del mar cosas como verde-azuladas.

Se arrastra, se arrastra antes de volar.
Y cuando se arrastra goza y cuando vuela
y cuando cae, nácar o plata es su sonrisa
y se arrastra por el dolor y goza de la vida.

Y vuela y se deshace de besos y de luces,
sexo del amor, le digo, de la vida viviendo.
Poema, libertad, guerra contra el hambre,
dulzura del decir quiero vivir en el deseo.

Y digo muerte y aunque no lo dijera,
poeta enmudecido, igual he de morir.
Por eso que la palabra nos condena
cuando hablamos, al goce y al deseo.

Sin libertad, prisionero de la palabra
con la alegría de haber sido hombre,
con el alma ya lanzada a los vientos,
sin dejar rastros, mi cuerpo morirá.


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Menassa, poeta. Menassa, plural.

  

Menassa, camarada. Menassa, prisionero.

Los embajadores de la imprenta.

La tarta.

 

HOY TOCA FIESTA

Hoy celebramos tus sesenta cumpleaños, hoy toca fiesta. Al estilo del Cero, haremos de la noche, un lugar de encuentro con las pasiones.

Empecé a estudiar psicoanálisis, porque me dijeron que Menassa volvía a dar clases en la Escuela. Sin saber, pero arropado con la ilusión de la gente, dije que sí a la nueva propuesta.

Reconozco que hizo de mi vida otra vida, reconozco que me permitió tener varias vidas.

Hay mucho que agradecer:

Al hombre, por su cariño, por su ternura, 
por su sentido del humor, por su generosidad.

Al poeta, por sus versos que me hacen temblar
y me dan una fuerza atlántica.

Al psicoanalista, por ayudarme a crecer.

Al pintor, por la belleza de sus trazos en mis ojos.

Al editor, por los libros publicados y los próximos por publicar.

Al genio, por trabajar para el psicoanálisis,
por no parar de inventar proyectos.

En definitiva GRACIAS POR EXISTIR.

HERNÁN KOZAK


ÍMPROBA VOZ DESNUDA

A Miguel Oscar Menassa
en su 60 cumpleaños

Escenas cotidianas atraviesan mi mirada
pequeños latidos que palpitan bajo la piel.
Tejido dispar
donde ensayo nuevas melodías
al atardecer
entre juncos que acarician el aire
juncos que se debaten en su verticalidad
para decidir de qué lado está la luz.

Quejido rítmico que me envuelve
en una luz de fuego,
mágico crepitar entre las rocas.
Herida vital por donde huye veloz
la noche, piel compañera.

Una lúcida transparencia transforma los sentidos
frente a esta luna negra,
frente a estos cabellos plateados por su luz.

Entrégame la sombra que nos acecha
ese fulgor infinito que te cobija.
Entrégame la bella mirada que nos guía,
máscara de luz,
pasión de tierra que se agita.

Sabia voz de siglos: tu voz abierta,
ímproba voz desnuda,
que ingresa en este cosmos
donde la sed ardiente de pequeñas olas
y el magnánimo sonido desgarrando el viento
serán testigos mudos
de esta, ya, insomne noche.
Proximidad cifrada
que desciende incipiente,
hacia una claridad, aún, desconocida.

Mª ROSA PUCHOL PÉREZ


TUS OJOS VIVOS

Allí donde la noche encuentra su voz
toca el temblor humano
salva el decir de un ángulo fugitivo
y sonríe de frente a la vida.

¿A dónde van esas estrellitas
dónde las palabras
que estallan en tu universo?

Tus ojos vivos
faros de algún puerto de mar
vertebran el camino
antecedentes del tiempo traspapelado
atravesando celajes y arremolinaciones.

La ciudad te descubre
y tú cantando futuros hombres
palabras enredadas en el aire
navegante de océanos desconocidos
signos, preciosos perfumes
que gravitan entre las estrellas.

ISMAEL RIVERA


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