| 4 Yo mataba los murciélagosen torres frente a la mar.
 Hoy, en balcones lejanos
 de la mar y frente a un río,
 pasan, negros, por mi frente
 y no los quiero matar.
 Murciélagos de los díastorreados, frente al mar:
 yo os mataba, pero ahora
 que está cayendo la tarde
 tan lejos de aquella mar,
 aunque paséis por mi frente
 -¡seguid!-, no os puedo matar.
 
 5 Perdido está el andaluzdel otro lado del río.
 -Río, tú que lo conoces:¿quién es y por qué se vino?
 Vería los olivarescerca tal vez de otro río.
 -Río, tú que lo conoces:¿qué hace siempre junto al río?
 Vería el odio, la guerra,cerca tal vez de otro río.
 -Río, tú que lo conoces:¿qué hace solo junto al río?
 Veo su rancho de adobedel otro lado del río.
 No veo los olivaresdel otro lado del río.
 Sólo caballos, caballos,caballos, solos, perdidos.
 ¡Soledad de un andaluzdel otro lado del río!
 ¿Qué hará solo ese andaluzdel otro lado del río?
 9 (Antonio Machado) Con cuánta melancolíapienso en ti. Tú hubieras visto
 lo que yo miro esta tarde.
 Cosas naturales, cosas
 tan buenas, puras y santas,
 que sólo pueden mirarse
 con lágrimas en los ojos.
 Un río que no se mueve,
 pero que nos da la mano,
 susurrando nuestro nombre.
 Un caballo que levanta,
 al vernos pasar, la frente,
 queriéndonos decir algo.
 Un perro fiel que nos prueba
 su amor y su mansedumbre,
 durmiéndose a nuestras plantas.
 Un árbol que nos ofrece
 su sombra como al amigo
 que nos entrega su casa.
 Y una pradera encendida
 que llega hasta el horizonte,
 tendiendo pastos tranquilos
 en el cielo...
 
 
 | 10 Estaban en tierra caídos,mejor, volcados,
 pisoteados.
 Yo, que por allí pasaba,vi que eran soldados.
 Comprendí que de los míos.Soldados.
 Mi mismo traje vestían.Sus ojos rotos me miraron.
 Esto lo recuerdo ahora,lejos, en otros campos.
 
 13 Canto, río, con tus aguas: De piedra, los que no lloran.De piedra, los que no lloran.
 De piedra, los que no lloran.
 Yo nunca seré de piedra.Lloraré cuando haga falta.
 Lloraré cuando haga falta.
 Lloraré cuando haga falta.
 Canto, río, con tus aguas: De piedra, los que no gritan.De piedra, los que no ríen.
 De piedra, los que no cantan.
 Yo nunca seré de piedra.Gritaré cuando haga falta.
 Reiré cuando haga falta.
 Cantaré cuando haga falta.
 Canto, río, con tus aguas: Espada, como tú, río.Como tú, también, espada.
 También, como tú, yo, espada.
 Espada, como tú, río,blandiendo al son de tus aguas:
 De piedra, los que no lloran.De piedra, los que no gritan.
 De piedra, los que no ríen.
 De piedra, los que no cantan.
 
 14 Creemos el hombre nuevo,cantando.
 El hombre nuevo de España,cantando.
 El hombre nuevo del mundo,cantando.
 Canto esta noche de estrellasen que estoy solo, desterrado.
 Pero en la tierra no hay nadieque esté solo si está cantando.
 Al árbol lo acompañan las hojas,y si está seco ya no es árbol.
 Al pájaro, el viento, las nubes,y si está mudo ya no es pájaro.
 Al mar lo acompañan las olasy su canto alegre los barcos.
 Al fuego, la llama, las chispasy hasta las sombras cuando es alto.
 Nada hay solitario en la tierra.Creemos el hombre nuevo cantando.
 
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