Alfonsina Storni
Suiza, 1892 |
PIEDRA MISERABLE
Oh, piedra dura, miserable piedra,
Yo te golpeo, te golpeo en vano,
Y es inútil la fuerza de mi mano,
Oh piedra dura, miserable piedra.
Pero haces bien, oh miserable piedra,
Deja que tiente un golpe sobrehumano,
Deja golpear, deja golpear mi mano,
Oh piedra dura, miserable piedra.
No me des nada, miserable piedra,
Guarda un silencio altivo y soberano,
No te ablandes jamás entre mi mano;
Oh piedra dura, miserable piedra.
Con tu impiedad, oh miserable piedra,
Recobro alientos y el deseo gano,
No te dejes caer sobre mi mano,
Mezquina, estulta, miserable piedra.
Si un día torpe, miserable piedra,
Te venciera la fuerza del verano
Y cayeras a gotas en mi mano
Yo te odiaría, miserable piedra...
Sueño dorado de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo de 100x73cm.
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ECUACIÓN
Mis brazos:
saltan de mis hombros;
mis brazos: alas.
No de plumas: acuosos...
Planean sobre las azoteas,
más arriba... entoldan.
Se vierten en lluvias:
aguas de mar,
lágrimas,
sal humana...
Mi lengua:
madura...
Ríos floridos
bajan de sus pétalos.
Mi corazón:
me abandona.
Circula
por invisibles círculos
elípticos.
Mesa redonda, pasada,
ígnea...
Roza los valles,
quema los picos,
seca los pantanos...
Sol sumado a otros soles...
(Tierras nuevas
danzan a su alrededor).
Mis piernas:
crecen tierra adentro,
se hunden, se fijan;
curvan tentáculos
de prensadas fibras:
robles al viento,
ahora:
balancean mi cuerpo
herido...
Mi cabeza: relampaguea...
Los ojos, nomeolvides,
se beben el cielo,
tragan cometas perdidos,
estrellas rotas,
almácigos...
Mi cuerpo; estalla.
Cadenas de corazones
le ciñen la cintura.
La serpiente inmortal
se le enrosca al cuello... |