SUMARIO
Editorial
César Moro
Viaje hacia la noche
Notas de Dirección
Carmen Salamanca
Jorge Luis Borges
Poema de los dones
Himno al mar
El Sur
Blanca Varela
Casa de cuervos
Así sea
Aldo Pellegrini
Necesidad de la máquina de calcular
Piedad Bonnet
Del reino de este mundo
Cuestión de estadística
Clementina Suárez
El hombre y su esperanza
Con mis versos saludo a las generaciones futuras
Evgueni Evtushenko
Los dueños de la cólera
María Elena Walsh
Serenata para la tierra de uno
Mario Benedetti
Defender la alegría
Adelanto del libro
“ANTOLOGÍA POÉTICA”
de Miguel Oscar Menassa
Ella y la calle
Pequeña historia
Aforismos
Agenda Grupo Cero

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Evgueni Evtushenko

Rusia, 1932

LOS DUEÑOS DE LA CÓLERA

Siglo Veinte
que engendraste el Satélite:
dolor y niebla en ti
no tienen límites.
Eres un siglo
de nobleza y de miedo,
siglo asesino de tus propias ideas,
mira, mira a esos jóvenes:
son dueños de la cólera.
¡Cómo pesa su cólera
y su mirada, su desprecio!
Desprecian partidos y gobiernos,
desprecian a la Iglesia
y a los falsos profetas
desprecian a la mujer
y al implacable rostro
de la tierra
y hasta al desprecio de su propio desprecio.
Para ellos, el siglo no es un padre
sino un padrastro cruel.
Todo para ellos es disgusto
y se exasperan.
Hay inquietantes, negros fermentos
en los muelles del Hudson,
en los muelles del Tíber,
del Sena,
del Támesis,

en todas partes esos jóvenes
van a pasear su tedio.
Son crueles,
holgazanes,
excéntricos,
extraños ante el tiempo en que navegan.
Comprendo qué rechazan;
pero ignoro
qué es lo que están buscando, qué desean.
Lanzar gritos de injuria sin descanso,
¿será su nuevo credo?
En este instante,
aquí desde Moscú,
como hombre, simplemente,
ofrezco estas palabras:
yo también grito de cólera;
pero mi grito no es como el de ustedes,
grito sin esperanza,
porque tengo fe en mi país.
Si gritamos de cólera,
mis amigos y yo tenemos el orgullo
de librar la batalla
para hallar la verdad.
Y a ustedes, allá lejos,
¿la verdad les importa?
Por el mundo vagan ociosos los muchachos,
vagan por las tierras de América.
Siglo Veinte
que engendraste el satélite:
arráncalos de la sombra y de la incertidumbre.
Logra que tengan fe
en la justicia
en la bondad.
Son tus hijos,
y con ellos
tienes que mostrarte piadoso.
Siglo veinte,
¿me has escuchado?
¡Ayúdalos!


En el comienzo de Miguel Oscar Menassa. Óleo sobre lienzo de 73x116 cm.
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