Estamos en Madrid, finales de mayo de 2020. Y estamos bien.
Resulta extraño, como mínimo, comenzar así estas Notas de dirección, con algo que, en principio, parece innecesario escribir.
Estamos empezando a "salir" de una situación totalmente especial e inesperada, algo que jamás pensamos podría ocurrir: una pandemia. La voz procede de la expresión griega pandêmon nosêma (enfermedad); πανδημíα se compone de pan (totalidad) y dêm- (pueblo), que significa primero 'el pueblo entero'.
El pueblo entero de este planeta, expuesto a una enfermedad altamente contagiosa. Las consecuencias han sido variadas: las más evidentes, las sanitarias, han acaparado la atención y los esfuerzos comunes para minimizar el impacto en lo posible, y aun así, las cifras de muertos e infectados son terribles.
Tras eso, comienzan a verse los efectos económicos de casi 3 meses de detención en todo lo relacionado con el comercio, el consumo, los servicios, el turismo, etc. Una crisis a nivel mundial que, como siempre, afectará más a los más débiles, a los más desprotegidos.
Pero hay también otro tipo de consecuencias, menos nombradas y también más descuidadas, pero no por ello menos importantes, que afectan a nuestra manera de vivir, de concebir la realidad, las relaciones sociales... en resumen, nuestro pensamiento ha quedado tocado.
Nada es lo que era ni como era, y seguramente no volverá a serlo. Esto exige del sujeto una reestructuración de sus ideas, un cambio de valores donde la certeza deja lugar a la incertidumbre, al desconcierto incluso. De alguna manera, tenemos que aprender a vivir otra vez en un mundo diferente, donde ni nosotros ni los otros somos los mismos de antes.
Desde estas páginas de Las 2001 Noches ofrecemos los recursos de los que disponemos para llevar a cabo esta tarea que, poco a poco, iremos comprendiendo: la poesía y el psicoanálisis.
Hay que curar el alma para que el cuerpo pueda resistir, así que aquí tienen un bálsamo reparador.
Nosotros seguimos adelante, les invitamos a acompañarnos.
Carmen Salamanca
Directora