LAS 2001 NOCHES ÍNDICE DEL NÚMERO 32 |
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Ahora
que el Sexo y las Drogas están de Moda, |
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X
CONGRESO INTERNACIONAL GRUPO CERO |
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SALTO MORTAL |
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Quisiera escribir algo sencillo Ayer decidí publicar un libro. Sólo en algunas páginas la poesía
alcanza su sentido de verdad. Carlos Gardel por Hegel, puede porqué no,
recordar el tango |
Poco a poco me voy
rindiendo a la evidencia No deseo hacer lo necesario para ser, entonces no seré. Prefiero los rincones, los cálidos rincones del garche perfecto. En fin, la vida fácil. La mujer me interesa compleja, Al hombre lo quiero Primera dificultad, |
Tercera dificultad, tengo silencios prolongados y monólogos extensos. Me callo siempre. Cuarta dificultad, tengo prejuicios, siempre creo que el que da más soy yo. Quinta dificultad, mi discurso es bisexual, sirve a todos. Sexta dificultad, Estoy dispuesto a demostrar que lo que siento es verdad. Y no me importa que me lleve 1.000 años, hay tiempo para todo. Complicación primordial, a pesar de todo, mis encuentros con las personas son favorables. Dicen de mí, que soy inteligente o raro.
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La espléndida zona
del misterio, |
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La humanización fue completa. Me dejé llevar, me llevaron por los entretelones del sexo y la locura, sus máscaras para la fiesta. Y fui Dios y Lucifer y el Mago del Sexo y todo, sin saber. Nadie preguntó por mí. Estaba dispuesto a quedarme hasta el fin. ¿De qué soy responsable? pregunto. Acaso de haberlo visto todo. Lo vi todo. De haberme emocionado en algún momento. Me emocioné siempre. ¿De qué se me acusa? De llevar hasta el paroxismo un saber, de que mis hijos vayan a la escuela. De haber visto la muerte en su locura y la muerte también en su sexo. Fui discreto, galante, convencional, amé todo lo que me fue indicado amar. Tonto y maravilloso, siempre, con la misma pasión. Me pusieron un precio. Un lugar demasiado pequeño para mis explosiones cósmicas.
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Apago la luz Deseo en mis jardines
Agosto 1976, Buenos Aires Todo poeta Pretendo todo lo que sea posible Soy lo que se dice un caminante, un viejo marino. De los puertos, Algas marinas y serenas luces de ultramar, guían mi destino. Toda voluntad será deliberada o no será. Hago un tajo feroz sobre la tierra.
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BUENOS AIRES,
24 de junio de 1977, Madrid, Para saber de pequeño y de
loco Hurtaba de las noches sueños
y flores negras. Ella era el otoño. Dormía bien Recuerdo sus pechos en mi
propio latir Supe del tiempo de los
despedazados pétalos En mis pequeños oídos
malheridos Y fui para saber, tu dios Bebedor insaciable, lleno de
sed El sol que yo buscaba era otro
sol |
Sé que este libro no es exactamente un
libro de poesías. La forma será, sin más, las deformaciones
que la violencia Decir, siempre decir.
a Juan, mis amigos
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Perseguido por todos los universos Diferente entre ángeles, superior entre demonios, no tendré paz. Dónde están los demonios. Aquí conmigo todos los pecados Venid atletas del amor. Tengo para entregarte mis endemoniadas
pasiones, Poderoso dios
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AHORA QUE EL SEXO Y LAS DROGAS ESTÁN DE MODA, ES HORA DE PARTIR Cantemos Morías Morías
Sé que las realizaciones no
bastan. Nos matarán
Te escribo desde una mañana, No tengo en mi mirada nada de
luz. Todo es el desorden de la
fiebre. |
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IV Morir es fácil, ¿quién será el próximo?
Y entonces vi el horror. Veníamos a darnos cuenta, Pensé y lloré todo el tiempo, Tu carne era mi carne. Tu muerte es el lugar donde mi mente
estalla.
Frente a tu muerte han de venir, Te prometo buscar entre las mujeres amadas, Amigo
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VI Tenemos para decir cosas de casi todo el
mundo. A los 35 años se tienen los recuerdos El reino de los estúpidos está cerca. El viento suave de primavera y los primeros
soles, Despojarnos de todas las máscaras es en
definitiva
A los 35 años se aman tiernamente el ocio
y la locura, La noche es alta en nuestros corazones Yo sé |
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VIII Morena, Descuidada en ciertos gestos de amor. Magnolia triste ciertas tardes de otoño Esa mujer no es mi mujer. Ella se pasea por la casa como si lo fuera. Fatal |
IX Yo soy, Arduo es el oficio de la convivencia. Mi pobre hombre ama la muerte y la locura.
Otros lo han hecho y para ellos, también
fue lo mismo. Vamos hacia los territorios donde mueren los guías cada uno se guiará por su propia ceguera.
Poder despreciar el lodo y pasar mi vida
hasta lo último, |
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Lo que vuelve es el
olor de la carne. La carne no vuelve. ¿Siervo de qué tengo que ser ahora? ¿Siervo de qué? Esclavo del arte, linda basura. La medicina no cura estos males. Médicos del alma venid, os mostraré el secreto de la vida. Soy esclavo de una mujer, vivo mi vida al compás de las contracciones de su vagina azul, que enfurece y se llena de locos arrebatos, sólo frente a la muerte. Ella no tiene piedad de mí. Arranca mis testículos y pisotea uno por uno todos los recuerdos. Me hace confesar las malas porquerías. Yo confieso: Lamí con mi lengua los culos más ajenos, escupí con mi saliva los ojos de mi amada, bebí la leche de los pordioseros. Al sol, Ella, ahora, Yo no saldré de mi cubil aunque venga la guerra. ¿Mi muerte no es acaso la lista de mis muertos?
Ya lo sabemos |
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SEGUNDO 15 de octubre de 1975, Buenos Aires Escribo, escribo
todo el día para saciar mi sed. Debo pertenecer a esa clase de bebedores
insaciables. Los de mi estirpe deben ser El hombre siempre es una encrucijada que se resuelve con un asesinato; la justicia debe saberlo. La precisión de un acto (aunque en sí mismo sea un acto salvaje) debe tener siempre el perdón de la justicia, si es un acto perfecto no volverá a repetirse. Las imprecisiones
habrá que castigarlas severamente; ellas ¿O mi ser no es acaso esa diabólica combinación de nuestros destinos? Y el que no cree
porque no sabe o porque nunca le tocará creer, que haga pruebas, que se
desgaste hasta el final, que se vaya, que cierre de un golpe la puerta de
nuestra casa, que vuelva malherido, que muera de espanto en un callejón
sin salida, que comunique sin ningún cuidado las claves secretas de
nuestro poder, que comente entre putas y rancios olores de semen
fermentado, nuestros En el principio
éramos costureras del alma, remendones del piso de la vida,
reanimábamos, dábamos calor y esperanzas. A cuanta inmundicia
encontrábamos en el camino ofrecíamos nuestra comida y nuestra casa
teníamos para cada uno las palabras de sus mediodías y las palabras de
su noche. Nuestro oficio, en definitiva, era lavarle los oídos a los
sordos. La cantidad exagerada de fieles probaba que nosotros éramos unos
imbéciles. La cantidad exagerada Pero ya era tarde, la carne habría de estallar cuando ya nadie esperaba su estallido. La sorpresa hizo imposible toda defensa. Y conocimos el chiquero y nos dimos cuenta que entre nosotros vivían los miserables. Los que se comen siempre el pan que no les corresponde. Los que nunca están dispuestos a hornear el pan que comemos. Los que se aburren por las cosas chicas y por las cosas grandes, digo: los que se aburren en general son los traidores. Nosotros sabíamos desde el principio que la carne hablaría. Y la carne habló. En voz baja; sólo unos pocos escuchamos, y dijo de la muerte y habló de que la piel se resquebraja con el tiempo, que nuestro sistema muscular estimulado constantemente (y no sujeto el estímulo a ninguna LEY) termina por agotarse. Su sentido se pierde en su fatiga. Ella dijo que todo podía ser goce, pero que la violencia acercaba a la muerte. Cuando dijo de la muerte de nuestros padres, dijo la verdad. Amo mi carne porque en ella se encuentran los secretos de los secretos. Porque aprendí a amar mi carne en medio del chiquero, digo que desde hoy el misterio de la cifra exacta de mi ser, sólo será para quien comprenda su verdadera dimensión. A los deportistas les aconsejo apartarse de mi camino, soy para ellos una luz mala. Impiedad
para quienes festejan todas las ocurrencias. Si nada altera mi razón, si todo es igual, si ningún latido es diferente, si mi pulso es perfecto, si mis genitales mueren a causa de la quietud, no caben dudas, estamos en presencia de un idiota. Lo aconsejable, armar las maletas y partir. Siempre es mejor partir en la búsqueda de nuevos dioses, que morir entre las ruinas de los templos de un dios que se desploma. Huir no siempre es la orden, sabemos que en medio de las catástrofes se encuentran las almas más puras, nuestras almas fueron encontradas en medio de las catástrofes. |
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MIÉRCOLES, 23 DE FEBRERO DE 2000 19.00 h. Entrega de
documentación y acreditaciones 10.00 h. La reducción del gasto
sanitario, en las afecciones psicosomáticas, con tratamiento
psicoanalítico PRESIDENTE
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VIERNES,
25 DE FEBRERO DE 2000
10.00 h. La anorexia detrás del
espejo
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Declarado de Interés Sanitario por el Ministerio de Sanidad y Consumo Del 23 al 26 de Febrero de 2000 en el Círculo de Bellas Artes C/ Marqués de Casariera, 2 Madrid |
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SÁBADO,
26 DE FEBRERO DE 2000 10.30 h. Diagnóstico y tratamiento de las obsesiones
en el embarazo 11.00 h. El amor y los avances terapéuticos en la
insuficiencia cardíaca 11.30 h. Descanso 12.00 h. La hipocondría, un miedo a vivir 12.30 h. Psicoanálisis de los trastornos
ginecológicos 13.00 h. ¿Elección de enfermedad psicosomática? 17.00 h. Tratamiento psicoanalítico del colon
irritable 17.30 h. La angustia y la enfermedad psicosomática 18.00 h. Psicoanálisis de los trastornos
inmunológicos 18.30 h. Descanso 19.00 h. La hipocondría, un miedo a vivir 19.30 h. La angustia y la enfermedad psicosomática 21.30 h. Cena de clausura
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2 de septiembre de 1976, Tengo en mi piel todo el
murmullo de mis años. Altas fragancias vienen desde el mar. Anuncio, porque anuncian, la
muerte del pasado. I Sé de la sinrazón de amar los muertos Mujeres y delirios II Navegante feroz III Amante del destierro IV Nada me falta poseo del mundo V El que perfora las opacas montañas VI Atléticos soldados del pasado VII Dispongo de no sé qué saber VIII Cuando miro la tierra IX Tiembla el océano Golpes de viento del destino en el
rostro |
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10 de septiembre de 1976, Madrid Soy un pobre aquí en Madrid. Cuando el color de los olivos
y el olor Tener
10 de septiembre de 1976, Madrid Agradezco esta experiencia de
libertad, Dolor
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10 de septiembre de 1976, Madrid Querido: Aquí estoy sano y salvo y ella, conmigo. Fumo, ahora, tranquilamente mi cigarro después de la comida. Domingo 12 de septiembre de 1976, Madrid Allí donde tiemblan las argollas marinas Traigo conmigo un corazón tocado por el
oceánico Dirán de mí, seguramente, que vengo de un
país 12 de septiembre de 1976, Madrid Se abren y se cierran 12 de septiembre de 1976, Madrid Alocado, furioso, Madrid es pequeña y compleja
de recorrer, Tender las redes en una ciudad
desconocida lleva su tiempo. 12 de septiembre de 1976, Madrid Escribo con la ilusión de
escribir. Mi rostro en el espejo se ve igual a días anteriores. Y si esto que me pasa es la
locura, Soy en verdad 15 de septiembre de 1976, Madrid Escribiré menos en los
próximos días. |
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NUESTROS
LIBROS:
MADRID: 91 542 33 49 |
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