SUMARIO
Miguel Oscar Menassa
Poema Cero
Dame tu pan
Alejo de mí
Todo ruído me recuerda el pasado
¿Dónde estará el amor?
Recuerdo la última vez
Rechacemos la guerra
Sueño y el amo...
Verdad hiriente
¿Sabías que volvía?
Vicente Huidobro
Ecuatorial (I)
Ecuatorial (II)
Raúl González Tuñón
La luna con gatillo
Poema en la muerte de una librería de lance y un librero
Donde todo termina
Muerte del héroe
Rafael Alberti
El cuerpo deshabitado
Socios de Honor
La Bella de Día y Jesús
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RAÚL GONZÁLEZ TUÑÓN

Argentina, 1905

DONDE TODO TERMINA

A Alberto Sánchez
(pintor y escultor)

I

Donde el carbón se junta con la sangre
y la ametralladora bailarina
lanza sus abanicos de metralla.
donde todo termina.

Ya vienen las mujeres con sus hijos
de la mano, en los brazos y en el vientre.
Dentro del gran bostezo de la mina
crece un grisú de soledad ardiente.
Donde todo termina.

Apuntad bien, que sobre el barro caigan
donde el terror se junta con la sangre.
Ya están ahí los mercenarios.
Donde todo termina.

Su sangre no es abono.
Por el río que arrastra el grano oscuro
corre la sangre favorable
de obreros fusilados contra el muro.
Donde todo termina.

¡Cómo se pasa del carbón al plomo!
¡Cómo se pasa del esclavo al hombre!
Somos miles de muertos favorables.
Donde todo termina.

Incorporaos sobre nuestra muerte
y en su arsenal de polvo
fundid las nuevas armas.
Donde todo termina.

Donde el carbón se junta con la sangre
pronto desbordará los horizontes
el ejército muerto que dirige
un mariscal de hueso y de ceniza.
Donde todo termina.

II

Escuchad la tormenta,
bata el palo sobre la ropa oscura.
Lavad, mujeres de mineros,
la ropa oscura.
la ropa del carbón y de la muerte,
del barro y de la arena
que en el Nalón y en el Caudal arrastran
las aguas de la cuenca.
¡Veteranas!

Bandera el overol agujereado,
espectro del coraje el trapo comunero.
Detrás del viento entre hulla y escarcha
viene el invierno con el hambre.
Viene el invierno fusilando muertos,
decretando osamenta,
persiguiendo a los hijos de los muertos
donde madura el grito de los muertos,
donde la dignidad va madurando.

Va madurando sobre la derrota
donde se junta el aire con el humo
y un sol de vidrio opaco, forastero,
ve desfilar hacia el túnel sonoro
mineros y mineros y mineros.
Donde todo termina.

 

Libros de
Miguel Oscar Menassa

a la venta en
e-libro.net

 


Encuentro de Miguel Oscar Menassa. Óleo sobre lienzo, 76x60 cm.

MUERTE DEL HÉROE

Buenaventura Durruti
“Tiene usted una cultura de Biblioteca
Sempere”. (En el café.)

Juego de la linterna y el gatillo
lo veo en el retrato del prontuario,
de frente, de costado, con un número,
con un cabello turbio y despeinado.
(Sólo faltaba arriba una paloma
con algo de furioso y delicado.)

Lo veo en el vestíbulo del Banco
donde están los ingleses,
en pleno mediodía del asalto,
multiplicando en los espejos cóncavos
de parque de atracción y policía,
clima de enfermería y tren ligero,
aire de boletín de última hora
subiendo en el coraje desatado
la escalera del miedo.

Lo veo en las polémicas del hierro,
en los locales de los sobresaltos,
en las noches del cuero y el cemento,
en los subsuelos de la harina,
en las llanuras del asfalto,
en los techos del vino y el petróleo,
en las vigilias de tabaco y cebo,
en las orillas de los sindicatos
con luna presidiaria y Ateneo.

Lo veo derramando plomo y oro
por las huelgas del mundo, comandante,
lejos aún de la bala de plata
fundida para él un siglo antes.

Lo veo por los muelles del acero,
por los enlaces ferroviarios,
por las traseras de los frigoríficos,
por las tabernas de los jornaleros
y el paredón del arrabal llovido
cuyo revoque evoca todavía
su perfil bondadoso y pistolero.

En donde yacen los himnos anarquistas,
entre tahonas, libreros de lance,
novias de fugitivos y retratos
de Francisco Ferrer ya fusilado;
durante el heroísmo sin consignas,
antes del cine y de los comisarios
oh, qué auténtica entonces
su mezcla de cordero y de leopardo,
qué madurez crecida de repente,
qué francotirador y Jesucristo
su corazón, perdido por Noviembre.

¡Desciendo, la bandera hasta el cadáver!
Me encamino al espectro preferido,
vuelvo a ver una calle con un río
de manifestación y cementerio
y a él sobre el caos, levantando
su índice muerto.

125.001 ejemplares: NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA