LAS 2001 NOCHES Nº 89

MIGUEL OSCAR MENASSA
45 años de la Producción de un Creador
1960 1971
¿INFIDELIDAD?
UNA PELÍCULA DE MIGUEL OSCAR MENASSA
1961
PEQUEÑA HISTORIA
1974
SOCIOS DE HONOR 1963
LA CIUDAD SE CANSA
1975
YO PECADOR
1940 1966
22 POEMAS Y LA MÁQUINA ELECTRÓNICA..
GRUPO CERO EN LA RADIO
1957 ESCUELA DE POESÍA GRUPO CERO MENASSA CONTRA MENASSA
1958 1970
LOS OTROS TIEMPOS
NO DEBEMOS CALMAR NUNCA EL HAMBRE
JUVENTUD GRUPO CERO

¿INFIDELIDAD?

“¿Infidelidad?” es una rara y arriesgada muestra de cine sin complejos que toma un camino difícil, pues aunque su tema central y único sean las relaciones de pareja no se atiene a la estructura formal de contar una historia lineal siguiendo las acciones de sus personajes, sino que lo hace a través de sus palabras. Todo lo que pasa sucede en el plano de las emociones y se transmite en intercambios verbales.

Aunque el film ahonda en el terreno de la psicología y particularmente en el del psicoanálisis, el director ha procurado omitir también las visiones oníricas y las metáforas visuales de las
que usaron y abusaron los primeros realizadores de Hollywood que abordaron el género “psicológico”.

Película de pensamientos y sentimientos expresada con claras y luminosas imágenes “¿Infidelidad?” cuenta en su medido reparto con una excelente interpretación de la actriz almodovariana Antonia San Juan en una sorprendente veta dramática.

MONCHO ALPUENTE

125.001 ejemplares: NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA


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1 9 4 0
Nace en Buenos Aires, Argentina.
 

1 9 5 7
Ceremonia de Promoción de sus Estudios
Secundarios.

1 9 5 8

- Comienza su psicoanálisis.
- Ingresa en la Universidad.

Miguel Oscar.Menassa: La primera historia de la Facultad de
Medicina fue esperando para anotarme:
“Llevo en la mano un libro de poesía de Dylan Thomas y un
joven me pregunta:
- ¿Policial?
Y yo le digo:
- Sí, ¿cómo, no lo leíste nunca? ¿Tú lees novelas policiales?
- Me las como.
-Entonces, la tienes que leer, macho. Dylan Thomas es uno de
los mejores novelistas policiales.
Esa fue mi primera conversación en la Universidad de
Medicina.”
 

1 9 6 0
Servicio Militar Obligatorio.

1 9 6 1
PEQUEÑA HISTORIA

JUEGOS PROHIBIDOS

El mundo es un giro de viento;
abre las puertas detenidas;
yo abro las puertas,
yo soy el mundo.
Hablo a las baldosas
con la lentitud ingenua
de la renovación,

 


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yo me renuevo.

Salto las ventanas viejas
de un barrio pobre
y amo a las muchachas
aún despiertas.

Les dejo el corazón
y luego parto.

Conmigo queda el aliento
que más tarde doy
por las calles de aquí,
por donde caminamos todos
todos los días.

Al llegar a las esquinas frías
me detengo,
miro el cielo:
no es imposible.

Y vuelo entonces sobre esta sonrisa atlética
para cubrir
algunas faltas de amor.

ELLA Y EL VIENTO

El viento,
ese trotamundos incansable
que nos toca,
ha llegado hasta mí para traerme
el recuerdo de ti,
de tu voz en el viento,
de tu risa en el viento,
de tu ferocidad detrás del viento.

No es el mismo de las noches compartidas
ni el que levanta las polleras tristes de la tarde
para mostrarnos:
un amor de piernas,
un amor de noches,
un amor.

Es el gran luchador
como tú,
fuerte y frío
como tú
que te lleva
como tú solías llevarme
detrás de un beso
de una caricia prometida.

Él te retiene y te suelta
cuando quiere.

Él es el que repudiándose
te maldice y te ama,
como yo.

SIRINGA DE SOLEDAD

He llorado anoche en los brazos de nadie,
pensaba en anguilas submarinas
y esta vieja manera de roerme.
Eran los ojos de mi gran amigo bajo el agua
y la boca de la mujer aquella
que gritaron al niño que tengo
prendido de este lado.

Era la ventana azul de tus labios,
mas, mi amigo
tirándome la piel
me susurraba del amor y de la vida
unas cosas extrañas.

(En los famosos días
de tierra al sol, de espaldas a la gente,
cuando el cielo de las mujeres arda
podría abrazarme al orgullo de mi padre
y dormir junto a mí por una noche).

De la noche pasada y la mañana
sólo recuerdo
aquellos ojos que lloraban solos
y esa boca tendida que trataba
de tomarme la mano y esas cosas que llevo
prendidas de este lado.

Y así,
moriré cualquier mañana
apretado a esta lágrima que guardo,
que no es la última,
ni siquiera la anterior a la última.


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Miguel Oscar Menassa. Rostros de Marfil. 70x70 cm.

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LA CIUDAD SE CANSA

TODOS LOS CUENTOS TERMINAN
CON LA VIDA O CON LA MUERTE

I

El campo siega los corazones jóvenes
y éstos ya no se parecen a las garzas
o a los patos volviendo de la laguna
mojados y despreocupados del frío de la tarde.

Tú eras libre y pequeña en la provincia
antes de la ciudad
solías descorrer las tranqueras
que detenían las ovejas
para verlas trotar
por los callejones de tierra.
Solías aprovechar tu día
viendo el crecimiento vertiginoso de los trigos.

Las manzanas por detrás de la casa.
La ciudad es melancólica y familiar
pero en el campo de mi corazón
ríes y saltas por entre los tabiques
hasta reventar de alegría.
Morir en la sangre de mi corazón.

He caminado y violado en los alrededores de tu piel mi juventud
deteniendo y deteniendo
el hilo de tu virginidad.
He corrido como los caballos de tu infancia
que te excitaban y temías
para llegar un poco antes
en el mismo momento al límite de la noche
por no haber creído
en el crecimiento de las flores de tu pueblo.


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Ahora vuelvo mi rostro y las oraciones de mi niñez hacia ti
para convencerte de la soledad de los hombres.
Puedo agitar las banderas de las discordias y la cordialidad
para vencer tus años de padre y madre
venidos de un país extranjero o de la provincia.

Hemos estado juntos en la ciudad
tan cerca de mi oficio como de la maldad
tan cerca de mi oficio como del amor
y sin embargo ahora
adiós querido mío estoy cansada
te descubro
me ahogan las habitaciones de tu casa
debajo de las casas
y tú no eres el misterio ni el alga ni el junco
que turba o desborda la soledad.
Me ahogan tus diálogos con el viento
y las conversaciones desenfadadas y violentas.
 

II
 

El musgo crecía en las piedras
de la orilla del río de tu pueblo
y el deseo en tu corazón.

Tus piernas te acercaban a la seriedad
y en las tardes de silencio y excitación al río.
Las primeras aguas en llegar a las piedras
también llegaban a tus muslos desnudos
humedeciendo y alegrando
tus maneras del ocio y la ternura.

Las pensiones de la ciudad no son el río
las mujeres se duermen y se levantan solas
y cuentan o cantan su soledad a la noche
y a los carteles luminosos.
Amada, aquí no hay río que alegre y humedezca tu piel.
Aquí en la soledad y el tiempo del invierno
el humo y el olor de los hombres
cubre y desgarra las pieles de las niñas.

Y tú mi amada casi nunca demasiado estupenda y ágil
cubierta y desgarrada por mí
en el comienzo de las frutillas y el verano
no puedes entenderlo.
Entonces mi querido me ahoga tu calor
el poderoso cielo de tus caminos interminables
me ahoga el vagabundo
que nos perteneció de rabia y júbilo en la ciudad
el mismo que gime o ruge cuando se queda solo.

1 9 6 6
22 POEMAS Y LA
MÁQUINA ELECTRÓNICA
O CÓMO DESESPERAR
A LOS EJECUTIVOS

ADOLESCENTE PESCADOR
DE ENAMORADAS VIEJAS

Adolescente pescador de enamoradas viejas
gran pescador de trufas
de muchachas alegres como el sol
de alguna fija para jugarse el alma.
Yo, gran cazador
gran manejador de redes solitarias
de redes para la soledad
de redes especiales
                                para cazar
tímidos corazones.

Cansado de ver morir
caliente
tanta gente
un verano de tarde
por los jardines públicos

 

Miguel Oscar Menassa. A mi madre. 60x50 cm.

por las calles públicas
por los baños públicos
puse mis redes silenciosas.
Después me dije
el tiempo es necesario
me aconsejé
tomar café sin ninguna leche
todas las mañanas.
Me aconsejé sentarme
le dije a una mujer
que se sentara al lado mío.
Tu culo fresco
                        le dije
                                sobre la tierra fresca.

Nos dimos un gran beso de amor.

Ella me dijo sus maneras de entretener la soledad.
Mostrar sus piernas o moverlas
según el frío o nuestras costumbres,
sentarnos al lado de un hombre
y dejarnos tocar
hasta sentir la necesidad de ser madres.
A veces, se entiende
vendemos perlas a los hombres
alocados, perdidos en el sol.
Perlas orientales
perlas blancas de amor
pedacitos de perlas, dispuestas
generalmente sobre nuestro vientre
perlas, en fin, en forma de collares a dos vueltas
para estrangular mejor

      me dijo
                  perlas violentas.

1 9 6 9

Se gradúa como médico.


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1 9 7 0

LOS OTROS TIEMPOS

CAPITÁN CAT

La vida de los marineros es una vida sin esperanzas.
Yo soy el capitán Cat y quiero decirles
que el mar, fue mi mejor amigo.
A Morgan y a Perkins, los conocí
en un café de la calle Córdoba
lejos del mar.
Teníamos una manera distinta de vivir.
Para mí el mar era la vida misma.
Cuando en el puerto esperaba el regreso de la tripulación
nunca tuve miedo.
Yo soy el Capitán Cat
y esto es cierto.
Cuando Perkins y Morgan en alta mar
pretendían atemorizarme
luchando como adolescentes
contra el mar
las ballenas asesinas o alguna embarcación inglesa
-que para esa época eran terribles-
Y Perkins con su corbata negra
Y Morgan dale que dale con el arpón;
yo solía entretenerme con Rosie Probert y esas cosas del amor
y mi madre muerta dentro de mis ojos sin luz
como si todo el universo estuviera en mis ojos
y todo el universo era el mar.
Mis ojos y el mar se parecían
y la aventura era sin dudas, para mí,
mi madre enloqueciéndose dentro de mis ojos.

1 9 7 1

Fundación del Movimiento Científico-Cultural Grupo Cero.
Firma del Primer Manifiesto Grupo Cero. Manifiesto de
adhesión al Grupo Plataforma
“Esto que comenzamos a escribir tiene la pretensión de ser un
manifiesto, manifiesto de adhesión si se quiere, o bien verdaderamente
dicho, manifiesto de ruptura, ya que toda adhesión lleva
irremediablemente en su seno un sí y un no, o para decirlo de una
manera menos alusiva, todo encuentro lleva consigo, y esto es verdad,
por lo menos una separación...”
Del “Primer Manifiesto Grupo Cero”

1 9 7 4

- Fundación de la Editorial Grupo Cero.
- Sale el nº 0 de la Revista “Grupo Cero” en Buenos Aires.

1 9 7 5

YO PECADOR

ANTEPASADOS

Antiguos pescadores, viejos espías del dolor
aquellos que nacieron para que yo naciera
aquellos que traían la orden de matar,
eran inocentes.
Buscadores de oro
artesanos de las buenas costumbres
para ellos
vivir
había sido duro aprendizaje.
No tenían, en verdad, la elegancia de los Normandos
y sus mujeres incapaces para las tareas domésticas
habían nacido para amar.
Amar en primavera
los colores azules persistentes y por las noches
cantos de extraños pájaros nocturnos y el dolor.
Hablaban cuando los acontecimientos naturales
quebraban la paz.

RAIF MI PADRE

Cuando Raif, mi padre, hablaba de los hombres
hablaba siempre de los árabes.
Bebedores de alcohol
capaces de dar la vida por una mujer
o ensoñarse al atardecer
a causa del olor de los azahares.
Un árabe nunca mata sin pasión.
Frente a la incertidumbre
abandona a sus seres queridos y busca
en el silencio del desierto, su destino.
Ama las flores y los cigarros
y al amanecer
sentado sencillamente en la puerta de su casa
espera que el sol toque la vida con sus manos.

MI PADRE HABLABA DE SU
MAR ALEGREMENTE

Mi padre hablaba de su mar alegremente.
Del mar de mi país puedo decirlo todo.
Hablar de sus colores y de su mansedumbre.
El mar de mi país parece una pradera.
Crecen en plena mar acacias y malvones
como en la casa del abuelo Antonio.
Esa pradera azul estalla de colores
cuando en primavera florecen sus mujeres.
Al alba tendían las redes tejidas en el hogar
a mano por viejas mujeres con ropa de seda
y grandes peinetones de marfil;
que nunca, dice mi padre, ni aún en las fiestas
besaban a sus hijos varones.
Cuando los hombres volvían con sus presas del mar
cobraban su sentido aquellas ceremonias.

Autorretrato de espaldas de Miguel Oscar Menassa.
Óleo sobre lienzo. 54x45 cm.


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CUANDO SOBREVENÍA
EL ABURRIMIENTO

Cuando sobrevenía el aburrimiento
nos tendíamos en la arena con los niños
a la espera de nuestros buenos pescadores.

Todo era fácil en la tierra del sol.

Sin embargo el mar en tiempo del otoño
echaba sobre nuestros hombres su mirada
llamándolos a unirse con él y para siempre.

No te embarques en las desoladas mañanas
cuando siento en mi corazón la sudestada
cuando golpea contra mi cabeza el viento sur.

Sin hombres nuestro destino sería diferente.

EL PRIMER DÍA DE
PRIMAVERA EN LA MAÑANA

El primer día de primavera en la mañana
hincábamos nuestras rodillas en la arena
y nos despedíamos para siempre
                                                   de aquellos
que habían muerto en el invierno.

Faride, la abuela
tomando a los más pequeños de la mano
mostraba el mar y les decía:
el mar está maldito,
mata a nuestros hombres por placer
su perversidad no tiene límites.
 

El llano nos espera.
Nuestro porvenir
l                           a guerra
                                         contra el llano.

Dominaremos la pradera.

Todo era difícil sin violencia
Faride empecinada
quería que los elegantes hombres del llano
casaran con nuestras mujeres.
Todo era difícil
cuando con lo único que contábamos
era con el amor.
Faride empecinada
montada en un caballo blanco
como la nieve de los Alpes,
abrió sus brazos hacia el cielo
estrelló su mirada contra el enemigo
y ordenó avanzar.
Avancemos
                   hijas
                          todo está perdido.

JUNTO CON LA BATALLA
PERDIMOS TODAS LAS ESPERANZAS

Junto con la batalla perdimos todas las esperanzas.

Me ofrecieron para quedarme con ellos
un arcón lleno de libras esterlinas
y una muerte segura en el mar
al amanecer, un día de tormenta.

 


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Faride permanecía en silencio
y un gesto de dolor cruzaba su rostro.

Me ofrecieron impregnar mi cuerpo
con olor a jazmines para siempre
regalarme una capa de seda natural
y un anillo que atestiguara mi poder.

Faride rasgó sus finas vestiduras
para mostrar su pecho acribillado
por la metralla enemiga.

Hijo mío
en el mar no hay destino para los hombres.

Viajarás por el desierto hacia el sur
cruzarás el misterioso océano
hasta llegar al Río de la Plata.
Cerca de sus orillas fundarás tu ciudad.
Te nacerá un hijo en primavera
que llamarás Miguel.
Pondrás en su piel el color de los olivos
y en su mente el poder de descifrar los sueños.

LLEGASTE EN UN BARCO
CUALQUIERA

Llegaste en un barco cualquiera
en tercera, con otros inmigrantes.
Con piedras y viejas maderas de cajones
pusiste, en Barracas, tu ciudad.

En tu primera carta a Faride le decías:
que estabas en el sur
le hablabas de tus amigos los feriantes
como si hablaras de guerreros.

Faride Faride estrella luminosa
tengo en mi corazón tu pecho ametrallado.

Aquí estoy en el sur
donde el amor sólo acontece al amanecer
cuando recuerdo tu mirada.

Del Río de la Plata puedo decirte
que es ancho y generoso como nuestro mar
sin embargo
no tiene embarcaciones
y nadie muere en él a causa de la pesca.

JUGAR JUGAR HASTA MORIR

Jugar Jugar hasta morir
como decía el testamento del abuelo Naur
que no puede mentir
                                porque Naur ha muerto.

Ha muerto de tristeza en el desierto
y no de sed huyendo temeroso
como cuentan algunos extranjeros.

Naur, es cierto, tenía en su semblante
restos de algún pasado misterioso
-homosexual o sádico decían las mujeres-
Sin embargo Naur hablaba siete idiomas
y tenía
en los surcos de la cara marcada inteligencia.

Cuando hacía el amor
no era precisamente un hombre del desierto
se le notaba, se veía en el alboroto de sus cabellos
un aire ciudadano.

YO SOY MIGUEL EL NIETO DE
NAUR Y DE FARIDE

Yo soy Miguel el nieto de Naur y de Faride
pero también a causa de los ojos de mi madre
nieto y bisnieto de araucanos
fruto abierto al sol hijo de los ángeles.
Cuando mi madre recuerda a Valdivia, el asesino
puede verse en sus ojos al trasluz
a Caupolicán en pie de guerra
dueño de todo el horizonte.


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ÁNGELA MI MADRE

Ángel de ángeles
Ángela bien amada
Hija de Antonio bisnieta de Lautaro
tenías cuando joven de los indios
la forma de pintarte los cachetes
y tus redondos pechos campesinos
donde bebí la leche destinada
al rey de los arcángeles.

Cuando tu voz llamaba mi nombre
en la penumbra
todo era luminoso en torno de tus ojos.

ABUELO

El humo de tu pipa nos hacía toser
o se metía en nuestros ojos
junto con el verde color de los olivos
y la parra
             cayendo a pique
como los aviones y como los pájaros
cazados con la gomera o a mano
según las estaciones.

De tu pipa salían el humo y las historias
que nos ponían lágrimas en los ojos.

Era una mujer hermosa, nos decías
desnuda
              traída por el viento
envuelta entre las hojas del otoño.

SALVE I O MARÍA LA LOCA

Para recordar reúno las palabras
de la alegría de otros tiempos
                                              tu cara de mujer.

 

Vivías simplemente en el cordón de la vereda
con tus pies bañados por el agua podrida de la calle
y el corazón
violento corazón donde mis años corrían lentamente.

Te llamaban la loca María
María la bruja
María la que alojaba en su mirada
el tiempo de morir.
Aquella opaca y misteriosa señora
que tenía en sus brazos ágiles bailarinas.

Como una maga María, como una dulce maga
encantabas mis sueños infantiles
y arrojabas en mis desolados castillos, tu presencia.

SALVE II O MARÍA LA HECHICERA

Cuántas veces perdido en tus amables brazos
María la hechicera
recorrimos los canteros donde crecía la alegría
donde el amor y los malvones
se regaban con la misma firmeza
                                                    con que las aguas
bajan de las montañas en primavera
para regar los campos araucanos.

Tú reinabas tu reino, allá en Pompeya
tu mar y tus espumas
eran las manos del abuelo Antonio
tocando la guitarra o encendiendo su pipa
con el rojo carbón entre sus dedos
y un corto silbido, para llamar a Juana
la oveja, su inseparable compañera.

Cuántas veces tu sol era los ojos ciegos del abuelo.
En Mon y Tabaré te sentabas
con un pañuelo negro en la cabeza
y en tu falda
                  doce panes calientes
cocidos en el barro con tus manos
como cuando eras niña
y a orillas del Limay
Caupolicán pasaba su belleza.

SALVE III O MARÍA APASIONADA

Tendidos en el patio
cuando me enseñabas tu nombre y los colores
esas raras combinaciones del verde con María
en las desoladas tardes del verano
cuántas veces besé tus pómulos salientes.

María
roja como la sangre
María apasionada.


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SALVE IV O MARÍA DADORA

Tal vez no sea necesario decirles que los amo
con la misma violencia de las lanzas
matando al enemigo blanco en las praderas
o la empecinada suavidad de los interminables telares
azules contra el viento.

Tal vez no sea necesario decirles que en mi piel
-territorio de paz donde se anidan
los espejos del tiempo
vuestros rostros más puros se reflejan
violentos de placer.

Tal vez no sea necesario decirles que he gozado
como gozan los niños cuando se zambullen
exactamente en medio de la tormenta
entre los pechos de María Dadora
Diosa lechera
bruja nacida para amar.

1 9 7 5

Firma del Segundo Manifiesto Grupo Cero

“... Si nada altera mi razón, si todo es igual, si ningún latido es diferente, si mi pulso es perfecto, si mis genitales mueren a causa de la quietud, no caben dudas, estamos en presencia de un idiota. Lo aconsejable, armar las maletas y partir. Siempre es mejor partir en la búsqueda de nuevos dioses, que morir entre las ruinas de los templos de un dios que se desploma. Huir no siempre es la orden, sabemos que en medio de las catástrofes se encuentran las almas más puras, nuestras almas fueron encontradas en medio de las catástrofes.”

Del “Segundo Manifiesto Grupo Cero”

 


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