LAS 2001 NOCHES ÍNDICE DE NÚMERO 39

UN HOMBRE MUERE APENAS SI OTRO HOMBRE LO NOMBRA

LA POESÍA Y YO

AMORES PERDIDOS

AMOR PERDIDO MI HIJO PABLO

AMOR PERDIDO MI MADRE

POETA CONDENADO

MENASSA EN BUENOS AIRES

SOCIOS DE HONOR

AMOR PERDIDO LOS INDIOS

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA

AMOR PERDIDO BUENOS AIRES

ARMAS DE MUJER

AMOR PERDIDO LA JUVENTUD

AÚN PUEDO DECIR AMOR

SALAC LA PLATA

MIGUEL MENASSA EN BUSCA DEL NOBEL

UN HOMBRE MUERE APENAS

SI OTRO HOMBRE LO NOMBRA

AMORES PERDIDOS

Cuántas veces quise morir con tanto amor perdido,
con tantos trozos arrancados de mi propia carne.
Después no pude casi nada, mucho menos morir,
era hombre duro, por los golpes y tuve que vivir.

Cuando murió mi padre yo estaba en las montañas.
Él, antes de morir, me escribió una pequeña carta:
-Usted debe quedarse donde está, haciendo lo que hace,
no abandone ni amores, ni trabajo, para verme morir.

Lentamente bajé de la montaña y me di cuenta
que, yo mismo, siguiendo el camino de mi padre,
era el pobre extranjero que vivía lejos de su familia,
sin poder remediarlo, ni aún, ante la muerte.

Y me quedé, donde había llegado, sin moverme
y tuve ansias que la mano negra del destino,
se partiera en mi rostro, segara mi existencia,
pero no fue posible para mí, sino seguir viviendo.

Cuando murió mi madre ya no había montañas
y yo mismo, estaba al borde mismo de la muerte.
Haciendo infinitos esfuerzos para salvar mi vida
no pude darme cuenta: amada madre había muerto.

Hoy día, todavía, no puedo recordarla sino viva
y cuando pasan meses sin recibir, de ella, nada,
ni siquiera una carta, delicada, para decirme:
pequeño mío, hermoso, tanto te quiero, hijo.

Y cuando ni siquiera se me aparece en sueños
y nadie me habla de ella, no la concibo muerta,
pienso que está muy enojada por mis locuras,
por mi manera de vivir, tan lejos de su amor.

Sueño que un día, al levantarme, por la mañana
estamos todos juntos sentados alrededor del fuego,
conversando con grandes jefes indios, del futuro.
Bajo el cielo, Caupolicán, mi madre y yo pequeño.

Indios que fueron lo perdido primero,
herencia cultural arrancada del alma,
cuando pusieron en mis hambrientos labios
el verbo amar, morir, en lengua castellana.

Ni Buenos Aires me quedaría para amar.
La historia americana se metió en mi cabeza
y ardiente y en voz baja me lo dijo todo:
Nadie te matará, poeta, te tocará el exilio.

Y para no morir, aún, abandoné mi patria
y fue brutal la travesía transoceánica,
desde el jardín de las delicias en América
a la reseca y árida meseta castellana.

Ya estaba claro cuánto había perdido,
en apariencia sólo quedaba mi juventud,
mis hijos, mi fuerza de trabajo intacta,
mis pobres versos al viento de la tarde.

Mas lo que había en mí era la nada, nada,
violencia de dejarme explotar por la comida
y cuando conseguía levantar la cabeza,
alguien, con terquedad, me la golpeaba.

Mirando toros bravos en las corridas
y esos toreros diestros hasta el hartazgo,
me hice experto en verónicas y, por fin,
conseguí romper del todo mi mala racha.

Un puesto en el mercado de las palabras
me permitió ir ganando algunos cuartos.
Con algo en mis bolsillos, abandoné Madrid
y fui a dar con mis huesos en Arganda.

Escribiendo y trabajando duro, todo el día,
conseguí que se abrieran para mi vida
una casa con jardín a la calle, un coche
y colegios decentes para todos mis hijos.

Y así fuimos muy felices después de tanto,
después de tantos años de trabajos forzados,


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después de tantas lágrimas y tantos resquemores,
en espléndidos días del verano conocimos el mar.

Mas la felicidad, la dicha, no duró casi nada,
al poco tiempo de volver de nuestro veraneo,
en plena calle, en una noche aciaga y traicionera
en Arganda del Rey, asesinaron a mi hijo Pablo.

Y ya no hubo ni sueños, ni montañas,
ni dolor suficiente, ni siquiera palabras,
ni los grandes jefes indios bajo el cielo,
ni gargantas de odio, ni manos de venganza.

Sólo estos versos sueltos, esta nada de nada.

MENASSA
EN
BUENOS AIRES

más información 

TEMPORADA 200/2001

 SEMINARIO SIGMUND FREUD

 EN MADRID

AMPLIADO EL PLAZO DE INSCRIPCIÓN HASTA

20 DE NOVIEMBRE DE 2000

GRUPO CERO

Director: Miguel Oscar Menassa

 CONSULTEEL DIRECTORIO DE NUESTROS

 PSICOANALIST AS

en

www.grupocero.org

www.psicoanalisisypoesia.com

AMOR PERDIDO
MI MADRE

I

Cuando los robustos colores de mi insurgencia,
toquen, por fin, tu corazón, ya será tarde,
tu corazón será de piedra.

Cuando abramos, silenciosamente, la mañana,
encontraremos envuelta en ella,
los suspiros nocturnos de cien mil muertos,
recordado tu nombre:
madre desde que estás lejos,
no vienes por las noches a besar mi frente enamorada.
"El cielo está cerca, hijo mío, la voluntad de Dios,
se hace agua en mis labios de fresa y colombina,
asustada por el disfraz de pierrot sangrante"

No te preocupes madre, si no triunfo,
te prometo caer derrotado de manera grandiosa.
Será un coloso tu hijo,
cayendo de los espejismos de la gloria.
Me vestiré de sedas y topacios,
para que al verme caer, pienses en los ángeles.

Encuentro, definitivo, con la muerte, alguien dirá
y yo que nada sabe, escribirá un poema.
Verás qué ritmo madre, el ritmo de tu muerte.

Porque vos fuiste la que quiso que yo fuera poeta.
Amabas los trigales, recuerdas,
recuerdas por las noches tus canciones de amor.
Yo era tu príncipe valiente y, también,
era tu príncipe cobarde. Yo era tu príncipe.

Te escribía poemas y te llevaba flores en mis manos,
después ninguna mujer quiso que yo pudiera tanto.
Furibundo, mezquino, alucinado,
hundo mis manos en el vientre sagrado de la tierra,
para encontrarme con algún pedazo de tu cuerpo,
algo que me devuelva la razón de ser para vivir
y me rompo contra piedras bañadas en oro cálcico.

Vociferadores y sangrientos dioses de la nada,
tejen, silenciosamente, sobre mis esperanzas,
los pequeños días, que esperan entre sombras,
verme dejar tu amado cuerpo por nuestro canto.

II

Una mezcla de servidumbre y libertad,
ambas inconcebibles, me acompañan.
Como un hueco vacío en plena soledad.
Como un silencioso toque de queda a muerte.
Como un viejo silbido proveniente del mar.

Extrañé, dulcemente, tus carnes todo el tiempo.
Soñé, me até a los brazos de la muerte y tu cuerpo,
no dejaba de llamarme la atención con su frialdad,
espesa venganza de las tierras heladas por el odio.

Pensé en la muerte nuestra compañera inalterable,
separé todo lo que se puede separar del cuerpo y,
a pura alma a corazón batiente, aferrado a la vida,
palabra a palabra, fui construyendo este espejismo.

Por fin he comprendido: soy un poeta afortunado.

III

Hoy me siento espectacular,
muy cerca de tu muerte,
hice brillar una pequeña piedra,
cual si fuera un tesoro completo.

Hoy quisiera poder un paroxismo inexistente,
secar la última lágrima, del último hombre.

125.001 ejemplares: NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA


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AMOR PERDIDO
LOS INDIOS

I

Escribir un soneto para un indio es cosa fácil.
Pongo aquí una injusticia, aquí pongo una burla.
Pongo las tumbas violadas de mis antepasados
y para terminar esta cuarteta, una niña vejada.

Un soneto no es cosa complicada para un indio,
puntuando, tengo la humillación de cinco siglos,
en la mitad, precisa, del quehacer estos versos.
Y ahora para hacer el espacio dejo caer el oro.

Y así empieza el final de estos comienzos,
por eso pongo aquí el peso duro de la carne,
nuestros muertos al defender tierra arrebatada.

El cuerpo de la fertilidad de nuestra tierra.
El humus encantado que hace vivir al indio,
esa flor siempre-viva, clavada en las Américas.

II

Esta vez soy el indio que no hará la guerra.
Esta vez soy el indio que no someterán.
Esta vez soy el indio que habla las palabras.
Esta vez soy el indio que se libera en versos.

No véis que ya no quedan puñales en mis ojos,
ni lanzas a caballo corriendo hacia la muerte.
No véis que Cristo ha caído en los Andes,
que ya no quedan, en mis ojos, plegarias.

Esta vez soy el indio que viene del futuro.
No tengo tesoros que guardar, ni templos,
ni mujeres enamoradas, ni tierras fértiles.

No haré la guerra ni el amor, ni escaparé, cobarde.
Provengo de sumergidas Atlántidas del verbo.
Soy el indio poeta, esa civilización imposible.

III

Y soy americano y soy de América.
Mi voz es una voz americana.
Mis lujurias mis locas ambiciones de volar,
son americanas y Madrid, mi querida,
mis pequeños huérfanos parisinos,
no es Europa ni lo será en mil años.
Madrid es trozo central,
del gran diamante americano.
La lengua que genera un don que la supera.
La increíble madre que se quedó sin dueño
y se deja llevar tranquilamente por sus hijos.
El tiempo no es el ser,
pero el ser no puede ser fuera del tiempo

y tiempo es una lengua, una escritura.

Yo soy, de piedra, el indio americano,
que no mató España en la conquista.
Vengo de un cielo, cálido, sin dioses.
De una llanura fértil, casi sin límites.

Soy el sangrante y hablador guaraní,
la pura lágrima, límpida del maya,
el surco abierto, con firmeza, por el inca,
la tristeza, infinita, de lo que no muere.

Soy el árbol, la fruta, el oro, la pérfida esmeralda.
Plata descuartizada, sangriento cobre ametrallado.
Montañas y mujeres saqueadas en nombre de Dios.

Soy de América el verbo, la pluma diferente,
indígena y galáctico, histórico y superfluo,
granítica presencia, hiel de los tiempos.

IV

Aplastado por el hambre crecí profundo,
llegué a tocar, en el centro de la tierra,
en el borde, exacto, de la vida plena,
el fuego máximo, los calores extremos.

Fui expulsado del centro mismo de la tierra,
por ambiciones de mineros y comerciantes.
Las aguas me llevaron hasta donde el océano,
se repliega, sobre sí mismo, para ser el amor.

En esa negra profundidad turbulenta,
donde no había, una cúspide posible,
de la perfecta roca surgió mi cuerpo.

Pescadores y gobernantes me expulsaron del mar.
Y, aún, fuego volcánico, tierra, agua desesperada,
vuelo, ahora, perfilándome viento, letra futura.

V

Hoy quiero hablar de la soberbia del indio americano.
Lágrima que para pedir piedad no ha sido derramada.
Hoy quisiera ser yo que, al escribir, llore ese pedido,
cuando los salvajes recuerdos de mi vida me detienen.

Cualquiera de los jefes diría, sabiamente,
que si hay una lágrima todavía escondida,
una lágrima guardada durante cinco siglos,
pequeña lágrima que, todavía, es nuestra.

Si esa lágrima existe, debe quedarse donde está,
allí, guardada, escondida, esperando el momento,
esperando los truenos, la expansión de la selva.

Esa perla del alma, esa lágrima nuestra,
debe esperar del alba, antes de derramarse,
los gritos enloquecidos de Dios arrepentido.

VI

Este verso es la mano derecha de Tupacamarú.
Este verso es la mano izquierda de Tupacamarú.
Este verso es la pierna derecha de Tupacamarú
Este verso es la pierna izquierda de Tupacamarú.

Este verso es el caballo atado a la mano derecha de
                                                            Tupacamarú.
Este verso es el caballo atado a la mano izquierda de
                                                            Tupacamarú.
Este verso es el caballo atado a la pierna derecha de
                                                            Tupacamarú.
Este verso es el caballo atado a la pierna izquierda de
                                                            Tupacamarú.

Este verso es el látigo que espantó los caballos de la derecha.
Este verso es el látigo que espantó los caballos de la izquierda.
Este verso es nada de nada, es el grito que desgarró la tierra.

Este verso es el tiempo de los cuatro caballos reventados.
Este verso es el cuerpo despedazado de Tupacamarú.
Este verso es, por fin, el último verso y está muerto..

 


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AMOR PERDIDO
BUENOS AIRES

I

Me arrastré por las calles del centro, olfateando,
sobre el tibio asfalto del otoño, mis viejos pasos.
Algunas huellas primitivas de mi pasada juventud,
algunas gotas de sangre perdidas para siempre.

Una mujer o dos se dieron cuenta que algo me pasaba
y me dijeron secamente, la muerte está sólo en tus ojos.
Aquí, el sol nos ilumina y la brisa otoñal llama al amor.
Hay niños entre nosotros, crecen sin muerte, sin pasado.

Hay jóvenes en nosotros que no quieren olvidar ni vengarse.
Hay poetas que no dejaron de cantar poesía un sólo instante
y hay mujeres dispuestas a vivir para que haya una Patria.

Deja, hombre, de morir, con lo que ya murió,
sal de la tumba, siempre abierta, del pasado,
anímate a nuestras voces, plenas de porvenir.

II

Estoy perdido entre nubes de olvidos, tangos,
una multitud abriendo a puñetazos, un futuro.
Hombres desesperados de amor, mujeres al viento,
hombres, mujeres, flameando banderas de impiedad.

La voz del pueblo levantándose sobre todo delirio.
La voz del pueblo gritándose a sí misma, ser voz.
Un pueblo entero quebrado por un grito: no va más,
ya nunca más volveremos a implorar de rodillas.

Y haremos una canción con nuestro cuerpo,
para que la canción dure una eternidad
y en la canción, flotando, nuestro cuerpo.

Y pondremos en la canción, fuerte, todo el recuerdo,
la memoria infinita, de juventud, de nuestros pasos,
para que la canción llegue, en el aire, hasta nosotros.

III

Una voz, terca, por la radio lo dijo claramente.
Hoy si quieres ver lo nunca visto, sal a la calle.
Si quieres oír lo que, todavía, no fue, sal a la calle.
Sin rencores, sin armas, a defender lo que no existe.

Si quieres ver un pueblo que ya ni los filósofos esperan,
si quieres ver la humanidad en cataratas desplegada, ver,
cómo blanca paloma y negro buitre se unen en un grito,
contra fuego pasado que amenaza con destruir el bosque.

Si quieres ver, oír, temblar la voz de un pueblo,
sal a la calle mar, únete a esos ruidos imposibles.
Amor, justicia, pan para todos, hermosa libertad.

Sal a la calle y no dejes de gritar con los gritos.
Sal a la calle, extiende tus manos en la multitud.
Hoy habrá sido un pueblo viviendo una canción.

IV

Estuve en Buenos Aires cuando un viento helado del pasado,

rozó por un instante a la mirada del mundo nuestro futuro,
cuando por poco pasa, lo que por no pasar fue todo goce,
ahí, en ese tiempo de la historia, estuve en Buenos Aires.

Que la justicia sea igual para todos, sólo eso pedían.
Altaneros, sabiendo que la vida, aún, es el futuro.
Un domingo de Pascuas, como si fuera poca fiesta,
resucitó, alegre, así debo decirlo, todo un pueblo.

Una vez sacudida la nostalgia, el miedo, todo lo pasado,
salieron a la calle despiertos, cientos, miles, millones
y se juntaron como bandadas de palomas abiertas de paz.

Y todos juntos cantaban a los gritos sus deseos.
Nadie pedía pan, nadie pedía libertad para nadie.
La justicia sea igual para todos, sólo eso pedían.

V

Hoy, encuentro en mi nuevo destino,
lo que ya otros hombres encontraron.
Grandes pasadizos, negruras y luces.

Confieso estar viviendo en plenitud,
cuando entrechoco aromas y vertientes
y, sin embargo, lo sé, para comenzar,
debo arrancar de cuajo todas las raíces
y no puedo, albergo en mi ser temores,
de soledad, de pequeños amores, falsos.

Vuelo, empecinadamente, por grandes cielos.
Repto, empecinadamente, por las alcantarillas.
Alcanzo de mi saber lo más puro y no basta.

Amo, claramente, mi ser entre montañas,
atesorado de máscaras y últimos misterios,
me decreto: soldado de lo que no se nota.

VI

Viajar, hablar, deseos fuertes de la infancia,
rubicunda voz, en el propio centro de las células,
fiera descarrilada, definitivamente, me humanizo.

Cuando desconfío, rastreo mi propio rastro.
Hay un animal en mí, que vuelve siempre.
Una voz que de noche nunca se detiene,
me lleva de la mano contra las montañas,
contra los, pequeños, búhos del terror.

Busco una palabra plena para el corazón de la bestia feroz.
Ajada cruz, sobre los hombros del que no se anima a vivir.

Rompo contra mi propio cuerpo el ábaco, dejo de contar.
Me sumerjo en un ansia frenética por vivir, amar, hablar,
seguir, aunque nadie lo quiera, descarrilando mi destino.

VII

Tengo destinos y tengo soledades,
el tiempo, las caricias de la noche,
el habla, la sonrisa de los tiempos,
el silencio de la noche, los sueños,
melancólica serenata a los muertos.

A mi padre, enloquecido de amor solitario,
sin nada grande que dejar, a nadie grande,
porque todo lo grande estaba en su niñez.

A las orquestas serenas de la tarde,
ese bandoneón tocado sólo para mí,
al mediodía, bajo el sol de Pompeya,
arrabalero compás, tango inolvidable.

Por eso siempre pienso en volver y,
la lejanía, es cada vez, más lejanía.
Nadie vuelve de su propia vuelta,
nadie retorna de su propio retorno,
nadie muere, exactamente, en vano.

Mañana volveré y eso no ocurrió nunca.

Dejamos de llegar y eso fue para siempre.

 


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MIGUEL OSCAR MENASSA

A LA BÚSQUEDA

DEL NOBEL

Publicaciones:

1961 Poesía Junta y Pequeña Historia.
1963 La Ciudad de Cansa.
1966 22 Poemas y la Máquina Electrónica o Cómo
Desesperar a los Ejecutivos.
1970 Los Otros Tiempos.
1971 Primer Manifiesto del Grupo Cero.
1975 Yo Pecador.
1976 Psicología Animal y Arte.
1976 Segundo Manifiesto del Grupo Cero.
1977 Salto Mortal.
1978 Canto a Nosotros Mismos. También somos América.
1978 Perversión y la Muerte de la Palabra o
Psicoanálisis del Amor.
1978 Primer Manifiesto Internacional (Entre tantas, una manera de comenzar).
1979 Grupo Cero, ese Imposible y Psicoanálisis del Líder.
1983 El Oficio de Morir. Diario de un Psicoanalista.
1984 El Amor Existe y la Libertad.
1987 Un Argentino en España.
1987 Freud y Lacan -Hablados- 1.
1987 Psicoanálisis de la Sexualidad.
1987 Poemas y Cartas a mi Amante Loca Joven

Poeta Psicoanalista.

1988 El Verdadero Viaje, Le Veritable Voyage.
1989 No ve la Rosa.
1991 La Patria del Poeta.
1991 La Murga del Solo. La Guerra del Golfo.
1993 Medicina Psicosomática.
1993 Yo Pecador, 3ª edición.
1994 L’Amour Existe et la Liberté (2ª edición, bilingüe en castellano y francés)
1994 Psicoanálisis del Amor (2ª edición).
1995 Chant à nous-mêmes nous sommes aussi l’Amérique (2ª edición, bilingüe en castellano y francés).
1995 Poesía y Psicoanálisis
1971-1991. 20 Años de Historia del Grupo Cero.
1995 Siete Conferencias de Psicoanálisis en La Habana. Cuba.
1995 Amores Perdidos.
1997 Las 2001 Noches.
1998 Ciencia y Verdad en Psicoanálisis.
1998 Posición del Inconsciente.
1999 Charlas-Coloquio con Miguel Oscar Menassa en Buenos Aires.
1999 El Sexo del Amor.
2000 Conferencias Inaugurales. Temporada 1999.
2000 La Poesía y Yo.
2000 El Indio el Jarama. Editoriales 1992/97
2000 Freud y Lacan -hablados- 2.
2000 Poeta Condenado

En Imprenta:

Cartas a mi Mujer
Monólogo entre la Vaca y el Moribundo
La Pija Mortal
Freud y Lacan -hablados- 3
Poesía 2001

AMOR PERDIDO
LA JUVENTUD

I

Al ir viviendo y sólo por vivir
lo fui creyendo casi todo
y así viví el amor, como si fuera eterno
y así juré, por la amistad, en falso.

Después vinieron las noches de la soledad,
donde amistad y amores caían sin cesar,
hasta llegar al fondo de abismos imposibles,
hasta quedar fundidos en nubes del pasado.

Y nadie nunca más recordaría el tiempo,
donde con mi propia pasión enamorada,
de la muerte rescataba amores y amistades.

Y ahora estoy, a solas, con mis versos
y vivo, intensamente, la lujuria del verbo,
como si conmigo vivieran amores, amistades.

II

Cuando todos esperaban mi desaparición, desaparecía.
Era el perfecto encanto de la poesía a todo confort.
Un buitre almacenando su propia carroña.
Una tristeza empequeñecida por el logro de ser.

A cielo abierto tocaba nota desesperada:
amo y soy amado.
Terca serpiente amada atada a mi garganta,
hoy te lloro, te hago pedazos en mis ojos,
tengo conmigo, esa crueldad ambicionada.

Después fuimos ese delirio abierto
donde cabía, perfectamente, el olvido.
Y ahora te espero, vertiente de luz,
embrujo de la niebla, noche de día,
escondido para siempre en tus ojos,
abiertos a la soledad de mirar.

Salmos desesperados, perdidos,
entonados casi sin ninguna fe,
para la pequeña diosa sin habla.

III

Nace de mí una fuerza incontenible,
y te llevo, conmigo, en esa fuerza,

MENASSA
EN
BUENOS AIRES

"El próximo lunes 13 de noviembre a las 19 hs. en Sede Centro de la Universidad Abierta Interamericana (Avda. San Juan 951. Ciudad A. De Buenos Aires), el Dr. Miguel Oscar Menassa, psicoanalista de acreditada trayectoria nacional e internacional, recibirá el título de "Profesor Honorario". El diploma que acredita el discernimiento será entregado por el Dr. Edgardo N. De Vincenzi, Rector de la U.A.I., en presencia de los miembros del Consejo Superior de dicha Universidad.

El Dr. Miguel Oscar Menassa, Fundador y Director de la Escuela de Psicoanálisis y Poesía Grupo Cero, brindará además la charla "Grupo Cero: Psicoanálisis y Poesía".


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sin saber dónde voy, mas voy contigo
y eso, aunque nada sabe, tranquiliza.

Después, seguramente, al separarnos
preguntaremos a cualquier ciudadano
en qué lugar del mundo hemos caído,
adónde hemos llegado llenos de amor.

Y no han de responder ni las estrellas,
ninguna palabra llegará hasta nosotros,
nadie nos dirá que estamos en el mundo.

Y, sin embargo, ciegos y sordos, solos,
ignorando el punto de llegada, pobres,
nos sentiremos libres, letras muertas.

IV

Nunca te dejes llevar por torpes sentimientos.
No ames, demasiado, el puro amor del alba
ni bebas, demasiado, del néctar de los labios
ni mires, demasiada, televisión por las noches
ni vayas a la guerra ni mates por la espalda.

No te dejes coger por la miseria de los ricos
ni por las ambiciones malignas de los pobres.
Tú tranquilo, hombre, que no pasa nada.
No te dejes engañar por el amor de una mujer
y mucho menos por el amor de un hombre.

Lo mejor de todo es no servirle a nadie y
trabajar duro, por las dudas nadie te sirva a ti.
Y después si todo lo bueno no te alcanza
escribe versos de costado, sin caer en el abismo,
sin derramarte en lágrimas, sin morir en el final,

SALAC LA PLATA

VATES 200

VII ENCUENTRO 2000

DE LOS POETAS DEL MERCOSUR

Y LA COMUNIDAD HISPANOPARLANTE

10 de Noviembre de 2000 18 horas

Homenaje al

DR. MIGUEL OSCAR MENASSA

Auspicia: GOBIERNO DE LA RIOJA EN BUENOS AIRES

(Av. Callao 745-Capital Federal)

Presentación de la ANTOLOGÍA VII DE 2000

sin abrirte, sin llamar la atención, un verso sólo,
fuerte, que desgarre las fibras de las letras,
pero que a ti te pase por encima, más allá de tu carne.

Después, descansa, toca la lira y canta en extranjero,
así, cuando ya nadie, nadie, pueda comprenderte,
serás, enteramente, libre, abierto a la vejez.

V

Salta, corre brincando hacia el amor y déjate caer,
sin respirar siquiera, sin pensar en el tiempo, sin fe.

Caído, agítate con dulzura extrema, aúlla.
Deja que el tiempo se persigne avergonzado,
enfrentado a tu danza vital, lejanía insondable,
movimiento de ave o potro enloquecido.

Deja que la misera te empape con su olor a desgracia,
que la vida y los colores de la vida te dejen ciego.
Y así, sabiéndolo, has de morir tranquilo,
sin deberle a la vida, ni a ningún Dios extraño,
ni a espíritus modernos, ni a la carne, nada.

Sin deudas, alborozado por el movimiento de los astros,
abrazado a cuanto amor se precie de moverse o volar,
así, se muere y se vuelve a nacer, si es necesario,
cada vez, todos los días, algunas noches, siempre.

VI

No estamos, exactamente, en ningún sitio,
somos esos arcángeles negros,
que sólo aparecen para enfrentarse con la muerte.

Vivir, vivir en el deseo, sin hambre, sin sueño,
invencibles en nuestro empecinamiento de vivir.
Y así comenzamos cada día, ciegos amantes del sol,
pero, también, enloquecidos amantes de la lluvia
y nos dejamos llevar por el viento de los huracanes
y nunca necesitamos volver a ningún sitio
porque de ningún sitio somos o hemos partido.

La vida nos entra por los ojos, casi siempre
y nos burlamos de todo lo que nos circunda,
sin otra razón que estas crueles lágrimas,
que no pensamos derramar,
que no pensamos ofrecer a ningún Dios,
porque nosotros somos dioses en nuestra burla
y ni siquiera ambicionamos morir
porque de alguna manera ya hemos muerto.

VII

Somos la noche quieta,
la noche que no se ve ni en los sueños,
la noche partida, despedazada, abierta.
cuando partimos, detrás de nosotros,
las arenas movedizas se lo tragan todo.

EDITORIAL GRUPO CERO
Presenta
LA POESÍA 
Y YO
de Miguel Oscar Menassa

VIERNES 17 DE NOVIEMBRE DE 2000
A LAS 21 hs

ENTRADA LIBRE

MAIPÚ 459 - 1 er PISO - BUENOS AIRES


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Es para no vernos partir,
que la noche se alumbra de dolor.

Viejos del mar, nos llaman
y ninguno de nosotros ha conocido el mar.
Nuestra penumbra es clara,
el manantial que nos abraza es el suburbio del desierto,
más adentro imposible, más perdidos que nosotros,
más sumergidos en la nada de nada, imposible.

Llegamos a lo más profundo sin hacer movimientos,
hacemos el amor,
prolongando nuestras frases hasta el paroxismo.
Nadie se resiste a nuestra manera de gozar,
por eso quieren eliminarnos.

VIII

Algo te odio aunque me quieras, no puedo remediarlo,
son los años pasados, una ley propia de la vida,
la tibia envidia de verte más allá, viviendo,
la cárcel de pagar tu crecimiento, amar tus triunfos.

Todo ha de ser mejor así, tú vivo y yo muerto,
pero antes de que todo acontezca, puedo soñar,
abrirme, sinceramente, a la venganza, al odio,
al vértigo de sentirme inmortal antes que tú.

Después, también, así lo entiendo, vivo en tus hijos,
nueva juventud desesperada y quieta, llena de bríos,
ambiciosa certeza de que mi sangre, mi propia sangre,
se abre silenciosa a los nuevos caminos de las horas.

Y así, en la inmensidad, tan vivo al igual que muerto,
algo te odio aunque me quieras, sin poder remediarlo.

Espero que comprendas la extrema lujuria de mi canto,
voy a morirme y mi enorme deseo, es quedarme a vivir,
entre tus juventudes, entre los nuevos cantos al aire,
entre los nudos de no saber si habrá una muerte digna.

EDITORIAL GRUPO CERO

Presenta
POETA
CONDENADO
de Miguel Oscar Menassa

JUEVES 9 DE NOVIEMBRE DE 2000

A LAS 22,30 hs

ENTRADA LIBRE

ENCORE, Rodríguez Peña nº 286, 4º

Tel.:4 371 8013

IX

Te quiero aunque me ataques, joven amigo.
Yo, también, como tú mismo, de pequeño,
me tragaba todo lo que mi padre me decía,
ni siquiera lo odiaba y, algo, lo respetaba,
mas aun con esfuerzos nunca entendía nada.

Por eso te comprendo, joven amigo,
cuántas veces, llorando, me desgranaba en versos,
cuántas veces tratando de recordar lo no escuchado,
me envilecía hasta caer rendido en cualquier sitio,
sin saber nunca si eran brazos, manos ardientes o
grises locuras, hivientes alcoholes despiadados
o el triste regazo de madres solitarias y sin hijos.
Yo te quiero aunque tú no me quieras y
no es, exactamente, por ti que lo consigo,
es que la soledad del que no ama, es negra,
es ardiente suplicio con eternos dolores,
es trágica la espera de quien no tiene amores.
Es por eso, por voluntad extrema de no morir
encadenado a tristes artilugios de soledad,
es que te amo, como las aguas a su cauce,
como las, sencillas, estrellas a su cielo.
Es necesario amarte aunque tú no me ames,
para que el mundo crea y ame mi vejez.

X

Rencores tengo ajenos y los propios
maldecires y llantos conviven en mí.
Sin embargo en noches quiero amarte,
de risa y de sosiegos cantar por ti.

Cantar esas canciones de alma pura,
rondar ese silencio del bello amor.
Hilos de luz enredar en tu cabello,
pieles internas desatar con mi voz.

No me acuses de gozar en mis penas,
que aunque me duela aún el corazón,
saltar quiero, sí, hasta tus brazos.

No hieras con tus lágrimas mis ojos.
Bebe de mí el dolor, como de amores,
crucifica en mis penas, tu ambición.

XI

Vino de tarde y me contó su vida,
con todo lujo de detalles, íntimos.

Sin esperar siquiera que yo hablara,
me contó sus amores.

Al rato bostecé y ella sin más me dijo:
¿entonces no me amas?
¿es mentira que has estado escuchándome?
¿es tan brutal la vida?

Yo terminé el bostezo
y le cogí la cara con mis manos.

Ella convulsionó sus ojos,
tembló todo su cuerpo,
abrió, sin compasión, sus labios.

Yo dejé caer mis manos al viento
y el viento devoró nuestras miradas.

Sin mirada, sin brazos,
caímos, sin esperanzas, de rodillas,
uno encima del otro
y comenzamos a llorar.


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XII

Cuando te miro,
veo detrás de ti,
me dijo ella sin pensarlo
y cuanto más te miro
veo más lejos.

Si te quedaras quieto para siempre,
vería hasta el confín,
vería al hombre nuevo,
nacer en la distancia.

Moví mis ojos,
de un lado para otro
y en cada movimiento,
ella desesperaba más y más.
Salté sobre mis ojos,
corrí por los suburbios de mi piel,
para dejarla ciega.

Ella me dijo, tranquilamente,
sin mirarme:
cuando te toco,
siento que el Universo se parte,
para nacer a la distancia
y sus palabras, sin más,
sus sentimientos,
aquietaban mi espíritu,
paralizaban, sencillamente,
mis movimientos,
dejaban mi piel,
abierta,
extendida en sus ojos.

XIII

Entretenido viento de los años pasados
se queja en mí, bordando una ilusión.
Quiere que volvamos juntos como antaño,
a ser la izquierda fragorosa del amor.

Decir no se lo digo, mas lo siento:
múltiples heridas hacen pensar mejor.
La dicha fue brutal, vana la gloria,
el amor se moría o quedaba maltrecho.

El viento, sin embargo, en su delirio,
no ceja en sus intentos, de que juntos,
volvamos a vivir altas, locas pasiones.

No quiero defraudarlo, mas le digo:
Mi cuerpo cae y no hay ningún abismo,
sólo esta fuerza escrita, esta quietud.

XIV

Estábamos, supuestamente, enamorados y nadie lo sabía,
era en un complejo pensar donde existía nuestro amor.
No eran besos, no eran abrazos ni placenteros decires,
eran ondas sonoras, luces vertiginosas lejos de la luz.

Y nadie lo sabía, porque el ruido de nuestros amoríos,
sonaba bajo la tierra ascendiendo brutal y silencioso,
para romper con alto y blanco estruendo en pleno cielo,
era en el fondo del mar donde estallaba nuestro amor.

A veces, ni siquiera nosotros podíamos captarlo
y nos pasábamos días buscando sus señales
y nos examinábamos palmo a palmo sin encontrarlo.

Mas tanto tiempo siempre juntos, nos suponía enamorados.
Mas tanta quietud, tanto silencio, fuerte, entre nosotros,
hacía suponer, sencillamente, un amor eterno o infinito.

AMOR PERDIDO
MI HIJO PABLO

I

A veces te molestaba mi vejez,
mis pasos cansados, tangos tristes,
mi manera de contemplar la vida.

Corrías apresuradamente de un lado para otro,
pensando sólo en transformarte, en crecer,
aceleradamente, para ser viejo como yo.

En ese viaje de crecer para alcanzarme,
en una noche aciaga topaste con la muerte,
envejeciste de golpe, más que yo, me pasaste.

II

Cuando empieza el poema deja la vida de latir,
por eso es que te escribo, lentamente,
para morir contigo en el poema,
para abrazar, sin más, tu muerte desolada.

No es por un ansia de morir que escribo,
deseo, sencillamente, estar contigo un rato,
conversar, como cuando juntos caminábamos,
sin apurar el paso, para cuidar mi tos.

Como cuando nos extendíamos sin prisas,
sobre el tapete verde del villar de la sala
o cuando nos mirábamos esperando el silencio.

Y esas tardes sublimes, del sol a pleno sol,
cuando plantábamos flores misteriosas, sólo
para verlas crecer en los colores de la vida.

III

Te nombro, pequeño niño, Pablo amado,
para oírte vivir cuando te nombro.

Te nombro para que ya la muerte deje de ser,
el centro de mi voz, la vida posible de mi canto.
Te nombro para decirle al mundo, a tus novias amadas,


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a tus amigos que te llevaron de la mano hasta la muerte,
que mi pequeño, hermoso Pablo, vive cuando lo nombro.

El hombre muere apenas si otro hombre lo nombra.

Por eso cuando te nombro en mis poemas, camino
como antaño al lado tuyo, colgándome de tu brazo,
dejándome llevar por tus caminos del amor perdido.

Y al escribir tu nombre en mis poemas, cada vez,
me lo digo, Pablo amado, es como si vivieras,
como si nadie hubiera podido... asesinarte,
como si la fragancia de tu piel llegara en verso,
sobre las letras de tu nombre en el papel escritas.

Y esa voz delicada, baja pero segura de llegar a destino,
con la cual me leías tus escritos, esperando una sonrisa,
palabras misteriosas que te unieran a mí, que permitieran,
que tu nombre no se acabara nunca, que fuera más allá
y esa voz surge en mí, cálida y viva, cuando te escribo.

Es por eso que no me dejo morir en el quebranto, sólo,
para nombrarte, para que cada vez, valientes y contentos,
hagamos, nuevamente, del amor, infinitos caminos del
                                                                        [fuego,
claras vertientes iluminadas, cataratas de risas en tus ojos.

El hombre muere apenas si otro hombre lo nombra.

IV

"Los muertos no mueren
vigilan y ayudan"
David Herbert Lawrence

Ahora cuando todo parece desgraciado y falto de razón,
ahora cuando no quedan, ni siquiera, aquellas ilusiones,
ahora cuando ya nada de lo sentido sostiene mis ideas,
ahora cuando digo: ésta es la vida que quiero para mí.

Y no sé de qué vida se trata, mas la quiero, sencilla,
arrebatada, una vida envuelta en delirios de juventud,
embebida en futuras, apasionadas ilusiones enamoradas,
donde nada de todo lo pasado tenga espacio en mi vida.

Dejaré que paseen a mi lado, sin inmutarme, las brujas,
los agitados y tercos demonios de la carne y el fuego,
las corrompidas bestias acompañantes eternas del alma,
buscando con tesón, perfecta carroña de la melancolía.

y cuando ya sereno por haber secado con mi propio sol,
todas mis fortificadas heridas y las eternas lágrimas,
cuando ya no me quede para rememorar ninguna tristeza,
ningún muerto, entonces viviré como viven las águilas,
al viento, perpetuando los sonidos de su propio vuelo.

 

LAS 2001 NOCHES

DIRECTOR:
Miguel Oscar Menassa.

SECRETARIA DE REDACCIÓN PARA EUROPA:
Carmen Salamanca Gallego.
PRINCESA, 17 - 3º Izda. 28008 MADRID (ESPAÑA).
Teléfono: 91 542 33 49 - Fax. 91 548 33 01

SECRETARIA DE REDACCIÓN PARA AMÉRICA:
Alejandra Madormo.
MAIPÚ, 459 - 1.er piso. 1006 BUENOS AIRES (ARGENTINA)
Teléfono y Fax: 43 28 06 14 / 07 10

LAS 2001 NOCHES DIGITAL:
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MADRID: grupocero@grupocero.org
BUENOS AIRES: grupocero@arnet.com.ar

 


SOCIOS DE HONOR EUROPA

Miguel Oscar Menassa (Madrid) 50.000 ptas.
Fernando Ámez Miña (Madrid) 40.000 ptas.
Lidia Andino (Madrid) 40.000 ptas.
José María Blasco (Barcelona) 40.000 ptas.
Stella Cino Nuñez (Madrid) 40.000 ptas.
María Chévez (Madrid) 40.000 ptas.
Bibiana Degli Esposti (Madrid) 40.000 ptas.
Claire Deloupy  (Madrid) 40.000 ptas.
Amelia Díez Cuesta (Madrid) 40.000 ptas.
Paola Duchên (Madrid) 40.000 ptas.
Carlos Fernández del Ganso (Madrid) 40.000 ptas.
Emilio A. González (Madrid) 40.000 ptas.
Mónica Gorenberg (Zaragoza) 40.000 ptas.
Jaime Icho Kozak (Madrid) 40.000 ptas.
Pilar Iglesias (Madrid) 40.000 ptas.
Fermín Lejarza (Bilbao) 40.000 ptas.
Joaquín Luzón (Ibiza) 40.000 ptas.
Miguel Martínez Fondón (Madrid) 40.000 ptas.
Alejandra Menassa de Lucia (Madrid) 40.000 ptas.
Concepción Osorio (Madrid) 40.000 ptas.
Pilar Rojas (Madrid) 40.000 ptas.
Montse Rovira (Ibiza) 40.000 ptas.
Helena Trujillo (Málaga) 40.000 ptas.
Carmen Salamanca Gallego (Madrid) 40.000 ptas.
Olga de Lucia (Madrid) 20.000 ptas.
Alberto Garreta (Barcelona) 15.000 ptas.
Cruz González (Madrid) 10.000 ptas.
Ruy Henríquez (Madrid) 5.000 ptas.
Pablo J. García Muñoz (Madrid) 3.000 ptas.
Ana Mercedes Albizuri Chévez (Madrid) 2.000 ptas.
Javier Albizuri Chévez (Madrid) 2.000 ptas.
Marina Alonso (Madrid) 2.000 ptas.
Sergio Aparicio (Madrid) 2.000 ptas.
Hernán Kozak (Madrid) 2.000 ptas.
Ichka León Deloupy (Madrid) 2.000 ptas.
Cloe León Deloupy (Madrid) 2.000 ptas.
Clémence Loonis (Madrid) 2.000 ptas.
Fabián Menassa de Lucia (Madrid)

     2.000 ptas.

Manuel Menassa de Lucia (Madrid) 2.000 ptas.
Magdalena Salamanca (Madrid) 2.000 ptas.
Javier Romero Nouvilas (Benidorm) 1.500 ptas.
Rosa Alonso (Madrid) 1.000 ptas.
Pilar García Puerta (Madrid) 1.000 ptas.
Griselda Kozak Cino (Madrid) 1.000 ptas.
Eva Méndez (Madrid) 1.000 ptas.
Kepa Ríos (Madrid) 1.000 ptas.
Ismael Rivera (Madrid) 1.000 ptas.
Daniel San Martín Duchên (Madrid) 500 ptas.
Mónica Quintana González (Madrid) 500 ptas.
Víctor  Quintana González (Madrid) 500 ptas.

SOCIOS DE HONOR AMÉRICA

Miguel Oscar Menassa  (Buenos Aires) 500 us.
Mára Bellini (Brasil) 200 us.
Lucía Serrano (Buenos Aires) 200 us.
Inés Barrio (Buenos Aires) 200 us.
Ángela Cascini (Buenos Aires) 200 us.
Alejandra Madormo (Buenos Aires) 200 us.
Norma Menassa (Buenos Aires) 200 us.
Roberto Molero (Buenos Aires) 200 us.
Marcela Villavella (Buenos Aires) 200 us.
Lúcia Bins (Brasil) 100 us.
Juana Koslo (Buenos Aires) 25 us.
Ergoto de Bonaero (Buenos Aires) 20 us.
Rosalba Pelle (Buenos Aires) 20 us.
Patria Amans (Buenos Aires) 10 us.
Augusto Passolini (Buenos Aires) 10 us.
Vanesa Carobini (Buenos Aires) 10 us.
Karina de Filipis (Buenos Aires) 10 us.
Patricia di Pinto (Buenos Aires) 10 us.
Luciano Passolini (Buenos Aires) 10 us.
Renata Passolini (Buenos Aires) 10 us.
Marisa Watchel (Buenos Aires) 10 us.

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ESTE ESPACIO PERTENECE A LA

ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA AULA DE POESÍA Y PSICOANÁLISIS

 

Soy lo que vuela
encadenarme y seré lo encadenado que vuela
matadme y seré lo encadenado, muerto, que [vuela

LA ASOCIACIÓN PABLO MENASSA DE LUCIA
TAMBIÉN TIENE SU COLUMNA

Hemos vuelto de las vacaciones, con las pilas cargadas, nuevas ideas y renovado entusiasmo. Queremos saludar a todos nuestros asociados y simpatizantes, que sabemos son muchos, por las felicitaciones recibidas en los últimos actos que realizó la Asociación.

En Junio de 2000 y dentro del Homenaje a Sigmund
Freud por los 100 años de la publicación de «La
Interpretación de los Sueños
», la Asociación y la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero organizaron unas Jornadas, de entrada libre previa inscripción, a las que se anotaron 580 interesados. Reconocemos que se superaron todas nuestras espectativas y de un fin de semana organizado para Junio, pasamos a abrir dos fines de semana más, que resultaron insuficientes y terminamos dando el Homenaje a Freud hasta en el mes de Septiembre, en un esfuerzo sin precedentes por parte de los psicoanalistas de la Escuela, los cuales dicho sea de paso, estuvieron geniales en sus exposiciones, ante la dificultad que supone impartir en un fin de semana, el contenido que la Escuela en el Seminario Sigmund Freud ofrece en casi un año.

El público disfrutó, preguntó, se dio a conocer en sus opiniones y agradecieron con aplausos en todas las clases, el esfuerzo de los profesores. Emilio González, Jaime Kozak, Miguel Oscar Menassa, Amelia Díez y Juan Carlos De Brasi, sucesivamente dictaron las conferencias en el mes de Junio, Julio y Agosto.

En Septiembre continuamos con el Homenaje y algunas plazas libres quedaban cuando enviamos a la redacción estas notas.

Hace 20 años el Grupo Cero proclamaba «Madrid debe leer a Freud» y la Asociación colabora de esta exquisita manera en la difusión de uno de los pensamientos más revolucionarios de la época.

En el mes de Junio celebramos el II Campeonato de mus. El número de participantes no fue grande, pero sí la competencia y la pareja formada por Hernán Kozak y Chio resultó brillante vencedora en una apasionante final. Una placa acreditativa y un dinerillo fue el premio para los flamantes ganadores que disputaron la final con Amelia Díez y Laura García.

En Julio la prensa nacional se hizo eco del Homenaje a Sigmund Freud y agradecemos desde aquí las notas, artículos, fotografías y entrevistas que nos realizaron para difundir  las Jornadas. En el mismo mes la Editorial Grupo Cero presentó una de sus últimas novedades, el Libro «SIDA, Stress, Depresión. Tratamiento Psicoanalítico» de Carlos Fernández del Ganso. En una sala llena, con gente de pie, Carmen Salamanca, Concepción Osorio, Fernando Ámez, Miguel Martínez, Pilar Iglesias, y Paola Duchên presentaron la publicación en el coloquio que se construyó a continuación.

Para el mes de Septiembre y Octubre la Asociación tiene preparadas nuevas colaboraciones en la presentación de libros de la Editorial.

En Julio la Asociación organizó uno de los actos más entrañables en su labor de difundir la cultura. El poeta Leopoldo de Luis impartió durante tres días un ciclo de conferencias «Literatura del Siglo XX. Una generación clave. El 27». El poeta rescató poemas inolvidables, pormenores de los poetas y peculiaridades de la generación, narrando una historia que muy pocos pueden contar. Esperamos poder contar con Leopoldo de Luis para nuevas conferencias. Queremos para la Asociación lo mejor de lo mejor.

Estamos organizando un recital de poesía de Las 2001 Noches para fines de año, que esperamos sea todo un éxito, les seguiremos informando.

El 28 de Julio se presentó «Eva Buenosayres» un poemario escrito por mujeres argentinas, que se presentó en la Escuela y tuvimos la suerte de contar con sus cinco autoras: Norma Menassa, Inés Barrio, Marcela Villavella, Alejandra Madormo y Ángela Cascini, que nos leyeron sus versos, una composición poética a la altura de la mejor lírica del momento, un libro de jugosa lectura.

Por último comunicar la elevada participación de originales para participar en el II Premio de Poesía y el II Premio de Psicoanálisis Pablo Menassa de Lucia. Alrededor de 200 libros hemos recibido para el concurso y el jurado ya se encuentra inmerso en la lectura para seleccionar a los premiados. El 3 de Noviembre se comunicará el fallo.

Paso a paso vamos construyendo El Aula de Poesía y Psicoanálisis al que usted puede pertenecer.

Deseamos para todos una alegre temporada de trabajo y amor.

Para el que todavía no se olvidó de leer

POETA CONDENADO

Impreso en gramage 90

para la felicidad de sus manos

Reserve su ejemplar

en la

Editorial Grupo Cero

91 542 33 49

*Si le tiene asco al papel

(moneda), léanos gratis en

Internet:

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EN MADRID

Presentación del libro

ARMAS DE MUJER

de: 

PILAR IGLESIAS NICOLÁS

CONCEPCIÓN OSORIO CHICHÓN

Mª ROSA PUCHOL PÉREZ

MAGDALENA SALAMANCA GALLEGO

24 de Noviembre de 2000 
a las 20,30 hs.

Editorial Grupo Cero

c/Princesa, 17 - 3º izda. 
Tel. 91 542 33 49


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POETA CONDENADO
Autor:
Miguel Oscar Menassa
88 PÁGS.
900 PTS., 9 US.

Editorial Grupo Cero. Madrid, septiembre de 2000.

Este es un libro que, ya desde el título, augura cierta complejidad: "Poeta Condenado, Manifiesto del 99 o del Psicoanalista condenado."

El autor nos presenta un doble personaje, poeta y psicoanalista, entre los cuales media un manifiesto con fecha, un decir enclavado en el tiempo. Manifiesto que instala las relaciones que los unen y, a la vez, los diferencian de una manera concreta, es decir, por escrito.

Tres significantes necesarios (poesía, psicoanálisis, escritura) donde, como ocurre en el nudo borromeo, cada uno por sí solo es insuficiente para componer el vacío, ese lugar reservado a la condena.

No se trata, pues, de elegir sino de reconocer.

"Tras las rejas, está la libertad", parece decirnos, desde la tapa, el reverso del poeta.

Con serenidad en el pulso y amplitud en la mirada, Menassa insiste y resiste en las ideas que fundamentan (y alimentan) el fenómeno Grupo Cero. En este libro analiza y enuncia las condiciones que el proyecto impone para su realización.

Nos hablará del psicoanalista y de lo que eso quiere decir para la Escuela de psicoanálisis Grupo Cero: mucha, mucha, mucha disciplina. Los requisitos establecidos para los candidatos y el correcto funcionamiento de la Institución se derivan de una rotunda premisa:

"La ley, para mí, quiere decir que ya no puedo regalarle nada a nadie. El que no puede, no puede, y esa es la única verdad posible en los procesos de formación".

La ley determina el lugar, en tanto producto de un trabajo, que cada cual debe ocupar en el sistema. Así, cuidar el lugar, reconocerse habitante de esa nada, es condición y destino para el escritor: 

"Tener el tono de estar en mi lugar hará una gran obra."

PERMANECER ES TRIUNFAR, responde el poeta, por-que

"ser necesario para el buen funcionamiento de la máquina es la fantasía de todo buen poeta."

Y "necesario" para Menassa quiere decir marca, huella, producto del trabajo sobre la realidad. Poeta y psicoanalista son, entonces, un mismo movimiento:

"Al liberarme de mí, podré ser un Director de una Escuela de Psicoanálisis y poesía, altamente cualificado y seré recordado por dos motivos:

1-Nunca hubo un hombre que gastó tanto dinero para la poesía.

2-Nunca hubo un hombre que produjo tanto dinero con la poesía."

Ciertamente, también un hombre asoma en estas páginas.

Un hombre en soledad, enamorado, vigilado por el tiempo, forzado a la renuncia para crecer, sometido a la especie y encadenado a las palabras... Un hombre condenado a escribir.

Entonces aparecen fechas, algunas con nombre propio: 6 de agosto es Hiroshima; 22 de agosto, una vez más, el exilio; 6 de septiembre el imposible cumpleaños de la madre.

Y descubrimos que cientos de ojos nos observan con cautela, con intensa humanidad. Es la mirada del poeta, poniendo su vida en juego:

"Me siento muy vigilado para echar a volar, mas, algún día, volaré"

Carmen Salamanca

 

AÚN PUEDO DECIR
AMOR

POEMA BODAS
15 DE JULIO DE 1994 - 15 DE JULIO DE 1969

Después de veinticinco años, aún, te amo,
en el borde mismo de un futuro imposible.
Hemos sentido, juntos, el sublime delirio,
de vivir siempre, en libertad, enamorados
y fuimos atravesando, casi sin aliento,
el corte brusco, inesperado, de la muerte.

Y, sin embargo, aquí estamos, una vez más,
valientes y, al mismo tiempo, temorosos,
con el ansia infinita o eterna de comenzar,
a pesar del profundo dolor irremediable,
una nueva, esperanzada, abierta vida.

Por eso, por haber vivido a tu lado,
lleno de amor, en plena libertad,
es que quisiera proponerte amada,
en un enjambre de luz, deseo ardiente,
arremeter contra el tiránico dolor,
que quiere consumirnos y, como antaño,
amar de los amores la cuantiosa belleza,
sumergirnos, sin más, en nuestras carnes,
insondables delicias de lejanos misterios
y dejar que la vida venga a estar con nosotros
y nuestros más amados desde lejanas soledades,
infinitos vacíos negros en el espacio, amarán,
tiernamente, con alegría, nuestros nuevos amores.

Ahora, también, y lo deseo, voy a cantarte,
como se cantan los hechos fuertes de la vida.
Como esos sencillos terremotos que, sin saber,
contienen la inmensidad, el ruido de lo eterno.
Como la brisa del otoño, casi sin darse cuenta,
rompe el preludio de los arrebatos veraniegos.
como aquel tango que se bailó sólo una vez
o la orquesta maravillosa que sólo fue silencio.

 

INDIO GRIS

ES UNA REVISTA SEMANAL

¡No lo olvides!

TODOS LOS JUEVES EN

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1 dibujo por día un cuadro por semana

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Las 2001 Noches

ES UNA REVISTA Y TAMBIÉN UN CICLO POÉTICO–MUSICAL

Todos los martes a las 20,30 h. en el

 Bar Celta

de Buenos Aires (Sarmiento y Rodríguez Peña)

Último martes de cada mes se presenta Las 2001 Noches


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Hoy quiero cantar como se cantan los himnos en la guerra,
por las duras, sempiternas batallas que nunca sostuvimos.
Por todos los amores que no fueron, por las vidas quebradas,
por nuestra infinita, sana, soberbia de abrazarnos al fracaso,
para poder seguir viviendo juntos,
para poder seguir mirándonos, vivos, erguidos,
altaneros por haber sobrevivido todo mal, por haber mirado,
frente a frente los espectaculares cataclismos:
un siglo envenenado, la muerte tirada, sin más, en nuestro
                                                                              [lecho

y nosotros, después de todo llanto, entre el dolor desesperado,
decíamos palabras, caminábamos de un lado para otro,
esperando, sabiendo de antemano
que nuestro gran amor vencería a la muerte.

Es por eso que hoy, quiero cantar con fuerza,
con una voz de hierro, una canción,
que llegue hasta los mismos confines de todo el universo,
para que nunca más nadie pueda confundirse
cuando se hable del amor.
Amor, el nuestro,
que se levanta aunque ya nadie pueda soportarlo,
sobre todo dolor, toda penuria, todo fracaso,
que vuela como el aire,
que se estremece como las grandes cumbres,
como las altas cordilleras,
cuando lloran por la caída, estrepitosa, del mundo
y siguen en pie.

MENASSA EN BUENOS AIRES

DEL 6 AL 20 DE NOVIEMBRE DE 2000

9 Noviembre de 2000 - 20,30 hs.

Presentación del libro "Poeta Condenado"

ENCORE, Rodríguez Peña nº 286, 4º

Tel.: 4 371 8013

10 Noviembre - 18 hs.

Homenaje al Poeta Miguel Oscar Menassa

VIII Encuentro Poetas Mercosur

Auspicia: Gobierno de La Rioja

Avda. Callao, 745

13 de Noviembre de 2000 - 19 hs.

ENTREGA DEL TÍTULO DE

PROFESOR HONORARIO

Universidad Abierta Interamericana

Av. San Juan, 951

17 Noviembre de 2000 - 21 hs.

Presentación del libro "La Poesía y Yo"

EDITORIAL GRUPO CERO

Maipú, 459 - 1er piso

Tel.: 4328 - 0614/0710

Mares, océanos delirantes salidos de su curso,
arrasando ciudades y muchedumbres
y luego, mansamente, como si nada hubiera pasado,
vuelven a su curso y trasladan,
de continente a continente, los lazos eternos del amor.
Hoy quiero cantarte
con la fuerza titánica del odio, siempre, contenido,
fuimos, somos aún,
esos soldados increíbles que cuentan las historias,
esos pequeños soldados de leyenda
que han sobrevivido a toda guerra.
Esos corazones ardientes que van por el mundo,
recordándole al Hombre,
que a pesar de todo dolor profundo, toda nieve,
toda catástrofe total,
el amor, nuestro infinito amor,
sigue en su trono abierto al universo.

Que siempre hay una carne que no muere,
que siempre hay una palabra que aunque nadie pronuncie,
siempre está allí, resucitando los amores.

Siempre habrá con nosotros,
una palabra fuerte que hará posible el canto,
un canto poderoso que hará posible el amor,
un amor lúcido, estremecido, el nuestro,
que aunque no quede mundo para poder contarlo,
nos hará vivir.

GRUPO CERO VIRTUAL 
Psicoanálisis – Poesía – Pintura

www.grupocero.org

www.psicoanalisisypoesia.com

Información de la Escuela de Psicoanálisis

Grupo Cero

www.editorialgrupocero.com

Todos los libros de la Editorial

www.elindiogris.com

Revista semanal. Todos los jueves

www.momgallery.com

1 cuadro semanal – 1 dibujo todos los días

www.miguelmenassa.com

Obra poética, narrativa y psicoanalítica


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