LAS 2001 NOCHES ÍNDICE DE NÚMERO 35

EDITORIAL LA POESÍA Y YO
BUERO VALLEJO, FIGURA MAYOR DEL TEATRO DE TODOS LOS TIEMPOS Miguel Oscar Menassa
Leopoldo de Luis DE LA MANO DEL AMOR
ARMAS DE MUJER María Chévez
Pilar Iglesias GENERACIÓN DEL 98
Rosa Puchol Leopoldo de Luis
Concepción Osorio  RENCOR MI VIEJO RENCOR
Magdalena Salamanca Norma Menassa 
EVA BUENOSAIRES POESÍA CALLEJERA
Norma Menassa Stella Cino Núñez
Marcela Villavella SURCOS
Alejandra Madormo  Rui Henríquez
Inés Barrio TIERRA DE AMANTES
Ángela Cascini Cler Deloupi
POETA ASESINADO LETRAS DE FUEGO
Pablo Menassa de Lucia Cruz Gonzalez
ATRAVESANDO SOMBRAS SI ME VIERAS
Carlos Fernández Jaime Icho Kozak
PARA SEGUIR VIAJANDO AL OÍDO DEL VIENTO
Olga de Lucia Vicente Alejandra Menassa
NOCHES DE PIEL Carmen Salamanca SOCIOS DE HONOR

BUERO VALLEJO, FIGURA MAYOR DEL TEATRO DE TODOS LOS TIEMPOS

por Leopoldo de Luis

Postguerra es una palabra compuesta no sólo por un prefijo que indica «después de» y un nombre dramático, es más profunda su composición. Vida y muerte, en airado sentido, la componen también y la sostienen represión y subsistencia, coacción y censura. Nunca una guerra deja indemnes a quienes atrapa ni a cuanto implica. También —claro— a la Literatura. La onda punitiva se expandió en dilatado lapso, y la vida adoptó formas peculiares. Hubo una forma de mirar, una forma de hablar, casi también una forma de respirar. Y de escribir. La Literatura es vida, y lo sufrió, pero sobrevivió. Una de las mayores injusticias cometidas por las generaciones subsiguientes, ha sido llamar desierto cultural a tan sufrida época. Es una falacia. La represión y la censura fueron una soga al cuello, pero no lograron ahogar. ¿Cómo puede considerarse estéril un período en que se ponen en pie la novelística de Cela, la poesía de Blas de Otero y el teatro de Antonio Buero? Y soy parco en la cita. Yo diría que el plan político-persecutorio falló, a la larga, en cuanto que produjo reacción del espíritu crítico y del afán testimonial. La literatura de los años cuarenta ofrece una vertiente comprometida con las realidades del momento. Como los árboles crecen orientándose hacia la luz solar, el escritor busca la luz de la libertad. Se produce una toma de conciencia y una posición defensiva de la dignidad humana. 

En tan conflictivo panorama epocal, aparece la figura señera de Buero Vallejo, un autor serio, importante: porque importar quiere decir llevar consigo. Un autor de asombrosa seguridad: se revela sin vacilaciones ni tanteos. Historia de una escalera nada más estrenarse se constituye en un hito del teatro español. Su producción siguiente preside medio siglo sin parangón desde los clásicos. 

El testimonio a partir del parpadeo costumbrista, lo existencial tomando la anécdota cotidiana, la insuficiencia física como espejo del desamparo del ser humano, la pugna angustiosa del individuo frente a la sociedad dominada por el poder, son factores intervinientes en la multiplicación del arte matemático —por su implacabilidad— de Buero. En su manejo expresivo, prevalece la manipulación del mito como conformador de una cultura. 

Buero sabe que los mitos condicionan aún el comportamiento humano. Sabe que cuanto tienen de ejemplo y de estimulación late en el subconsciente, hasta dar forma a comportamientos individuales y colectivos. Desde los intentos de salvación de las derrotas que infiere el tiempo, hasta el ansia de supervivencia de signo escatológico o la liberación de la injusticia por la revolución permanente.

De Cristo a Marx, de los dioses al líder carismático. El peso de lo mítico gravita sobre las civilizaciones y el ser humano lo lleva palpitando en su mundo psíquico.
Todo ello se mueve como un viento trágico que agita las bambalinas y circula entre los espectadores, como soldados que son de los oscuros regimientos de la condición humana.

Son impresionantes las obras de Buero en las que mitos y símbolos actúan más o menos explícitamente. En la ardiente oscuridad, El concierto de San Ovidio, El tragaluz, La fundación. O aquellas que proyectan su lente observadora sobre páginas de la historia: El sueño de la razón, Un soñador para un pueblo, Las Meninas. No es el único cuadro de Velázquez que Buero toma como motivo, «La fábula de Aracne» —el que suele conocerse por «Las hilanderas»— da pie a Diálogo secreto. AVelázquez lo situaba Eugenio D’Ors como moviéndose entre la geometría y el lirismo, definición que no deja de irle bien a la dramaturgia de Buero. En la geometría del cuadro y en la geometría de la construcción dramática, viene la lírica del trasunto mítico a poner el espejo que va a devolvernos el pathos de culpabilidades subjetivas. Nunca es sencilla una obra de Buero: siempre se adensa en complejidades. El protagonista de Diálogo secreto confunde los colores, hace crítica subjetiva, se enfrenta con su hija y con su padre y lucha, al modo de Aracne, con el deseo de perfección. Aracne era una joven virgen de Lydia, hábil en primoroso tejer de tapices. Segura de su perfección, no tuvo miedo de desafiar a la misma Atenea, divina artesana, inspiradora de todas las artes, tejedora impar de las prendas nupciales de Hera, la esposa de Zeus. Todo bello bordado procedía de Atenea, pero Aracne quiso reclamar la identidad de su arte, aunque sin eludir el juicio de la diosa, que fue cruel. Nada de eso nos lo cuenta el autor de esta obra, pero está subyacente en el drama que nos plantea. 

Los dioses siempre han condenado a los mortales que se envanecieron de su propia perfección. Es el pecado de orgullo que hizo caer a Lucifer. Minerva no pudo soportar que Aracne tejiese un tapiz más hermoso que el suyo, y la némesis la fulminó. Aracne no llegó a ahorcarse, desesperada, porque la diosa, en el último momento, aflojó la cuerda para dejarla, eso sí, ya siempre colgada de un hilo, tejiendo su tela de araña. Dios aprieta, pero no ahoga. De un hilo tenemos todos colgada la vida, al fin y al cabo, aracnes de cada día, condenados por una Atenea que nos juzga desde nuestros ascendientes y hasta nuestros descendientes. Padre e hijos vigilan nuestros errores. Dicen que falseamos la realidad porque nuestros ojos no ven debidamente. Pero ¿quién ve debidamente? Nos enseñan a usar unos prismáticos y nunca vemos con los ojos libres sino con los cristales de un tiempo, una cultura. La humanidad ha caminado siempre a despecho de sus defectos ópticos. Los conflictos generacionales cobran pábulo en esas diferencias de visión. Salta el drama urdido por Buero porque la hija —la tercera generación— acusa el protagonista —la segunda generación— en aras de un rigor moral que enarbola el viejo revolucionario —generación primera de las tres enfrentadas—. 

Las únicas Minervas que pueden relegarnos a la condición de araña son las frustraciones y el autoengaño, aunque el drama lo llevemos en lo más intrincado de nuestro ser: en el cerebro. No en balde entre la duramater y la piamater, la tercera meninge se llama aracnoidea.

 

EDITORIAL

Minerva se saldrá o no con la suya, pero Aracne debe seguir intentando su mejor tapiz, aunque una venganza injusta la torne una y mil veces araña. También se volvió insecto el hombre de las manos arácnidas de Franz Kafka. Pero el gusano tiene que tender a convertirse en mariposa, lograr alas, volar, según nos arenga desde sus parábolas el poeta León Felipe. Y Sísifo, ¿no bajó un día y otro por su piedra? Hay que buscar al «hombre rebelde», como quería Camus. De los griegos a Buero Vallejo, pasando por Velázquez, Aracne es un mito para vencer. Le comen-té esto —tras ver su obra— a Buero, y me respondió en una carta que guardo: «Si me hubiera abandonado a un criterio primario de lo trágico, hubiera llevado el personaje al suicidio, en vez de restituirlo a su vida torturada para intentar caminar todavía. Aracne, como tú dices insuperablemente, es un mito para vencer.» 

Me he detenido en uno de los mitos buerovallejianos por ejemplificar desde parcelas que más me conmueven. Pero otros motivos llevaron la mano del gran autor. Ahí están sus entradas en el teatro político, difícil y grave subgénero, dramáticamente legítimo. También lo ensayó Quevedo, aunque con talante diferente. O lo trató Valle-Inclán, aunque en clave esperpéntica. Buero, que era un penado por pertenecer a la zona republicana, y salía de la cárcel tras varios años de reclusión, hizo lo que ahora se llama «posibilismo».Denunciar sin que te denuncien o, dicho de otro modo: decir la verdad de forma que no cayera encima el palo de la censura y sus consecuencias. Así lo hicieron autores de otros géneros no menos testimoniales: la novela realista o la poesía social que yo antologicé. En todo caso, Buero que, desde el punto de vista de autor, nace como un milagro de la postguerra, muere ahora como una de las mayores figuras del teatro de todos los tiempos.

Leopoldo de Luis

AÑO 2000, PRIMERO DE MAYO, DÍA INTERNACIONAL DEL TRABAJO 

En uno de mis poemas de juventud llegué a decir: «No estoy maravillado por mi vida. Estoy arteramente sorprendido por mi vida» en ese momento (1976–1981), los pasajes más negros del exilio hacían verdadero mi decir. Lo que no pude saber en ese momento fue que, 25 años después, mi vida me volvería a sorprender arteramente. 

Hace 25 años, un cuarto de siglo, ninguna felicidad esperaba a un hombre que lo había abandonado todo para seguir viviendo. Fue, entonces, cuando fui atravesado por una frase del inmenso poeta cubano, José Martí: «La felicidad sólo puede hallarse en el camino del trabajo» y volví a tener ilusiones de ser feliz, podía producir con mi trabajo un poco de felicidad para mi pequeña familia. 

El sólo pensarlo me hacía feliz. 

Lo que no sabía hace 25 años era que a los trabajadores se los puede explotar de una manera absoluta, se los puede estafar impunemente. 

Y entonces fue cuando escribí: 

«No fui feliz 
porque ser feliz 
es una argucia del sistema.» 

Después, también, me dije: 

EN UNA SOCIEDAD JUSTA EL TRABAJO ES UN DON. 

Hacer dinero no sirve para nada. Lo importante para la humanidad es generar trabajo y para cuanta más gente mejor. 

Esa será toda nuestra riqueza, trabajar hasta casi morir y, aún, tendremos tiempo para el amor, la poesía, el dinero (si alguno lo deseara), la loca soledad de la vejez y esas conversaciones, absolutamente, cotidianas que entre nosotros, los poetas, han producido, también, el trabajo. 

Antes de conversar no sabíamos que el trabajo puede modificar la naturaleza de las cosas. De todas las cosas. 

Dios ¿acaso lo sería sin sus escritores? 

Hasta Dios sería justo si alguien lo escribiera. 

Y qué decir de las clases sociales que produjo el trabajo, cuando el mismo trabajo produjo el, aparente, desorden actual donde la gente, (intelectuales de todo tipo, locutores haciendo de maestros) ha llegado a pronunciar en voz alta y a publicar en grandes titulares: LAS CLASES SOCIALES NO EXISTEN. 

Y, por último, porque sé que me aman, me pregunto: 

¿Qué sería del Inconsciente sin el trabajo de Freud, sin nuestro trabajo? 

Y la poesía, mentecatos, ¿qué sería la poesía sin el trabajo de los poetas? 

A ver ¿qué sería el mar, el inmenso mar, sin mi mirada? 

Vengan a mí los libros, es el mundo que amo. 

EL OBRERO INVISIBLE

 

 

HASTA EL DOMINGO
11 DE JUNIO
TE ESPERAMOS EN LA
FERIA DEL LIBRO DE MADRID
—Parque del Retiro— 

CASETA 72

EDITORIAL GRUPO CERO

125.001 ejemplares: NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA


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ARMAS DE MUJER
Autor:
Varios Autores

80 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

 


Pilar Iglesias

Rosa Puchol

 

 

 

 

DONDE EL VACÍO ES
LUNA

¿Qué soledad levanta sus torturados brazos sin luna
y grita herida a la noche?
Vicente Aleixandre

Cuán brusca soledad guardas en tus orillas.
Mágicos anhelos de insobornable juventud,
resuenan con eco indescifrable,
cuando al fin, retrocedo ante tus pasos.
Caminante enardecido de silencios,
te sueño furtivo y voraz:
como águila, inmersa, piel de las alturas.

No te detengas, imperceptible agujero del tiempo.
Ahoga en mí tu abrazo, fugaz toque insondable,
como viento derramándose en trémulos horizontes.

Del otro lado, donde el vacío es luna,
acaso un sobresalto te alce, políglota sin pasado,
entre nubes de tierra viva o cascadas de amianto,
como fulgúreo pez volador, inmolando el espacio.


Magdalena Salamanca

 

 

 

 


CONTEMPLO
EL RITMO
DE UNA
HÉLICE
EN TU ROSTRO

Parada frente a ti
hallo en tus ojos un suspiro.
El tiempo acompaña el silencio
y los versos huyen a otras páginas.

Tan cerca del precipicio de tus labios
respiro profundamente el pasado.
Tiemblo en tus abrazos de viento
pero el instante, no se olvida.

¡Llámame!
Y me precipitaré por el espacio
como huracán buscando compañero,
esquivaremos los desafíos del mundo,
surgiremos en aguas tropicales
y el amor será nuestro aliado.

Por primera vez el honor
de una caricia es campo de maíz,
lluvia de desencuentros pasados...

La oportunidad de amarte.

CADENAS
CONTRA
CADENAS

He albergado roncos temores
desde el corazón de la tarde,
surgiendo, abierta
al costado del silencio.

Con acordes difuntos
ensayo límites,
deshielo y retardo el camino.

Sacudiendo mi destino
un pliegue vagabundo aguarda.
Extingue los espejos desiertos.

Cayendo fecundo las lágrimas.
Invento nuevos laberintos
los golpes hacia adentro.

El conjunto se ciñe
en las avenidas de la locura
reflectando inocencia,
antigua verdad,
cadenas contra cadenas.


Concepción Osorio

TODO FIN

Todo fin me dispara a un comienzo,
lugar para una vuelta que no vuelve
de nada. Rojos atardeceres del pasado,
trepidantes recursos para olvidar
lo efímero del tiempo. Miento
sobre las líneas de la vida y ruge
el sentimiento, se abren de par en par,
puertas inexpugnables y el asombro
se viste de recuerdos, engañosas
palabras sin sentido, incólumes.
Viajera del espacio, me muevo
con cautela por los entresijos
de la vida. Descubro difíciles caminos
que no detienen el curso de la historia
y voy de nuevo, en salto prodigioso,
al principio del fin que asoma
cada vez que, en el silencio, escribo.


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EVA BUENOSAYRES
Autor:
Varios Autores

80 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

 


Norma Menassa

 

 

 


TODA LA NOCHE

Toda la noche, el ruido del viento golpeaba las ventanas,
toda la noche semidespierta la monotonía insistía en los
           cristales.
De a ratos un jirón de viento azotaba y el agua ondeaba en
           sonidos diferentes
y a veces era sorda.
Mi alma lucía entre las sábanas una blancura de luna
           interrumpida
y el tiempo del eclipse se llenó de fantasmas.
Pasé entre las voces de las conversaciones que subían
           de la calle
sorprendida a veces por gritos desencajados de la escena
e iluminé el insomnio de mi día infeliz, de mi hora
           interminable
con pensamientos amarillos de papel despreciado por el
           sometimiento de la inercia.
Toda la noche, conmigo entontecida, la lluvia retrasaba
           los momentos
y todo era tardanza en los ojos del sueño fracasado
que se tragó la luz y acomodó las sombras haciendo
           los entornos perceptibles.
Vi la ciudad golpeando en el asfalto como un barco
           encallado
al que cuidadosamente fui sacando las anclas y comenzó
           el vaivén.
¡Tierra del mar! ...y el navío zarpado iba al encuentro de
           puertos invisibles
y todos nos perdimos abrazados.
Toda la noche festejamos sin ninguna moral,
el ruido del relámpago cayendo en rajaduras del espejo
que dejó en descubierto la variedad del mundo y todos
           los males naturales.
Quedé toda mojada pegada a la ventana que se abrió en
           el reflejo
y entré sobresaltada en la órbita de aquel encogimiento
           orgánico.
Tuve un temblor y aluciné una luz que me miraba fijo a
           una corta distancia.
Era la ventana del aparecido
y un hilo invisible me unió al anónimo que me quería a mí
en esta extraña circunstancia.

Marcela Villavella

 

 

 


 

EL MAR NO ES UN
POZO DE AGUA
OSCURA

«Todo viaje comprende reservas naturales
de los museos que nos obsesionan».
Olga Orozco

Hay días que el mar
no es más que el oscuro
territorio de mis espectros.
No más
que un pozo de agua oscura
o el hueco del pozo
donde nos miramos.
          Beber las lágrimas
                    piedras en nuestros ojos.
El mar no es más
que un pozo de agua
donde la oscuridad reina
y no sabemos nada del amor.
Desconocemos la memoria
ciega errante
nómade de sí misma.

El mar no es más que un pozo...
temo caer sin ti
como una hoja arrastrada
por el aburrimiento de las olas
hasta perder mi nombre
o el recuerdo de la caída.

El horizonte abre sus brazos
y mi Alfonsina escribe
          el próximo poema.

Hoy el mar no se desnuda.


Ángela Cascini

 

 

 


MISERABLES
MENDIGOS

Cargué con pesadas aguas.
Tiré para un campo maldito
el riego.
Los pájaros ahuyentaban
todo murmullo.
Las enredaderas marchitas
abandonaron las glorietas.
El cerebro quejándose
de su tormento
rogaba por paz,
cultivo
y silencio.
Larvas pequeñas
invadieron el terreno
y una extraña peste
abortó los nacimientos.
Espías
desconfiados y crueles
mis ojos,
miserables mendigos
de sueños rotos,
no pudieron salvarme.
El odio borró en un instante
un siglo de amor.


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Alejandra Madormo

 

 

 


EL LENGUAJE MÁS
ANTIGUO QUE
CONOZCO

No hay soles,
ni dioses,
ni amor deshabitado que me salven.
Sé escribir en tres idiomas,
como los Celtas,
que conquistaron por el Este
al territorio con sus gaitas.
Es el lenguaje más antiguo que conozco.
Mi nombre
cantando a los dioses
antes de mi nacimiento.
Y así está escrito:
la nota que asoma justo al borde,
la clave, siempre un sol que desentona.
Lo sutil,
lo que cambia con los siglos,
personajes que casi desconozco.
Jeroglíficos a descifrar
en mis horas insomnes
junto al papel ocre del ayer
y al pentagrama de mis sueños.

Inés Barrio

 

 

 


A LO PERDIDO

Es al amor quebrado
es a lo inútil
a lo que nada ostenta
y nada espera.
Es a las nieblas malolientes
al cansancio
a la gota que cae
a la piedra que cae
a todo lo que cae.
Es a la sombra
al espejismo
a los rescoldos
a los desperdicios.
Es a lo que se va
con el río
con el tiempo.
Es a la huella
a la señal enronquecida
a los ruidos lejanos
de ajenas carreteras
al olvido.
Como sangrante musgo
me adhiero a lo inasible
ando desiertos de sal
caminos circulares
encrucijadas rotas
laberintos.
Es a lo que ha perdido
que el corazón
—oscuro corazón encadenado—
no traiciona.


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LA POESÍA Y YO
Autor:
Miguel Oscar Menassa

206 PÁGS.
900 PTS., 6 US.

DE LA MANO 
DEL AMOR

Autora:
María Chévez

72 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

Un paso al frente
también
es una orden del sistema.

Sobresalir
también
es una opinión generalizada.

CRECIENDO ME FUI
DANDO CUENTA

Creciendo me fui dando cuenta
que vivir no era suficiente.

En principio comencé por cambiar
algunas horas de mi vida
por algunas palabras.
Esas cuestiones del sexo y del oro
de la pequeña y simpática libertad
de la política sombría.

Las palabras se unían unas a otras
como pesadas redes
y en esa soledad fue necesario amar
conocer el amor
amar el amor
ser para el amor
como si el amor fuera uno mismo.

Matarse por amor.

Envolverse en la tristeza
de un crimen por amor.

Soñar y ser soñado
siempre por la misma persona
y tener la valentía por amor
de despeñarse
por el desfiladero de las sombras
cada vez que lo amado deje de soñar.

Y el amor con tanta locura
trae el movimiento de los astros.
Soles quietos
enamorados de bailarinas lunas
lunas ciegas
bailando por la obligación del amor.

Después aún
entregando otras horas de mi vida
ingresé en el cosmos.

Los soles quietos giraban a su vez
alrededor de otras cadenas.
La luz
era sólo el reflejo de su búsqueda.

MUJER AMERICANA

Te miraba
mujer americana
al galope del caballo y el tronar del fusil,
haciendo
con tus hombres
la lucha.
Algo que perdura
entre jazmines, hilillos de agua
y la roca.

Otras veces
te veía
mujer
americana
con un niño en brazos
removiendo alguna comida miserable
tarareando entre dientes
antiguas canciones de violencia y amor.
Nacida en un continente,
a pesar del quinquenio,
ubicado más allá.

Música
guitarra y violines
también trompetas
añorantes
—como si conocieran—
el tiempo de la paz.

Te tiemblan las manos
lo sé
es la ternura
ante tus propios pasos
en praderas sin fin.

Como tus tierras
mujer ilusionada
eco
tañido
motín
infieles de pies sobre el polvo
matanza
exterminio
al calor de tus soles
protegiendo
al verde de su propia luz.

Hoy gritaban los periodistas
y se agitaban las cámaras de televisión
impulsados los acontecimientos
por guerras arcaicas
por intereses del poder sin nombre,
en búsqueda desconsolada, no hallaban la paz.


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Pensaba
mujer americana
de ojos verdes
de ojos pardos
de ojos negros
y muchas veces de labios sellados
en nuestras tierras donde todo crece.

En el saber del emigrado,
la raíz es lo de menos.

Tierra del sol sin costumbres
sólo lo habitual

lo cotidiano
lo cosmopolita, lo contemporáneo
y lo de todos los días
—americana— esa lucha inconmovible.

También sabemos que el futuro existe.
Y no es cuestión de sapiencia
tener los pies en una tierra
donde todo depende del cielo.

Climas agrios y también
climas dulces
y el devenir
de nuestros ríos suaves
amamantando océanos.
Mujer
tú sí.

En ese bordado
donde permanece
nuestro amor
por las historias
alegres y tristes
es el límite. Ignorado.

Lo que habla.
Lo que existe.
Lo que late, pulsa, rueda.
Lo que vibra aún sin contraste.
Lo que ríe, trabaja y sueña.

La que teje en hijos de futuro
un latido inmenso
continental
ardiente
una unidad infranqueable.
Entre los trozos
y los escombros.

Al rescoldo
de palacios indígenas
buscando
el alba
fulminante
áurea
inigualable.

GENERACIÓN DEL 98

Autor:
Leopoldo de Luis

72 PÁGS.
600 PTS., 6 US.


LEOPOLDO DE LUIS

POEMA DE AMOR
LEYENDO A AZORÍN

¿Vivir es ver pasar o es ver volver?
¿Vuelve siempre Calisto a entrar en el jardín de Melibea?
Como las nubes. ¿Pasan o regresan?
¿Son ya la poesía o son la vida?
¿Pensó Azorín en el retorno nietzcheano?

Dejo sobre la mesa el libro. Miro por mi ventana,
me vuelvo luego a la pared.
Fuera, las nubes flotan sobre las altas casas,
sus manos grises acarician casi las blancas azoteas,
          los oscuros tejados
y sueñan alejarse hacia la sierra.
Dentro, miro de nuevo las paredes
sobre las que recuestan unos libros sus lomos.

Está todo en silencio, mas palpita
imperceptible casi en un suave latido
tu presencia invisible, tu perfume,
el ala dulce de tu lumbre amada,
de tu nube pasando.

 

DE PRONTO,
UN SOLANA

En París,
en el museo del impresionismo,
en loca fiesta de color y ronda
de luces, di la vuelta
y de pronto “Garrote en una plaza de Castilla”.
Naufragó lo sensual, se fue la luz.
Las ninfeas de Monet,
el aire de Renoir,
los vendavales de Corot,
las bailarinas de Degas,
las tahitianas de Gaugin,
las frutas rojas de Cézanne
o las olimpias de Manet.

Cortada la corriente,
sólo un obispo lento y de ceniza
prosiguió consagrando
en la capilla gris de la pintura.

Hay un mundo vulgar y mendicante,
un batallón oscuro que se impone.
¿Es espejo o la muerte?

Diluviaba en París aquella tarde
como en Madrid o en Frómista,
y quizá alguien compró un viejo paraguas
en los puestos sin luz de “Las Américas”.

Cerraban el museo y me senté en el ala
de piedra de la acera. Pasó un coche
salpicándome el llanto de la lluvia.
Volar entre la luz será más lírico
pero mirar la calle es más humano.

 


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Autora:
Norma Menassa
80 PÁGS.
600 PTS., 6 US

 

 

CUANDO ESTÁ POR LLOVER 
LOS PÁJAROS  NO VUELAN

como si hubiese tragado sus intrigas,
sus dulzuras, sus misterios,
esa manera de aparecer como extraviada,
extraña hasta ella misma.

Sí, un alma femenina encerrada en su cuerpo,
transitando su cuerpo de varón, su fuerza masculina,
una belleza nueva.
No travestido, sino traspasado sexual, eso quería,
poder sobre la muerte en realidad quería.
Un patriarcado a la manera antigua,
como cuando niño entre sábanas de lavanda y fantasía
penetraba en el cuarto de su madre
para violar su intimidad,
la inaccesible.

Perfumes, perfumes...
Todo era volátil, nunca pudo saber qué era lo que ella buscaba
y daba lo mismo que se quedase o que se fuese,
porque lo que nunca podía era alcanzar
la razón de su presencia o de su ausencia.

Hizo todo lo que le fue posible
se hizo rápido hombre
le ganó al tiempo, pero nada alcanzó.
No pudo detenerla en su deriva donde
como puro vapor ella se iba.
Un abismo abierto e insaciable.
Una desesperación huidiza,
de tanto estar contemplando sus huidas se apoderó de él.
y decidió dejar de perderse entre mujeres y
anclar su nombre a un pensamiento.
Urdió entre humos la venganza.
Sin embargo restaba aquella duda:
un hombre partido en dos con dos mujeres,
o un hombre en el nombre de una mujer cualquiera.

La primera ecuación dejó miseria.
Como partido en dos con dos mujeres le quitaba a las dos
una murió de hambre en la miseria, no había que pedir.
La otra quiso matarlo por los celos,
afiló su puñal, se lo colgó en el pelo
y salió luminosa a festejar su caída por las noches.

Quedóse solo.
Se refugió para curar su herida,
volvió a sus hijos, dejó su cuerpo en paz,
jugó los juegos de la infancia, el gato y las bolitas,
dejó pasar el tiempo
y un día sin querer se miró en el espejo,
ajustó su corbata,
alisó sus cabellos,
se encontró con sus ojos
cayó por ese agujero
y apareció en la luna
escrito
en el nombre de una mujer cualquiera.

 

RENCOR, MI VIEJO
RENCOR (Tango)

Vestía traje silenciado, azul con gris,
corbata roja, camisa negra,
pasos brillantes en botín con tachas,
pelo cortado al ras, la nuca libre,
con penacho de canas que aireaban su impostura.
El peso era en la espalda corvada hacia adelante,
hombros sin desplegar,
cintura ancha de años,
piernas finitas.
Comenzaba la fiesta y le gustaban algunas concesiones,
jugaba a las estatuas.
Tendía la mano a una mujer, giraba algunas vueltas
y la dejaba tan dura como el mármol
hasta que se llenaba el escenario de calles empedradas
con cuerpos de mujeres.
Calculó la ecuación:
entre bellezas sin saber del valor,
valía el brillo de la que más tuviera,
él por su parte amar, amaba a todas.

La noche en su transcurso colaba el té de la tetera
y decantó en un número.
Quedaron dos, la otra y la de siempre.

Salía de un matrimonio con tres hijos,
y por puro pudor,
pidió el divorcio.
Años queriendo ponerse sus perfumes,
sus sedas en la piel,
su voz y su manera de rodearse de hombres,
su color de canela.

Años sin poder renunciar a poseerla toda,
sin poder aceptar las curvas por las que se le escapaba,
sin confesar su amor en impotencia,
su no poder ser ella.

Madre y mujer.
Madre y mujer en cada giro,
y le ardían las sienes cada vez,
la vulnerable y la intocable,
y un impulso homicida entrando en juego a través
de la privación y la mentira.

Sí, a veces las odiaba de una manera tal
que hubiese sido capaz de liquidar su empresa
para crear la quema de aquella raza indigna.
También algunas veces soñó que era posible
su mutación en ellas.
Era un sueño sin límites, era un poder sin límites,
era un poder apartar, o querer abolir la marca de frontera
donde estaba esa cosa,
que inevitablemente lo hacía chocar siempre con una
incomprensión irreductible.
Un poder quería tener él que sobrepasase,
que ni con genitales de oro lo alcanzaba.

Siempre la pensó con reina en jaque,
única manera de poder hacer la ley,
gobernar sin error, sin más ni menos,
sin la desesperación de tantos desencuentros
que a diario le dejaban la impresión
de no poder asir la realidad humana.
Con reina en jaque
y dueño de todo el saber,


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POESÍA CALLEJERA

Autora:
Stella Cino Núñez

72 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

SURCOS

Autor:
Ruy Henríquez

64 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

 

OPINIÓN EN FUGA

Soles quietos agudeza crispada
vida, lentos crepúsculos lunares
socavón, eso es medio día, olas perfumadas
amantes trazos a tierra.
Almena quebrada, braceante, a punto
a cobijo perfilada estrella oigo tu risa
cuentista, haz en vibraciones, escalo ciencia, arte
religión ausente sustenta verbos
cuantifica ordena escrúpulos tierra, nadie.
Opinión tras de ti, la tarde ríe en envolturas
punto impropio, letra, pasión, desajuste a tiempo.
Toquemos el abismo, escruto sentidos al unísono
sin embargo, un diacrónico suceso instala costumbres,
sin pedir aliento.

TIEMPO LUNAR

Ardo en pétalos de sal deseando nobles escritos,
presiento murmullos salitres, abandono el silencio.
Participo en vuelos nacidos juntos, cubro papeles azules.
Tras la vocal, nada, otra espera, tu voz, mía por instantes
[espejea.
Fosforescente coito, cuerpo entre finas luces
marcado ventilete de topacios, este descuido fue, para
[sembrar escudos.
Esta blanca proporción deja pasar su voz, para que otros
enhebren sueños al borde del renglón, arpegios viven en mí.
Vivamos juntos entonces esta tibia mañana ritual
arcos de bocas sedientas dejan lienzo y pluma
trazan subiendo una a una las nubes de tu voz
el goce de saber que me gustas, nunca has dejado de mostrarme.

 

 

INDIO GRIS

«TODA REVOLUCIÓN HA DE TRANSFORMARSE EN
 UNA FISIÓN»

www.elindiogris

MENASSA VIRTUAL

 

PASOS

Sobre estos papeles sucios
urdo estratagemas, trazo el futuro,
despliego el espíritu de la guerra.
Si me detengo, si ahora inmóvil
levanto la mano y dejo caer
el vacío que me empuja hacia el vacío,
si me convenzo de la inutilidad de toda lucha,
si débil agonizo junto a esta rosa,
todo lo pasado caerá como un juego,
un cataclismo de trivialidades
se abatirá sobre mi memoria.
El odio devorará mi alma
y no quedará en ella
ni un rescoldo de esperanza.
No amanecerán los soles
con un especial sentido,
ni poblarán mis sueños
las arduas construcciones de tu cuerpo.
Sensible, casi enfermo,
extenderé mis manos anhelando tu regreso,
la voz debilitada por tanto silencio.
Mañana seré una mutación,
un doble salto mortal del funambulista,
y no podrás reconocerme.
Me ausentaré, me replegaré sobre mí mismo,
hacia la serpentina de mi propio laberinto.
Los dientes deteriorados y fríos
como un cascarón vacío
repetirán en vano
el ruido monótono del abandono.
Después de ver tan cerca el horror y la belleza
no me resta otra cosa que claudicar
como una reina viuda y sin descendencia.


TIERRA DE AMANTES

Autora:
Claire Deloupy

72 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

YA QUE HE DE
MORIR...

Ya que he de morir
quiero hundirme por los torrentes desbocados
de tu loco deseo sobre mi cuerpo.
Quiero
por los rugidos de tu alma
fundirme en el diluvio de la selva
volcán abierto en el corazón de la tierra
donde cavas sin descanso hasta mi alma.
Punto sin retorno
asombro sobre asombro
bogamos a la deriva
temblor sin rumbo
ola fascinada por el abismo.


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POETA ASESINADO

Autor:
Pablo Menassa de Lucia

88 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

LETRAS DE FUEGO

Autora:
Cruz González
Cardeñosa

64 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

SÓLO EL TIEMPO
PERDIDO

Sólo el tiempo perdido
es el que llora.
El apuñalado por la espalda.
El que traicionó su ciencia
para ser duda.
El que repite su historia
en cualquier puerto.

LA POESÍA Y SU VOZ

A mi padre
Felices alucinaciones de la lengua
embriagada de sudores y humos
manchada de sombra y mágicos rituales
en el centro preciso de su pureza blanca.
Antaño lo imagino de piedra
altivo entre los reyes, guerrero de guerreros.
Hoy lo imagino de piedra
sentado en el Olimpo recitando
esperando que el tiempo suceda
para los demás.
Insondable rostro, nieto de araucanos.

 

A TI «TORO SENTADO»

«...Ninguno de nosotros lloró,
porque llorar,
no conocía el corazón del indio...»
Miguel Oscar Menasssa

Salí muy de mañana, el rostro fijo en la montaña
las manos dibujaban un mundo enloquecido
pequeñas palabras sobre los árboles.

La piel era de tierra, los pasos de gigante
nadie quedó, nadie gritaba el dolor de aquel pueblo.

El ritmo frenético del tambor,
ahogaba la muerte hasta casi nombrarla.

Llovía aquella tarde sobre el indio, sobre la arena del desierto
sobre los campos arrasados por el blanco americano.

Dijeron que lloraba por los muertos de la guerra
dijeron que su cuerpo temblaba por el miedo
dijeron tantas cosas de aquel indio, tantas cosas le hicieron

La herida de un pueblo maltratado, palabras que morían entre
           labios
dejaron sobre la montaña un nombre dibujado.

Moriré, lo sé, tras aquel valle enterraréis mis huesos
mas la sangre derramada en estas letras recorrerá los siglos
el tiempo de los hombres, voz de papel, como un cuchillo.


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SOCIOS DE HONOR EUROPA

Miguel Oscar Menassa (Madrid) 50.000 ptas.
Fernando Ámez Miña (Madrid) 40.000 ptas.
Lidia Andino (Madrid) 40.000 ptas.
Cristina Barandiarán (Madrid) 40.000 ptas.
José María Blasco (Barcelona) 40.000 ptas.
Stella Cino Nuñez (Madrid) 40.000 ptas.
María Chévez (Madrid) 40.000 ptas.
Bibiana Degli Esposti (Madrid) 40.000 ptas.
Claire Deloupy  (Madrid) 40.000 ptas.
Amelia Díez Cuesta (Madrid) 40.000 ptas.
Paola Duchên (Madrid) 40.000 ptas.
Carlos Fernández del Ganso (Madrid) 40.000 ptas.
Emilio A. González (Madrid) 40.000 ptas.
Mónica Gorenberg (Zaragoza) 40.000 ptas.
Jaime Icho Kozak (Madrid) 40.000 ptas.
Pilar Iglesias (Madrid) 40.000 ptas.
Fermín Lejarza (Bilbao) 40.000 ptas.
Joaquín Luzón (Ibiza) 40.000 ptas.
Miguel Martínez Fondón (Madrid) 40.000 ptas.
Concepción Osorio (Madrid) 40.000 ptas.
Montse Rovira (Ibiza) 40.000 ptas.
Carmen Salamanca Gallego (Madrid) 40.000 ptas.
Olga de Lucia (Madrid) 20.000 ptas.
Alberto Garreta (Barcelona) 15.000 ptas.
Cruz González (Madrid) 10.000 ptas.
Alejandra Menassa de Lucia (Madrid) 10.000 ptas.
Pilar Rojas (Madrid) 10.000 ptas.
Ruy Henríquez (Madrid) 5.000 ptas.
Pablo J. García Muñoz (Madrid) 3.000 ptas.
Helena Trujillo (Málaga) 3.000 ptas.
Ana Mercedes Albizuri Chévez (Madrid) 2.000 ptas.
Javier Albizuri Chévez (Madrid) 2.000 ptas.
Marina Alonso (Madrid) 2.000 ptas.
Sergio Aparicio (Madrid) 2.000 ptas.
Ricardo Artíguez Iglesias (Madrid) 2.000 ptas.
Gema Crespo (Madrid) 2.000 ptas.
Francisco García Palancar (Madrid) 2.000 ptas.
Hernán Kozak (Madrid) 2.000 ptas.
Ichka León Deloupy (Madrid) 2.000 ptas.
Cloe León Deloupy (Madrid) 2.000 ptas.
Clémence Loonis (Madrid) 2.000 ptas.
Fabián Menassa de Lucia (Madrid) 2.000 ptas.
Manuel Menassa de Lucia (Madrid) 2.000 ptas.
Magdalena Salamanca (Madrid) 2.000 ptas.
Javier Romero Nouvilas (Benidorm) 1.500 ptas.
Rosa Alonso (Madrid) 1.000 ptas.
Pilar García Puerta (Madrid) 1.000 ptas.
Esther Gallego Navarro (Madrid) 1.000 ptas.
Griselda Kozak Cino (Madrid) 1.000 ptas.
Eva Méndez (Madrid) 1.000 ptas.
Kepa Ríos (Madrid) 1.000 ptas.
Ismael Rivera (Madrid) 1.000 ptas.
Daniel San Martín Duchên (Madrid 500 ptas.
 

SOCIOS DE HONOR AMÉRICA

Miguel Oscar Menassa (Buenos Aires) 500 us.
Mára Bellini (Brasil) 200 us.
Inés Barrio (Buenos Aires) 200 us.
Ángela Cascini (Buenos Aires) 200 us.
Alejandra Madormo (Buenos Aires) 200 us.
Norma Menassa (Buenos Aires) 200 us.
Roberto Molero (Buenos Aires) 200 us.
Marcela Villavella (Buenos Aires) 200 us.
Lúcia Bins (Brasil) 100 us.
Juana Koslo (Buenos Aires) 25 us.
Ergoto de Bonaero (Buenos Aires) 20 us.
Rosalba Pelle (Buenos Aires) 20 us.
Karina de Filipis (Buenos Aires) 10 us.

LAS 2001 NOCHES

DIRECTOR:
Miguel Oscar Menassa.

SECRETARIA DE REDACCIÓN PARA EUROPA:
Carmen Salamanca Gallego.
PRINCESA, 17 - 3º Izda. 28008 MADRID (ESPAÑA).
Teléfono: 91 542 33 49 - Fax. 91 548 33 01

SECRETARIA DE REDACCIÓN PARA AMÉRICA:
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ATRAVESANDO SOMBRAS

Autor:
Carlos Fernández del Ganso

72 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

SI ME VIERAS

Autor: 
Jaime Icho Kozak

72 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

EMPEDERNIDO ANIMAL

Hay uno en mí, que ama
no envejecer,
morir cada día
en los pliegues de una mujer,
besar cada noche
pasión de vientres
desencajando abejas de polen
en el terco vuelo de tu piel.

Querer,
quisiera mirando de frente tu boca
besar el arco iris
y acariciando todo el universo
ser abrazado en tus ojos.

Y sé
que hay otro que desea,
trabajando
poner nombre a las cosas
crecer acallando silencios
y regar de flores los inviernos.

Mas aún desconozco
escuchar lo que en mí dice
y en el entreacto
escribo,
esperando en movimiento
soñar de la vida sus capítulos.

Insisto, empedernido animal,
de la muerte ser testigo
del pecado escribiente
de las noches el destierro
de las vírgenes su exilio
de alondras ser atado
a los pies de un crucifijo,
ser de la nada esclavo
y de estas palabras,
vivo.

FUERA DE LOS DÍAS
Y SUS NOCHES

Fuera de los días y su noches
la novela transcurre
lentamente.
Las fábulas no bastaron
para las edades y los fuertes vientos.
Interrogación y desafío
para la alimaña
fuego y miseria.

Soy lo que puedas conmigo
vuelo en tu dirección.
Delfines y albatros
siguiendo rastros marinos.
Caminos de antiguos navegantes,
sabios de montañas.
Destinos de sobrevida
un día más para el hambre y la ceguera.
Oscuras geografías
límites de la fuerza.
Adioses petrificados en la pared.
Vidrio y lejanía
recuerdo fugaz.
Anatomía sin orígenes
incalculables desiertos
pan y laberintos.

Rayos de luz en la confusión,
hombre o reptil
piedra o musgo.

Vidas detrás de una imagen
ilusiones nocturnas acerca del sol
playas lejanas
solitarias donde mojar los pies
y verlos hundirse
en el canto de las gaviotas y la inmensidad
hasta ensordecerte
y buscar refugio.


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PARA SEGUIR VIAJANDO

Autora:
Olga de Lucia Vicente

72 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

 

ENCRUCIJADA

Cuenco de venas infartadas,
roja senda
a causa de pesados grillos en mis pies.
Tierra gris, tierra sedienta,
grito estrangulado.
Anochece, miro al cielo
esperando alguna señal,
¿Me han visto? me pregunto.

Tragada,
por el sagrado monstruo del espacio,
llegan a mi oído,
vientos agonizantes.

Ha muerto mi padre.

Hasta aquí fui inmortal
desde allí muerta.

Resucito del largo letargo
y tiro el primer puñado de arena sobre su tumba.
Grano por grano deshojo un pasado que no fue
y miles de luces de colores me hacen señas.
Cada vez la ilusión de ser grande,
            inmortal,
Decir mi padre ha muerto me estremece.
Atardecer de glicinas vigilando ese encuentro
entre la vida y la muerte.

Un día volveré por las perdidas luces de la nada
amarraré mi barco y soltaré el corazón.

 

LA 

FUSIÓN 

DEL
SIGLO XXI:

INDIO GRIS

El Indio del Jarama–
Con 2.500 págs.
400 poetas publicados

Se fusiona con:

El brillo de lo gris
que nuca publicó
un carajo.

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AL OÍDO DEL VIENTO

Autora:
Alejandra Menassa de Lucia

72 PÁGS.
600 PTS., 6 US.

 

PALABRAS

Palabras me decían,
y esperaban la dicha.

Y nací a las palabras como nacen
los pájaros de entre los edificios.

Palabras me llevaron de la mano
hasta las ciencias
que luchan por la vida.

Palabras me empujaron,
y quise que mi sueño
no se agotara nunca.

Y mientras escribía
la voz del poeta me gritaba palabras,
palabras al oído apenas pronunciadas.

Palabras en la boca,
palabras en las manos.
Palabras que acarician,
palabras grana y oro.

Mi llanto puesto en letras,
el hambre puesto en letras,
el goce puesto en letras.

Palabras que se contonean
intentando seducirme.

Mi vida son palabras,
al oído del viento.

¿Cómo fue que caíste?
Fue el deseo que me llevó
rondando por sus desfiladeros,
y aterricé en tu boca,
sonrisa desmedida.

¿Fuiste mía?

Fui casi tuya.
Tuya es la imagen más bella
que de mí guardas.

Tuyo el aroma de mi cuerpo
que recuerdas.

Tuyo el sonido de mi voz
que aún resuena como un poema.

Se me olvidó la mueca
que era mi sonrisa.

Me buscaba sin encontrarme
en el espejo.

Todas las cosas,
todas, se habían disfrazado
con colores distintos,
y cualquier combinación era posible.

O quizá eran mis ojos, que ya nunca,
nunca serán los mismos
que antes de que irrumpieras
sin permiso en mi vida.


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NOCHES DE PIEL
Autora:
Carmen Salamanca Gallego
72 PÁGS.
600 PTS., 6 US.Ç

 

 

A ROSALÍA DE CASTRO

¡Hay arte! ¡Hay poesía...! Debe haber cielo. ¡Hay Dios!
Rosalía de Castro

Pequeña, atolondrada voz solitaria,
observo tu frágil contorno,
fugitiva sombra entre fantasmas,
tus pasos apenas rozando el aire.

Pequeña, te veo, hierro y mujer,
pálpito de amor desterrado, te miro
hoy, yo, casi mujer,
                    y estoy contigo.

¡No abandonaremos la luz,
—me gritan tus versos—
venceremos al tiempo y sus miserias!
Dos mujeres sin rostro, una sola voz:
tú, fuiste Ella,
yo, renazco en tus palabras.

Juego a disfrazarme de ti,
colgarme en tu mirada felina,
navegar la agitada tormenta de tu alma.

Pequeña, acodada en el regazo de la nada,
son tus dudas aliento para mis manos,
sólida razón de mi esperanza.

Ah, Rosalía, pequeña
como la sed inmóvil del ahogado,
ondeas tercamente mi terror embalsamado,
raíz de lo que no creció nunca.

Hoy,
enganchada en el otro extremo de tu historia,
tiempo de fantasías digitales,
anónimas semblanzas sin destino,
hoy, escapo contigo al paraíso
porque Dios se inventa en cada verso,
en cada resquicio de amor.

 


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