ÍNDICE DE LAS 2001 NOCHES NÚMERO 29 |
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MANIFIESTO DEL 99 o Manifiesto del poeta condenado. |
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Novedad:
Al Oído del Viento. |
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Noches
de Piel |
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Para
Seguir Viajando |
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Entre
el Placer y el Espanto |
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A
Mares |
MANIFIESTO DEL 99 |
Nunca supe tanto de mí,
como con el dolor. Nunca supe tanto del goce, como con el Otro. Nunca supe
tanto del deseo, como con la mujer. |
14 de agosto, cuaderno nº 1. Estoy en el Bingo de la calle
Princesa y debería estar en el Aeropuerto esperando viajar a Buenos
Aires. Sin fecha, en agosto, cuaderno nº 2. Todo es arrancar, entregarse. No
estar preocupados por los resultados. Simplemente arrancar, dejarse llevar
por el viento más poderoso que nos quiera llevar, sin pensar en lo que
dejaremos en el camino. |
Cuaderno n.º 20. Lunes 20 de septiembre de 1999. Ya cambié todo, casi todo, lo que
tenía que cambiar, ahora tengo que jugármelo todo, casi todo, a mi
manera de ser. A mis gustos, a mis convicciones. Hoja suelta, 1 de agosto. Ni mar, ni Buenos Aires. Cuaderno n.º 3. 1 ó 2 de agosto, siempre del 99. La decisión de no viajar a Buenos
Aires, me duele y, al mismo tiempo, me hace bien.
3 de agosto. Hoy no tengo ninguna esperanza, |
125.000 ejemplares: NADIE, NUNCA, ME ALCANZARÁ, SOY LA POESÍA |
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Hoy fui a bailar tangos
en Madrid. Cuaderno n.º 4, sin fecha. Comenzar un cuaderno es como
comenzar a vivir otra vida. 5 de agosto.
No tengo las ideas muy claras para mi economía futura. 6
de agosto. Hoy se conmemora la
cagada atómica.
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Cuaderno n.º 5. Basta
de amor, quiere decir que los resultados positivos, también, se consiguen
por caminos diversos que no son el amor.
Ayer cumplí 59 años y hoy, me doy cuenta que a la gente en general
no le gusta mucho que yo me ponga a escribir.
Si quiero que la cultura me trate como a un gran escritor, tendré que
escribir y publicar una novela por año. |
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Otra vez 6 de agosto.
Hiroshima, también, está conmigo. 9 de agosto.
Todo tiene un final, todo termina. 10 de agosto.
Ya es 10 de agosto y, todavía, no me doy cuenta que no viajo a Buenos
Aires. La doble negación podría indicar otra cosa. Cuaderno n.º 8, agosto del 99.
Una especie de dolor sin dolor. 29 de agosto de 1999.
Hay en el aire algo que me lo dice. 7 de septiembre 1999.
Cuando dejo el sillón no sólo se interrumpe el psicoanálisis, también
se interrumpe (su) mi escritura.
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Seré grande, muy grande, me he dado cuenta que cuando mis obras no
producen dinero no son mis obras. Cuaderno n.º 9, 26 de agosto 1999.
Está todo en cierto orden, Buenos Aires y, también, Madrid, tienen un
cierto orden. 9 y 25 hs. de la mañana.
Estoy siendo acorralado por la pulsión. Por un lado y por otro lado.
En todos mis lugares hay goce para mí. Eso hace muy difícil la
cuestión, ya que en mí, no es el goce lo que decide. 4 de septiembre.
Estoy casi nada, abierto a casi nada. Cuaderno n.º 10.
Todavía no hemos hecho un buen relevamiento. Sin fecha. CADA
CUAL CON SU FAMILIA Garchar,
es garchar y a la mujer, al hombre, eso no le sirve para nada. Garchar es
una cosa de la especie. Debe ser por eso que todo el mundo lo hace y nadie
puede soportarlo del todo. Sin fecha.
Hoy siento que la suerte no me acompaña. Mejor dicho, es como si nunca
hubiera tenido suerte. Martes 14 de septiembre.
Estamos grandes, ahora tenemos que ser fuertes. Cuaderno irreconocible, un día.
Mis muertos, mis amados muertos, están en mí. Otro día.
Era la mejor. De cualquier cosa que yo le dijera, en el tono que se la
dijera, ella tomaba una enseñanza. Eso, también, me daba un poco de
rabia pero era, a la vez, lo que más me gustaba. Otro día más.
Volvimos a ser pobres, porque algunos se pusieron a llorar
desesperadamente, cuando apareció el dinero. Cuaderno n.º 11, sin fecha.
Ya no tengo claridad ni para jugar a la quiniela. |
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Sin fecha
No leo los diarios. Cuaderno n.º 12, 26 de agosto de 1999.
Que ya se termine agosto, me sobrecoge. |
Cuaderno n.º 13, lunes 2 de agosto 1999.
No ir a Buenos Aires me pone muy
triste, aunque algo me doy cuenta que no ir es lo mejor para el Grupo
Cero.
Vivo sin ti, mi amor, vivo sin ti,
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22 de agosto de 1999.
Hoy se cumplen 23 años de mi llegada a Madrid. Cuaderno n.º 4, contiene 52 dibujos. Cuaderno n.º 7, contiene 22 dibujos.
Todo depende del trabajo pero lo único que no debe ser hecho es su
psicoanálisis. Porque su psicoanálisis ella lo trae hecho de su casa. |
Quedarme quieto. Saber, aunque no se pueda del todo, que ya he llegado.
Que me toca festejar, vivir de haber llegado, esperar con alegría que
otros lleguen. 16 de agosto.
A veces, pienso que crecí más de lo que esperaba. Pero, también, es
cierto que nunca había pensado en cuánto tenía que crecer. 19 de agosto.
Mañana se presenta la novela EL SEXO DEL AMOR, en Buenos Aires y el
22 se cumplen 23 años de mi llegada a España.
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Alma por amor. Por eso, la mayoría de las veces, ella se queda sin alma y
no siempre tiene algo de amor.
Pido un paréntesis, a mis 59 años, para hacer funcionar una |
Jueves 26 de agosto.
Hoy no creo en nada. Sólo en el juego. Hasta garchar está relegado. Despejando todos los sentidos, Cuaderno n.º 2, contiene 64 dibujos.
Poco a poco seré todo del significante y eso será vivir más de 200
años. 22 de agosto de 1999.
Hoy se cumplen 23 años de mi llegada a Madrid y, aún, hoy, no
termino de aceptar haberme exiliado. 23 de agosto 1999.
Hoy mientras no estabas a mi lado, te escribí un verso: Cuaderno n.º 6, contiene 11 dibujos. Tal
vez ya haya llegado a un límite. Domingo 29 de agosto.
Es como una ilusión que tengo. Algo grande a mi favor. Escucho,
escucho sin parar versos que harán historia. Lágrima de fuego, lágrima
de fuego, lágrima de fuego. |
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Cuaderno
n.º 5, contiene 54 dibujos. Cuaderno n.º 11, contiene 20 dibujos.
Hoy me quiero quedar aquí, encerrado, jugando a las muñecas. |
6 de septiembre.
Tengo sed de triunfos, de victorias fáciles, de ventas millonarias de
libros.
Me gustaría rendirme y no tengo frente a quién.
Piba, me dejaste de seña en una esquina Cuaderno n.º 13, contiene 38 dibujos.
Me parece estar insuficientemente dotado para los negocios que tengo
que llevar adelante. |
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He odiado el olvido. Cuaderno n.º 12, contiene 17 dibujos. 27 de agosto.
Todo tiene un final, todo termina.
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Estoy produciendo una manera algo diferente en la trasmisión del
psicoanálisis. Esta vez tampoco me dejarán en paz. 9 de septiembre.
El asunto de las drogas es algo que estamos estudiando, sin entender,
aún. |
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Drogas, vaya y pase, pero Neurosis, no. Cuaderno n.º 1, contiene 4 dibujos. NUNCA
NADIE ME VENCERÁ
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Cuaderno n.º 19, 19 de septiembre de 1999. 59 AÑOS, POETA CONDENADO
Deseo hacer el amor en pleno verano,
Hacer el amor, me digo, con determinación,
Hacer el amor hasta romper
Ahora, en esta lenta mañana de verano,
Hoy quisiera practicar el amor bestial.
Y un día dije:
Y, después, me gustaría amar,
Tengo que amar, me digo, tengo que amar.
Me gustaría, porqué no, hacer el amor
Amar, hoy me dejaría amar.
Hoy es una tarde calurosa
Sentado, cagando y escribiendo,
Así quisiera amar, así quisiera. MIGUEL OSCAR MENASSA |
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LA
POESÍA NOS CUNDE
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EL SEXO DEL AMOR |
La
novela se abre en el diálogo entre dos personajes. Esta radical diferencia, permite jugar las posibilidades literarias hasta un nivel no habitual para el lector, que se encuentra ante un texto desnudo de decorados y con espacios más imaginarios que localizables. El límite al saber de las anécdotas, queda ineludiblemente emparentado con la búsqueda siempre insatisfecha del pensamiento neurótico. Es decir, el lenguaje del texto es capaz de soportar, eso de lo indecible que le corresponde al autor tratar de transmitir. Y en la obra que en esas páginas va desplegándose, está lo que propiamente definimos como un producto del psicoanálisis. Las singularidades van corriendo por cuenta de cual es la posición de los sujetos en relación a lo que la novela enuncia como el gozar. Definiciones hay muchas, desde un tratado de psicopatología de la drogadicción, el estudio sobre los celos, o la indagación sobre la femineidad, que no hacen sino marcar como en las palabras, el hombre recorre el límite de su humanidad.
Tres es el número que pone a los celos, como el mayor dolor del amor. Pero los celos van mostrando el camino de la apertura a lo social, a la posibilidad de transformarse en deseos.
Todo el erotismo de la novela es en referencia a dos mujeres, pero lo
fundamental no es la constitución de una nueva unidad amorosa sino el
carácter social del amor que se juega en ello. La novela va discurriendo en su mostrarse, una trama latente que es la que conviene al deseo. Abundan paradojas, como verdaderas formaciones del inconsciente, casi no se notan de familiares que se nos aparecen.
Las paradojas no son contradicciones, sino que nos hacen asistir a la
génesis de la contradicción. Así que, ahora, no necesitamos de ningún hombre.
El humor nunca está ausente, marcando el desencuentro esencial que habita
las posibilidades sexuales de los hombres.
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Atlántico,
es decir, en esa brecha que va desde su nacimiento a su exilio.
O la infinita soledad que por momentos aletea entre tanto amor en
compañía.
La infancia ya es sólo recuerdos, el Buenos Aires que lo recibe está
trasmutado en relaciones donde también hasta el erotismo puede ser una
excusa para una conversación.
Las drogas, tan consustanciales al hombre, son presentadas en su función
significante, la única sobredosis permitida al sujeto es la lectura o la
escritura.
Brutal manera en que el sujeto, se niega a separarse de su madredroga. Si nos preguntáramos cuál, es el protagonista de la novela, sería difícil de perseguir en las constantes mutaciones de género masculino y femenino, o en los nombres que van encarnando la fuerza del sexo del amor.
Quizás sea el tiempo el secreto personaje que nos busca, en el proceso de
la lectura.
A veces el tiempo es una estación de la mirada y el autor nos lo hace
sentir en toda su dimensión:
La muerte también está presente, en la particular manera que la piensa
el psicoanálisis, puntuando los cortes de las conversaciones o en
bellísimas metáforas. Es en el entramado de las palabras, en su función de límite, el elemento posibilitador de los encuentros más plenos de goce.
El erotismo también se resuelve en un poema.
El texto nos va llevando a la ilusión de que el goce puede escapar a la
palabra, pero allí, Menassa siempre nos devuelve al instante de la
conversación.
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Es como si fueran necesarios muchos personajes para dar voz a las posibilidades del pensamiento que se aguardan hoy, del hombre moderno.
Cada uno va escribiendo algo de lo indecible de la condición humana, y su
propia finitud es fantásticamente trabajada en estas líneas. Escritura contra escritura, como cuerpos ardientes del deseo, la novela va escribiendo a su manera, a cada lector. Si se llega hasta el final no se sale indemne de esta experiencia. En el mejor de los casos en la batalla de la lectura, si uno no es hundido, hay un tocado inevitable. Y cuando un lector es tocado, descubre la diferencia entre lo que pagó por el libro y el costo de implicar su vida en él. Pero no seamos inocentes, la novela no puede dejar de despertar opiniones morales, y para ello es bueno recordar aquella aseveración de Oscar Wilde que decía: El artista no tiene inclinaciones éticas. Una tendencia hacia la ética, se convierte en un amaneramiento imperdonable. El artista nunca es morboso. El artista puede expresarlo todo. No existen libros morales o inmorales. Los libros están buen escritos o mal escritos. Eso es todo. Roberto
Molero. Psicoanalista.
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